sábado, 9 de diciembre de 2017

QUÉ EL ESPÍRITU SANTO NOS ELEVE


Hoy revisemos este pasaje.

Ezequiel 8:1-5
“En el sexto año, en el mes sexto, a los cinco días del mes, aconteció que estaba yo sentado en mi casa, y los ancianos de Judá estaban sentados delante de mí, y allí se posó sobre mí la mano de Jehová el Señor. Y miré, y he aquí una figura que parecía de hombre; desde sus lomos para abajo, fuego; y desde sus lomos para arriba parecía resplandor, el aspecto de bronce refulgente. Y aquella figura extendió la mano, y me tomó por las guedejas de mi cabeza; y el Espíritu me alzó entre el cielo y la tierra, y me llevó en visiones de Dios a Jerusalén, a la entrada de la puerta de adentro que mira hacia el norte, donde estaba la habitación de la imagen del celo, la que provoca a celos. Y he aquí, allí estaba la gloria del Dios de Israel, como la visión que yo había visto en el campo. Y me dijo: Hijo de hombre, alza ahora tus ojos hacia el lado del norte. Y alcé mis ojos hacia el norte, y he aquí al norte, junto a la puerta del altar, aquella imagen del celo en la entrada.”

Ezequiel se encontraba en su hogar y hasta allí llegó la presencia de Dios quien literalmente lo tomo con su mano, lo elevó y le llevó con Él. Una demostración del poder que puede operar en nosotros en estos momentos. Tenemos el Espíritu Santo permitamos que nos eleve, que nos ayude a avanzar en el proceso de perfeccionamiento y conformación a la imagen de Jesús.

La mano de Dios siempre ha estado, está y estará para sus hijos.

II de Crónicas 30:12
En Judá también estuvo la mano de Dios para darles un solo corazón para cumplir el mensaje del rey y de los príncipes, conforme a la palabra de Jehová.”

Esdras 7:6-9
“…este Esdras subió de Babilonia. Era escriba diligente en la ley de Moisés, que Jehová Dios de Israel había dado; y le concedió el rey todo lo que pidió, porque la mano de Jehová su Dios estaba sobre Esdras. Y con él subieron a Jerusalén algunos de los hijos de Israel, y de los sacerdotes, levitas, cantores, porteros y sirvientes del templo, en el séptimo año del rey Artajerjes. Y llegó a Jerusalén en el mes quinto del año séptimo del rey. Porque el día primero del primer mes fue el principio de la partida de Babilonia, y al primero del mes quinto llegó a Jerusalén, estando con él la buena mano de Dios.”

Nehemías 2:18
“Entonces les declaré cómo la mano de mi Dios había sido buena sobre mí, y asimismo las palabras que el rey me había dicho. Y dijeron: Levantémonos y edifiquemos. Así esforzaron sus manos para bien.”

Salmos 37:24
“Cuando el hombre cayere, no quedará postrado,
Porque Jehová sostiene su mano.”

Juan 10:27-28
Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.”

Jóvenes, tenemos el Espíritu Santo de Dios, somos hijos de Dios pongamos de nuestra parte para que su poder se manifieste en nosotros y de su mano crezcamos en todas y cada una de las áreas de nuestra vida.

Saludos muy cordiales.

. M .

viernes, 8 de diciembre de 2017

BUEN TESTIMONIO EN TODO


A través del apóstol Pedro, Dios nos recuerda muy claramente cual debe ser nuestro comportamiento ante el mundo. Dios escribió hace cientos de años como si estuviera escribiendo hoy, mostrándonos cada cosas que estamos viviendo. Es IMPACTANTE,  Su Palabra siempre permanece fresca. Veamos:

13¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien? 14Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis, 15sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros, 16teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo. 17Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal. - I Pedro  3:13-17

Debemos confiar plenamente en las promesas de Dios, sin alterarnos por nada, y dispuestos a hacer siempre el bien. Si siempre estamos dispuestos a hacer el bien, así nos persigan, así hablen mal de nosotros, así nos maltraten, debemos mantenernos firmes, entendiendo que Dios nos dice que somos bienaventurados.

No debemos amedrentarnos ante nadie, ni tener miedo, ni conturbarnos, ya que tenemos la conciencia tranquila. Por el contrario, lo que debemos hacer es santificar a Dios en nuestros corazones y prepararnos para presentar defensa con mansedumbre ante todo el que demande razón de la esperanza que hay en nosotros.

Jóvenes, la situación que vivimos no es nada fácil, pero es necesario vivir tranquilos y apacibles aún en medio de las circunstancias más difíciles, mostrando un buen testimonio y haciéndole ver a la gente lo que esperamos y el porqué de nuestra actitud pasiva y recta.

Siempre nuestra conciencia debe estar tranquila y reposada, Dios mismo se encargará de avergonzar a aquellos que nos persiguen y murmuran de nosotros. Es mucho, pero mucho mejor padecer haciendo el bien de acuerdo a la voluntad de Dios, que haciendo el mal.  

Este es un pasaje que debemos reflexionar a fondo, está repleto de enseñanzas prácticas:     
  • Confiar plenamente en las promesas de Dios de que si actuamos correctamente, nadie nos podrá hacer daño.
  • Entender que a veces tenemos que padecer por ser justos, eso nos hace ser bienaventurados
  • No amedrentarnos por temor al que hace el mal, ni conturbarnos
  • Santificarnos día a día en el Señor para tener vidas de testimonio ejemplar
  • Estar siempre dispuestos a hablar con mansedumbre, mostrando sabiamente el porqué de nuestra esperanza
  • Ser testigos ejemplares de Cristo y de su Obra en nosotros.
  • No preocuparnos por los que nos ultrajan, dejar la venganza en manos de Dios
  • Debemos estar dispuestos a padecer, si es necesario, pero siempre haciendo el BIEN
  • No dar cabida a murmuraciones, mantener nuestro testimonio sano y limpio delante de todos los hombres. 

Dios nos recuerda que siempre debemos tener un BUEN TESTIMONIO en todo.

1. Si vamos de la mano de Dios siempre tendremos VICTORIA, así nos traten de hacer daño (Vs 13-14a)
2. Debemos ser VALIENTES, con un testimonio intachable, y Dios avergonzará a los oponentes (Vs 14b-16)
3. El hacer el BIEN siempre debe ser nuestro objetivo primordial, así tengamos que sufrir  (Vs 17)

Vale la pena recordar las veces que sea necesario, el buen testimonio en todo momento. Quien nos habla es un Dios OMNISCIENTE que conoce de antemano TODO lo que nos va a pasar como cristiano y por eso escribe con firmeza, cuál es la actitud que debemos asumir en cada situación… ¡¡¡ Gracias Dios mío por darnos tu Sabiduría !!!

Debe impactarnos el ver la forma en que Dios describe de una manera tan clara lo que estamos viviendo y como lo escribió miles de años atrás… Es sorprendente… ES DIOS

Apliquemos esta reflexión, estando dispuestos a enfrentar cualquier situación, por difícil que sea, sin soltarnos de la mano de Dios. Teniendo un testimonio claro y resplandeciente, haciendo siempre el bien a quién sea y dónde sea, sin pensarlo dos veces.


Fabio