sábado, 17 de enero de 2015

JUECES SABIOS Y EXPERTOS

Esta semana comencé el libro de Deuteronomio, Dios nos narra que después de 40 años de vagar por el desierto finalmente les entregada a los israelitas la tierra prometida que juró a Abraham, Isaac y Jacob.

Moisés hace un detallado recuento de todos y cada una de los hechos y circunstancias más importantes desde la salida de Egipto hasta Canaán, el primero de ellos el que se encuentra referenciado en Éxodo 18:13 y tiene que ver con el nombramiento de jueces; miremos Deuteronomio 1:14-18: “Y me respondisteis y dijisteis: Bueno es hacer lo que has dicho. Y tomé a los principales de vuestras tribus, varones sabios y expertos, y los puse por jefes sobre vosotros, jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez, y gobernadores de vuestras tribus. Y entonces mandé a vuestros jueces, diciendo: Oíd entre vuestros hermanos, y juzgad justamente entre el hombre y su hermano, y el extranjero. No hagáis distinción de persona en el juicio; así al pequeño como al grande oiréis; no tendréis temor de ninguno, porque el juicio es de Dios; y la causa que os fuere difícil, la traeréis a mí, y yo la oiré. Os mandé, pues, en aquel tiempo, todo lo que habíais de hacer.”

El desafío de la multiplicación del pueblo
El nombramiento de los jueces para el pueblo de Israel se basó en la realidad que vivió Moisés y era la reproducción que se estaba dando en medio de ellos la cual era una bendición y promesa divina; siendo imposible que él solo pudiera estar a cargo de tantas personas.

Miremos Deuteronomio 1:9-11: “En aquel tiempo yo os hablé diciendo: Yo solo no puedo llevaros. Jehová vuestro Dios os ha multiplicado, y he aquí hoy vosotros sois como las estrellas del cielo en multitud. ¡Jehová Dios de vuestros padres os haga mil veces más de lo que ahora sois, y os bendiga, como os ha prometido!”

Los retos de los futuros jueces
El apoyo que necesitaba Moisés no era una tarea sencilla, los jueces deberían enfrentar un panorama bastante complejo como nos enseña Deuteronomio 1:12: “¿Cómo llevaré yo solo vuestras molestias, vuestras cargas y vuestros pleitos?”. Es tan amplio el significado de estas tres palabras que trataré de simplificarlo al máximo para darnos una idea del encargo de Moisés; la palabra molestia denota fatiga, perturbación, enfado, fastidio, desazón originada de leve daño físico o falta de salud, inquietud del ánimo, falta de comodidad o algún tipo de impedimento; la palabra carga en este contexto se refiere a los cuidados y aflicciones del ánimo; y finalmente la palabra pleito denota contienda, diferencia, disputa, y litigio judicial entre partes.

Las calidades de los jueces
Teniendo claros los objetivos del ejercicio para los jueces Moisés requirió hombres con calidades especiales para juzgar con la sabiduría entendimiento y experiencia necesaria que esa labor demandaría. Observemos Deuteronomio 1:13:Dadme de entre vosotros, de vuestras tribus, varones sabios y entendidos y expertos, para que yo los ponga por vuestros jefes.”

La respuesta del pueblo
Los habitantes de Israel fueron receptivos y en medio de ellos se encontraron hombres con las calidades que Dios exigía, dignos de ser declarados jueces por parte de Moisés como nos muestra Deuteronomio 1:14-15: “Y me respondisteis y dijisteis: Bueno es hacer lo que has dicho. Y tomé a los principales de vuestras tribus, varones sabios y expertos, y los puse por jefes sobre vosotros, jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez, y gobernadores de vuestras tribus.”

La manera justa de juzgar
Finalmente después del nombramiento de los jueces Moisés les ordeó como ejercer la autoridad que emanaba de Dios respecto de su pueblo, corroborémoslo con Deuteronomio 1:16-17: “Y entonces mandé a vuestros jueces, diciendo: Oíd entre vuestros hermanos, y juzgad justamente entre el hombre y su hermano, y el extranjero. No hagáis distinción de persona en el juicio; así al pequeño como al grande oiréis; no tendréis temor de ninguno, porque el juicio es de Dios; y la causa que os fuere difícil, la traeréis a mí, y yo la oiré. Os mandé, pues, en aquel tiempo, todo lo que habíais de hacer.”

