lunes, 4 de junio de 2012

LO QUE HACEMOS CUANDO PECAMOS...


Buenos Días

Hebreos 10:29 ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?

Este versículo me pone a pensar en varias cosas, la primera es el castigo que merecemos por pisotear al Hijo de Dios?, si cuando pecamos sabiendo lo que estamos haciendo, y lo que realmente significa pecar… Jóvenes es Pisotear a Jesucristo, ni mas ni menos… como si te pararas sobre el, y saltaras sobre Jesucristo, y no te importara la salvación que Dios te regalo.

En lo otro que pienso cada vez que paso por este versículo o viene a mi mente, es tener por inmunda la sangre del pacto en la cual fuimos santificados, si la misma sangre que limpio mis pecados, tus pecados y puede limpiar los pecados de toda la humanidad, la misma sangre que santifica tu vida.

Y la última es que afrentamos al Espíritu… y la afrenta significa, cuando haces algo y esto genera vergüenza del acto que hiciste o ejecutaste, si, cuando pecamos el Espíritu de Dios siente vergüenza, de esa mala decisión que tomamos al pecar.

Joven, ten en cuenta y se consiente de que cuando tomas la mala decisión de ceder a la tentación, vas a pisotear al Hijo de Dios, vas a tener por inmunda la sangre de Dios y vas a avergonzar al Espíritu de Dios.
Que tengas una buena semana.

domingo, 3 de junio de 2012

ES DIOS QUIEN LO HACE TODO!!

Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. 
Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. 
 Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor. 
Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. 
Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. I Corintios 3:6-10

Muy buenas tardes para todos, me gustaría compartirles devocionalmente algo que me enseñó Dios y tiene que ver con el discipulado que se realiza en la Iglesia local, en misiones y aún en cada conversación que tengo con los creyentes o incrédulos.

El apóstol Pablo se encuentra escribiendo a la Iglesia de Corinto y me impactaba la manera en que Dios en su infinita misericordia nos tiene en cuenta para llevar su mensaje de salvación y nos usa como instrumentos suyos para edificar y sobreedificar a los creyentes, Pablo compara el proceso en el que la palabra llega al creyente hasta el crecimiento espiritual que dura toda la vida con el de una planta. Pablo PLANTÓ, Apolos REGÓ pero el CRECIMIENTO lo da DIOS, tenemos la responsabilidad de llevar la semilla, plantar la semilla, la palabra de Dios y regarla con más palabra de Dios, pero es Dios quien da el crecimiento, de nada sirve si se planta, se riega y luego se marchita, es nuestro Señor el que hace todo, por eso no podemos gloriarnos sino en Él.

Luego el vr 7 dice que el que planta y el que riega son iguales somos nada, ya que es Dios quien cuida el crecimiento de cada creyente, nuestra labor, como he aprendido últimamente es orar y orar y orar mucho para que ese fruto permanezca.

También me impactaba que tanto el que planta como el que riega recibirán su recompensa debido al trabajo personal de cada uno, todos rendiremos cuentas a Dios de manera personal por la manera en que edificamos y esto incluye aún las conversaciones cortas o largas que tenemos con los creyentes ya que algún consejo o frase puede marcar mucho a un creyente y llevarlo a tomar decisiones, (Dios siempre esta en control) por lo tanto debe ser la Biblia quien nos hable o simplemente referir a ese creyente a los pastores de nuestra Iglesia.

Somos colaboradores de Dios, por su misericordia, nos tiene en cuenta como sus ayudantes, como sus siervos y debemos hacerlo con tacto, como arquitectos cuidadosos, mirando como estamos edificando o sobreedificando sobre algún creyente, esto me lleva a pensar en los creyentes que reciben cada 8 días a un misionero diferente y las responsabilidad de cada uno para sobreedificar con mucho cuidado, algo que todos debemos tener en cuenta a la hora de discipular o aun de ser discipulados.

Un abrazo, Feliz semana de sobre edificación bíblica, Sigamos orando por Dany y Johanita!!