sábado, 1 de octubre de 2016

CUMPLIR

Esta semana comenzamos a estudiar el libro de Eclesiastés, una parte de la Palabra de Dios en sumo reflexiva sobre la vida. El pasaje que hoy nos ocupará es el siguiente.

Eclesiastés 5:4-5
“Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes. Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas.”

Un versículo que nos habla de hacer aquello a lo que nos obligamos con Dios.

Dios considera una insensatez el incumplimiento de la expresión de nuestra voluntad de hacer algo por Él, y establece que es mejor nunca manifestar nuestro compromiso sí está en nuestro haber no cumplirlo.

Números 30:2
“Cuando alguno hiciere voto a Jehová, o hiciere juramento ligando su alma con obligación, no quebrantará su palabra; hará conforme a todo lo que salió de su boca.”

Dios ordena que seamos responsables respecto de nuestras promesas.

Mateo 5:37
“Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.”

Nuestro Creador quiere que seamos coherentes con nuestra nueva condición espiritual y honremos nuestros compromisos.

Mateo 12:36
“Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.”

No caigamos en esta posibilidad de hablar palabras vacías y después ser objeto de juicio respecto de ellas.

Jóvenes, cuando hagamos promesas al Señor, es nuestro deber hacerlo con responsabilidad, primero meditemos en nuestro corazón lo que va a salir de nuestra boca y cómo nos vamos a comprometer con el Creador, en nuestra condición de cristianos nuestra motivación no es la emocionalidad sino la fe. Si no estamos seguros de cumplir nuestro pacto con Él es mejor no obligarnos.


Estemos orando por la Conferencia Misionera Nacional que se va a realizar la semana que comienza mañana, una delegación grande de nuestra iglesia local participará de este importante evento.


Felicitaciones especiales nuestro hermano Julián Araque y su importante logro académico. No reunimos más tarde.

MAC

viernes, 30 de septiembre de 2016

LA TRASFORMACIÓN QUE DIOS HACE


Este fragmento de la Escritura (Efesios 4:17-32), deberíamos memorizarlo y ponerlo en práctica día a día. Este pasaje es tal vez uno de los más importantes en la vida de un AUTENTICO CREYENTE, es decir si tuviéramos en cuenta cada uno de los consejos que acá se dan, llevaríamos realmente una NUEVA VIDA en Cristo, seríamos realmente SANTIFICADOS…

17Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, 18teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; 19los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza. 20Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo, 21si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús.22En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, 23y renovaos en el espíritu de vuestra mente, 24y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad - Efesios  4:17-24      

La voluntad de Dios es que no andemos como el resto del mundo que solo vive en la vanidad de su mente, alejados de Dios, ignorándolo por completo, hombres que han perdido la sensibilidad y están entregados de lleno a los placeres del mundo.

Nuestro comportamiento NO debe ser así, sino de acuerdo a lo que hemos aprendido de Cristo, nuestro Amado Modelo a seguir. Dios nos pide que debemos despojarnos del viejo hombre como quien se quita los trapos sucios y viejos y nos invita a RENOVARNOS por completo en el espíritu de nuestra mente, es decir a ponernos un TRAJE NUEVO, a cambiar por completo nuestros pensamientos y actitudes de acuerdo a lo que Dios nos muestra en su justicia y santidad de la verdad. TODO, absolutamente TODO lo viejo debe quedar atrás, en el olvido, TODO en nosotros debe ser nuevo: Miradas, pensamientos, palabras, actitudes, etc…

Atrás debe quedar la mentira, los disgustos, los robos, la pereza, el egoísmo, las malas palabras, es decir, TODO lo que contrista al Espíritu Santo. Es necesario sepultar por completo la amargura, el enojo, la ira, la gritería, las malas palabras y TODA malicia. En la nueva vida en Cristo debemos ser Benignos, misericordiosos, sabiendo perdonar, siguiendo el ejemplo de Cristo y el consejo de Dios.   

Que cantidad de enseñanzas PRÁCTICAS en este pasaje, veamos:
           
No andar como el mundo que no conoce de Cristo
Dejar atrás esa vida pasada que realmente nos avergüenza delante de Dios
Despojarnos por completo de la vida anterior.
Entender que esa vieja vida está viciada de deseos engañosos.
Renovarnos en el espíritu de nuestra mente.
Vestirnos del nuevo hombre creado según Dios en la justicia y la santidad de la verdad
Dejar atrás TODA esa vida de pecado: Mentiras, iras, miradas, palabras deshonestas, etc.
Dejar atrás TODO lo que pueda contristar al Espíritu Santo que mora en nosotros.

Resumamos la enseñanza en TRES puntos:

1. El modelo del mundo debe ser totalmente despreciado por el creyente verdadero  (Vs 17-19)
2. Nuestro modelo debe ser el modelo de Cristo. El modelo perfecto  (Vs 20-21)
3. Ese cambio implica una TRANSFORMACIÓN total de nuestra forma de vivir, una vida realmente en santidad  (Vs 22-24)

Dios nos ha recordado hoy lo que es la NUEVA VIDA en Cristo. Quien nos lo recuerda es un Dios SANTO que exige santidad en cada uno de nosotros. ÉL mismo nos mostró que si es posible dejándonos ejemplo a través de Su propio Hijo y de las personas que nos han antecedido obedeciéndole fielmente.

Impacta ver la comparación tan clara que Dios hace de quitarnos los chiros viejos y revestirnos del nuevo hombre, ASÍ tiene que ser, renovación completa

Considero que la mejor forma de aplicar esta enseñanza es permaneciendo en la LUCHA continua contra el pecado, pensando en cada momento : “¿Y Cristo qué haría?”, y hacerlo pensando en eso, en lo que ÉL haría… que sea un hecho… TE RETO a MEMORIZAR TODO el pasaje... Y a VIVIRLO.

¡ Dios mío AYÚDAME, te necesito más que nunca, no me dejes desfallecer !


Fabio