Jóvenes, así como Israel se multiplicaba la Iglesia de Cristo se está multiplicando y se necesitan hombres y mujeres sabios, entendidos y expertos, que apoyen el ministerio y coadyuven a los pastores y líderes en el desarrollo de sus funciones, teniendo claro que cualquier autoridad proviene de Dios mismo, que implica desafíos importantes y es un deber divino ejercerla siendo justos e imparciales.


viernes, 16 de enero de 2015

Lo BÁSICO para tener una BUENA REALACIÓN con DIOS


 
Jóvenes, es muy provechoso comenzando el año que recordemos que hay cinco cosas fundamentales que Dios nos pide a fin de que seamos prosperados :

Ø  Que temamos a Jehová nuestro Dios

Ø  Que andemos en sus caminos

Ø  Que lo amemos

Ø  Que le sirvamos con todo nuestro corazón y con toda nuestra alma

Ø  Que guardemos sus mandamientos y sus estatutos

Quieres verlas?, las encontramos en el libro de Deuteronomio, analicémoslas:

12Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y     sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; 13que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te            prescribo hoy, para que tengas prosperidad? 14He aquí, de Jehová tu Dios son los cielos, y los cielos de los cielos, la tierra, y todas las cosas que hay en ella. 15Solamente de tus padres se agradó Jehová para amarlos, y escogió su descendencia después de ellos, a vosotros, de entre todos los pueblos, como en este día. 16Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz. 17Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas, ni toma cohecho; 18que hace justicia al huérfano y a la viuda; que ama también al extranjero dándole pan y vestido. 19Amaréis, pues, al extranjero; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. 20A Jehová tu Dios temerás, a él solo servirás, a él seguirás, y por su nombre jurarás. 21El es el objeto de tu alabanza, y él es tu Dios, que ha hecho contigo estas cosas grandes y terribles que tus ojos han visto. 22Con setenta personas descendieron tus padres a Egipto, y ahora Jehová te ha hecho como las estrellas del cielo en multitud. Deuteronomio 10:12-22

Parece fácil llevarlas a cabo, pero si analizamos cada una de ellas veremos que hay mucha mediocridad en nosotros y que es necesario hacer cambio fundamentales a fin de poderle agradar y así esperar respuestas positivas a nuestras peticiones.

Debemos entender que Dios es el AMO absoluto de TODA la creación (Job 38-39) y que por lo tanto tiene todo el derecho para exigirnos obediencia. Dios sabe a quién escoge, con quien trabaja, y en estos tiempos, a ÉL le agradó escogernos a nosotros como sus hijos y como sus siervos a fin de que cumplamos con una misión divina. Ahora, Él nos pide limpieza de corazón a fin de ser dignos de ser sus testigos. Por tanto es necesario ser santos y estar completamente limpios a fin de ser sus dignos embajadores.

Dios es Dios, Rey de Reyes, Señor de Señores y jamás va a cometer  errores en lo que hace. Es necesario e indispensable obedecerle en TODO amando a todos los seres humanos, sintiendo dolor por las almas de TODOS los hombres. Es necesario temer a Dios, servirle, seguirle, entendiendo que solo ÉL es el objeto de nuestra alabanza. Dios nos ha mostrado SU PODER y su SABIDURÍA a través de toda la historia. La Biblia es un libro abierto de pasta a pasta ante nuestros ojos para que conozcamos TODA la verdad. No tenemos la más mínima disculpa, toda la VERDAD ha sido revelada ante nuestros ojos y ahora es INDISPENSABLE seguir los mandamientos de Dios al pie de la letra.

