sábado, 27 de mayo de 2017

“¡TIERRA, TIERRA, TIERRA! OYE PALABRA DE JEHOVÁ."


Nos acercamos a la mitad del libro de Jeremías, recordemos que esta parte de la Biblia corresponde a la etapa más oscura del Reino de Judá que comprende desde el periodo como gobernante del rey Josías hasta la cautividad en el Imperio Babilónico.

El versículo de esta entrada es el título de la misma y corresponde al siguiente.

JEREMÍAS 22:29
“¡Tierra, tierra, tierra! oye palabra de Jehová.”

Este enunciado contiene el anhelo de Jeremías, expresando la voluntad de Dios, llamando a toda la humanidad, no solamente al pueblo de Israel, a que preste atención a su voz contenida en la Biblia.

En esta frase podemos ver la clara demostración de las condiciones de absoluta, verdadera y eterna de las Escrituras.

Nuestro Creador se dirige a nuestro planeta en tres ocasiones, no simplemente como un simplón recurso literario, Dios está indicando expresamente que su deseo es que cada ser humano le conozca y atienda el llamado de su voz, sea cual sea su condición.

Veámoslo de la siguiente forma:

Llamando a Tierra 1: El pueblo de Israel.
Llamando a Tierra 2: La Iglesia de Jesucristo.
Llamando a Tierra 3: Los inconversos bajo el yugo opresor de Satanás.  

Jóvenes, el Reino de Judá se encontraba en decadencia en los tiempos de Jeremías, una realidad que está manifestándose en la iglesia hoy y que consume al mundo inconverso día a día. Atendamos ese triple llamado, ya no callemos más y trasmitamos la voz de Dios y el principal mensaje que ella contiene, el Evangelio de Jesucristo.

Un abrazo fuerte a todos y cada uno de los miembros del ministerio. Qué Dios esté al control de la jornada evangelística programada por el Ministerio de Evangelismo para hoy a las 2 p.m., en la que decenas de adultos mayores oirán las buenas nuevas de la Salvación a través de nuestro Señor Jesús. Oración constante por esta actividad.

MAC

viernes, 26 de mayo de 2017

TRABAJAR COMO SI FUÉRAMOS UNO SOLO


Dios nos regala una bonita enseñanza en el libro de Malaquías. Como Iglesia, debemos aplicar esta enseñanza dada a Israel. Solamente siendo UNO en el Señor podremos tener una buena DESCENDENCIA espiritual a fin de glorificar a Dios, trabajando con una misma mente y teniendo un mismo parecer.

15¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud. 16Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio, y al que cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales.- Malaquías 2:15-16

Es imposible que Dios nos de la victoria si queremos hacer las cosas en la carne y andar cada uno por nuestro lado. Dios nos ha dado su Santo Espíritu a través de hombres leales a su Iglesia, nos ha regalado un Iglesia santa y pura para que crezcamos y aprendamos a servir, de manera que es nuestro deber mantenernos UNIDOS, ayudándonos mutuamente hasta la venida del Señor, yendo y predicando el Evangelio a toda criatura, esperando que Dios ponga a los que han de ser salvos y que lleguen a ser SIERVOS FIELES que vengan a formar parte de este ejercito a fin de salir a librar la BUENA batalla en pro de las almas de los hombres.

Varios DETALLES para recordar y aplicar:   
  • Dios es UNO y solamente UNO, lleno de gracia y de verdad. Solamente en ÉL debemos confiar.
  • Dios espera que tengamos mucho fruto (Descendencia…) a través de ÉL.
  • Debemos guardarnos espiritualmente a fin de crecer por medio de nuestra Iglesia y su Santa Palabra
  • Ser fieles a la Iglesia que Dios nos ha dado, dejando a un lado traiciones e hipocresías,
  • Amar la Iglesia del Señor y ser fieles a ella, para poder ser parte efectiva de la Gran Comisión. 


Resumiéndolo, debemos Trabajar como si fuéramos UNO solo

1. En Dios, a través de su Iglesia todos somos UN solo cuerpo (Vs 15a)
2. Siendo UN solo cuerpo, no puede haber deslealtad de ninguno de sus miembros (Vs 15b-16)

Dios nos recuerda la lealtad a nuestro Dios a través de ser leales a la Iglesia que es SU CUERPO, es un recorderis que viene de un Dios misericordioso, que a través de su Iglesia nos permitió ser salvos y a través de ella nos edifica día a día

Interesante ver que Dios compara a la Iglesia con la mujer de nuestra juventud. Ella nos ha dado muchas alegrías, ella nos permitió vivir ese primer amor, del cual nunca debemos olvidarnos y al cual nunca debemos ser infieles.
Apliquémoslo, entregándonos  de lleno a la Obra del Señor, sin permitir que el enemigo, a través de divisiones vaya a causar daño en ella. Debemos ser 100% leales y sumisos a nuestros pastores y líderes. Dios los ha puesto y debemos someternos a ellos.


Fabio