Nuestra personalidad como cristianos debe resaltar
Establece Dios en la primera parte del versículo
19 lo siguiente: “Porque vuestra
obediencia ha venido a ser notoria a todos, así que me gozo de vosotros…”;
como siervos del Señor es nuestro deber hacer su santa voluntad y que nuestra
fidelidad a él como nuestro soberano sea evidente, Cristo mismo manifestó acerca
de hacer sobresalir nuestra condición en el mundo perdido como narra Lucas en
el capítulo 8 versículo 6 de su evangelio así: “Nadie que enciende una luz la cubre
con una vasija, ni la pone debajo de la cama, sino que la pone en un candelero para que los que entran vean la luz.”, lo cual se encuentra corroborado nuevamente en
el capítulo 11 versículo 33 de la siguiente manera: “Nadie pone en oculto la luz
encendida, ni debajo del almud, sino
en el candelero, para que los que entran vean la luz.”
Sabiduría para el bien, ingenuidad para el mal
Continua Dios mostrándonos en la segunda parte del
versículo 19 lo que espera de nosotros: “pero quiero que seáis sabios para el bien, e ingenuos para el mal.”, a lo largo
y ancho de nuestro discipulado hemos encontrado muchos versículos relacionados
con este tema de los cuales destaco el siguiente contenido en el libro de Job capítulo
28 versículo 28: “Y dijo al hombre: He aquí que el temor del Señor es la sabiduría, Y el apartarse del mal,
la inteligencia.”, si por alguna razón se presenta alguna carencia de ella encontramos
en el libro de Santiago capítulo 1 versículo 5 un buen ejemplo de cómo
obtenerla a través de la oración y el estudio de las Escrituras y la respuesta
del Señor, así: “Y si alguno de
vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos
abundantemente y sin reproche, y le
será dada.”
Es importante manifestar que contrario a lo
anterior debemos recordar que nuestros primeros Padres Adán y Eva en principio ignoraban
por completo el mal, viviendo en el Huerto del Edén en una perfecta comunión
con Dios, existiendo en un estado ideal donde tenían todas sus necesidades satisfechas,
sin embargo por el deseo conocer la maldad sumieron a la humanidad en una
ruptura con nuestro Creador que solamente pudo reconciliarse con la muerte de
Cristo en la Cruz.
Traigamos a nuestra memoria tal vez la porción más
triste de todo el antiguo testamento contenida en el libro de Génesis capítulo
3 versículos 4 al 6: “Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino
que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y
seréis como Dios, sabiendo el
bien y el mal. Y vio la mujer
que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol
codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio
también a su marido, el cual comió así como ella.” Sabemos que el conocimiento
del mal trajo nefastas consecuencias a los seres humanos quedando sujetos a la
sabiduría de Satanás como lo describe claramente el libro de Santiago capítulo
3 versículos 14 y 15 así: “Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro
corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; porque esta sabiduría no es la que desciende de
lo alto, sino terrenal, animal, diabólica.”
La destrucción de Satanás
Concluye el pasaje con la promesa del
aniquilamiento del Diablo descrita de la siguiente forma: “Y el Dios de paz
aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies…”, el orquestador de la
desobediencia del hombre, pieza clave para propagar el conocimiento del mal hasta
nuestros días será destruido finalmente, las descripciones de su destino final
las podemos encontrar en los siguientes pasajes, Hebreos 2:14: “Así que, por
cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo
mismo, para destruir por medio de la
muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo,…”,
Apocalipsis 20:10: “Y el diablo que
los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia
y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los
siglos.”
Jóvenes, durante muchos
años fuimos hombres y mujeres conocedores del mal influenciados por Satanás,
doctos en toda clase de conductas que el Señor aborrece y sancionadas con la
muerte espiritual, como consecuencia directa de haber conocido a Cristo y ser salvos
este conocimiento del mal debe transmutar en su ignorancia total llegando a eclipsarlo
por completo con el conocimiento del bien contenido en la Palabra de Dios y su
puesta en práctica, por favor no recaigamos
en la curiosidad de Adán y Eva. Finalmente quiero concluir esta entrada del día
de hoy con estos versículos contenidos en Romanos 12:1-2 “Así que, hermanos, os
ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio
vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis
a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios,
agradable y perfecta.”
2 comentarios:
Agradecida por tan buena enseñanza y edificación al espíritu, es un orgullo tener jóvenes q estudien y enseñen, sobre la Biblia
Gracias
Hermosa reflexión. Dios los siga bendiciendo.
Publicar un comentario