Dios nos recuerda HOY lo básico para tener una Buena Relación con Dios, ese Dios indescriptible, dueño y amo de TODA la creación que tiene la delicadeza de mostrarnos clara detalladamente lo que espera del ser humano

Es muy lindo y alentador el poder ver con claridad estas cinco cosas tan sencillas pero tan difíciles que Dios me pide : Temerle, andar en sus caminos, amarlo, servirle y Obedecerle

Ojalá, a partir de hoy empecemos a aplicar esta enseñanza en nuestras vidas, temiéndole a Dios, andando en sus caminos, amándolo de corazón, sirviéndole desinteresadamente y obedeciendo a cada uno de sus mandamientos. Tomando decisiones serias en cuanto al pecado, en cuanto al trabajo en la obra, en cuanto al fruto.

¡¡¡ Que para ti en este 2015, EL VIVIR sea CRISTO !!!

jueves, 15 de enero de 2015

OIR Y HACER...GUARDÉMONOS SIN MANCHA DEL MUNDO

Esta tarde tres pasajes que me tocaban esta mañana, llevándome a meditar en algunas áreas de mi vida en particular.

Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.” – Santiago 1:12.

Dios ha prometido la corona de vida a aquellos que le aman. Te preguntarás ¿Qué es amar a Dios? El Señor nos da la respuesta en Juan 14:15.

Amar a Dios es guardar sus mandamientos, entendiendo que los mismos no son gravosos y traen bendición a nuestra vida. Somos bienaventurados (nos irá bien) cuando oímos y hacemos lo que La Palabra de Dios nos ordena.

Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos” – Santiago 1:22.

Cuando oímos la voz de Dios, por más linda y tierna que nos parezca (lo escribo así porque en ocasiones salimos de alguna enseñanza o predicación de la Biblia donde decimos: ¡Que Enseñanza!); pero no la hacemos, nos engañamos a nosotros mismos. Punto. Dios demanda obediencia de nosotros sus hijos, y volviendo al primer pasaje de esta tarde, El mismo espera que seamos fieles soportando la tentación, haciéndonos “merecedores” de la corona de vida que él ha prometido a quienes le aman.

Para terminar el último pasaje en el mismo capítulo 1 de Santiago, y a manera de conclusión:

y guardarse sin mancha del mundo”.Santiago 1:27c.

miércoles, 14 de enero de 2015

SOMOS SABELOTODOS??

Hay un rasgo en la personalidad que la mayoría padecemos en alguna medida y es el opinar con altivez acerca de la vida de los demás o de las circunstancias que nos rodean.

No hablo de la imprudencia y tampoco se podría encasillar en el juzgar a los demás porque en algunos casos esa no es la intención.

Cualquiera puede notarlo, se trata de aquellos que sin haberle pedido su opinión se entrometen en la vida de los demás de acuerdo a su propia “sabia experiencia”.

Un ejemplo muy común es cuando alguien va a viajar a algún lugar y en mayor medida cuando los padres tienen a su primer hijo. Todo el mundo quiere opinar!!

En La Palabra de Dios la piadosa madre del profeta Samuel debió sufrir los efectos fastidiosos de éste mal, ya que en su famoso cántico de gratitud al Señor  ella incluye su sentir en un versículo que me impactó:

“No multipliquéis palabras de grandeza y altanería; cesen las palabras arrogantes de vuestra boca; porque el Dios de todo saber es Jehová, y a el toca pesar las acciones” 1 Samuel 2:3

En palabras muy actuales “No te creas tan sabelotodo, el único que lo sabe todo es Dios”

Reflexionemos: utilizo palabras de grandeza para referirme a mis logros y querer mostrarme a los demás?
Utilizo palabras de altanería para tratar a los demás como si sus experiencias fueran poca cosa?
Utilizo palabras arrogantes para medir el comportamiento o las decisiones de los otros sin conocer siquiera el contexto o las intenciones del corazón?

Cuidémonos de pecar con nuestra boca y hacer sentir mal a los demás con palabras y comentarios desafortunados que hacen que nuestras relaciones entra amigos, familiares y hermanos en la fe, se deterioren muchas veces sin reversa.

Sigamos el consejo de Ana, la mamá de Samuel, no multipliquemos palabras de grandeza y altanería, que cesen las palabras arrogantes de nuestra boca. El Dios de todo saber SOLO ES DIOS!!


La prepotencia nos hace vernos fuertes ante los demás por un momento , pero la humildad nos hace fuertes para Dios toda la vida.