sábado, 25 de febrero de 2017

DIOS ESTÁ CON NOSOTROS

Esta entrada se relaciona directamente con la nueva vida que comenzamos a gozar desde que profesamos nuestra fe en el Señor Jesucristo.

Isaías 57:15
“Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.”

Dios habita literalmente en la iglesia. Él no es lejano, Él vive y mora con nosotros. El vivificó nuestro espíritu con el Espíritu Santo y dio vida a nuestro corazón roto y dolorido. Dios siempre estará con nosotros y nada puede quitarnos la oportunidad de disfrutar de su vida en la nuestra.

Miremos algunos versículos sobre esa verdad incomprensible para la humanidad incrédula y que por fe se materializó en nosotros al momento de profesar nuestra fe en Cristo.

Juan 14:20
“En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.”

Juan 17:23
Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.”

Gálatas 2:20
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.”

Colosenses 1:27
“… a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria,”

I de Juan 3:24
“Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.”

Jóvenes, dejemos que la vida misma de Dios se manifieste en nuestro devenir diario, mostrémosle al mundo nuestra nueva condición.

Con afecto honesto.


MAC

viernes, 24 de febrero de 2017

CONFIANZA en Dios, Él es mi LUZ y mi SALVACIÓN


Si Dios es mi luz y mi salvación, no debo temer a nadie más, si Dios es la fortaleza de mi vida, no tengo porqué atemorizarme de nada ni de nadie, debo depositar toda mi confianza en ÉL, y esperar en Él.

1 Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? 2 Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron. 3 Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado. 4 Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo. 5 Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; Me ocultará en lo reservado de su morada; Sobre una roca me pondrá en alto. 6 Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean, Y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo; Cantaré y entonaré alabanzas a Jehová. - Salmo 27:1-6      

Aunque parezca que el momento que vivimos es un momento de total abandono de parte de nuestros supuestos “amigos”, todos ellos nos han volteado la espalda, nos rechazan, se burlan, aún nos persiguen al negarnos el mismo trabajo. La promesa de DIOS es que ellos tropezarán y caerán, aunque no es lo que queremos, pero Dios nos promete victoria, no necesariamente haciéndoles daño.

Esperemos a que Dios nos saque adelante, sin tener temores de ninguna clase, sino entregándole a ÉL TODAS nuestras cargas. Nuestro clamor a Dios debe ser que yo y mi familia sirvamos a Jehová TODOS los días de nuestra vida, hasta que ÉL nos lleve a su presencia.

Dios nos promete victoria y que nunca nos va a abandonar. Nuestra FE no debe desfallecer. Debemos esperar en ÉL.

Varias cosas importantes para recordar y VIVIR:     
  • No temer a nadie, confiar en Dios
  • No atemorizarme de nadie, confiar en Jehová que es la fortaleza de mi vida.
  • Esperar confiadamente en la ayuda de Dios y entregarme de lleno a ÉL.
  • Así se junten TODOS contra nosotros, debemos vivir confiados en el Señor.
  • No temer al hombre, sino temer a Dios que puede poner y quitar la vida
  • Clamar a Dios para que nos permita seguir trabajando para ÉL sin desfallecer.
  • Aprender a vivir con lo que DIOS NOS DA, y servirle realmente de corazón y desinteresadamente.
  • Entender que las promesas de Dios son REALES y que nunca nos va a desamparar.

 Un BOSQUEJO sencillo que resume la enseñanza…

1. En ÉL puedo confiar plenamente (Vs 1-3)
2. A ÉL puedo suplicar MI PROTECCIÓN en medio de la maldad (Vs 4-5)
3. En ÉL tendré la VICTORIA (Vs 6)

Dios vuelve y nos recuerda nuestra CONFIANZA en Dios, Él es nuestra LUZ y nuestra SALVACIÓN. ÉL es un Dios amoroso y protector, que permite pruebas muy duras en nuestras vidas, pero jamás nos va a desamparar.

Impacta ver la enseñanza de David en cuanto a servir al Señor todos los días de su vida, tal como debemos hacerlo nosotros, dispuestos a hacer lo que sea con la plena certeza de que Dios siempre estará a nuestro lado.

Apliquémoslo, sirviendo a Dios y a su Obra de una manera TOTAL, integra, desinteresada, enfrentando las situaciones que tengamos que enfrentar, aun humillaciones, en silencio, descargando todas nuestra angustias sobre ÉL, y esperando su guía absoluta a fin de no equivocarnos en nada.

Dios y yo somos mayoría. Adelante…


Fabio