sábado, 25 de noviembre de 2017

ATALAYAS RESPONSABLES


Nos encontramos recorriendo el libro de Ezequiel, vamos a revisar un pasaje del capítulo tercero, porción de la Biblia que estudiamos el 22 de julio de 2013 y en la cual hoy vamos a ahondar.

Ezequiel 3:16-21
“Y aconteció que al cabo de los siete días vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte. Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano. Pero si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad y de su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma. Si el justo se apartare de su justicia e hiciere maldad, y pusiere yo tropiezo delante de él, él morirá, porque tú no le amonestaste; en su pecado morirá, y sus justicias que había hecho no vendrán en memoria; pero su sangre demandaré de tu mano. Pero si al justo amonestares para que no peque, y no pecare, de cierto vivirá, porque fue amonestado; y tú habrás librado tu alma.”

Oír la palabra de Dios

Esta acción se deriva de la relación constante con Dios y es fiel reflejo de la fluida comunicación con Él. Ezequiel se nos muestra como ejemplo de ello, hoy para la Iglesia y el creyente es la consecuencia directa de la cita diaria (oración y devocional), el discipulado y las prédicas dominicales.

Nuestra posición de privilegio

El atalaya es un cargo militar en el que un hombre se encuentra destinado a registrar desde la torre que lleva su nombre, hecha comúnmente en lugar alto, el campo o el mar y dar aviso de lo que se descubre. En términos espirituales se concreta en el estado o posición desde la que se aprecia bien la verdad contenida en la Palabra de Dios.

La responsabilidad como atalayas

Quien cumpla la función de atalaya debe estar vigilante y alerta para dar aviso sobre cualquier situación irregular y poder ejecutar las debidas acciones de guerra. Dios encargó a Ezequiel esta tarea de tener la visión de la verdad y transmitir su mensaje al pueblo de Israel. Hoy nosotros tenemos el Ministerio de la Reconciliación y la verdad que debemos dar a conocer es el Evangelio del Señor Jesucristo.

Las consecuencias de callar

Al evangelizar advertimos a los inconversos sobre el pecado y sus secuelas, así como la única posibilidad real que existe para ser librados de ellas para siempre, independientemente de la decisión personal del evangelizado de aceptar o rechazar a Jesús después de oír el mensaje de Dios de nuestros labios.

Sin embargo, al retener el mensaje no cumplimos la Gran Comisión y como en el caso de Ezequiel tendremos una culpa compartida en la condenación eterna de familiares y amigos.

Jóvenes, recordemos II de Corintios 5:10: "Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo." En ese proceso judicial daremos cuentas de todas y cada una de las acciones y omisiones derivadas de nuestra calidad de creyentes y soldados de Jesús.

Hoy que no hay reunión del ministerio aprovechemos el tiempo y reflexionemos en estas palabras.

Saludos.

. M .

viernes, 24 de noviembre de 2017

CONSEJOS MUY PRÁCTICOS


Dios pacientemente nos vive recordando nuestros deberes como cristianos y qué mandamientos tan contundentes los que nos trae hoy, veamos:

1Permanezca el amor fraternal. 2No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles. 3Acordaos de los presos, como si estuvierais presos juntamente con ellos; y de los maltratados, como que también vosotros mismos estáis en el cuerpo. 4Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios. 5Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré; - Hebreos 13:1-5

Dios nos recuerda muchas cosas que debemos considerar en nuestro día a día como auténticos cristianos: El amor fraternal, la hospitalidad, los presos, los maltratados, el matrimonio y el lecho sin mancilla, el alejamiento del adulterio y la fornicación (No tienen parte en nuestra vida).

El Señor de muchas maneras y en diferentes lugares de la Biblia nos exhorta a no ser avaros, a estar contentos con la provisión que ÉL nos da, y a confiar en su promesa de que ÉL no nos desamparará, ni nos dejará. Dios es FIEL, si nosotros permanecemos fieles, obedeciéndole en TODO, haciendo las cosas como ÉL nos manda, todo nos va a salir bien. El plan de Dios no es que vivamos en la abundancia, porque lo más seguro es que nos vamos a olvidar de ÉL, es una actitud casi natural en el ser humano.

Dios sabe perfectamente cómo tratar con nosotros. ÉL pone cada recurso en el momento y la cantidad apropiada de acuerdo a lo que ÉL ve que necesitamos y aún sin merecerlo nos da mucho más. Nuestra FE debe ser PLENA, confiando y esperando en que Dios NO se equivoca y que cumplirá fielmente cada cosa que nos haya prometido. Nuestro deber es obedecerle y dentro de esa obediencia está el no comulgar con la AVARICIA, estando contentos con nuestra situación. Si tenemos techo, abrigo y comida, no nos angustiemos ni afanemos por tener más, estemos contentos con eso.

Es nuestro deber como cristianos auténticos confiar en la ayuda de Dios, con la plena certeza de que ÉL no nos abandonará y no permitirá que el mundo nos haga daño. No debe haber en nosotros ningún temor por lo que los hombres puedan hacernos, nuestra confianza debe estar plenamente puesta en nuestro Padre celestial.

De verdad que estos sabios consejos deberíamos pegarlos en nuestras mentes y corazones de una manera IMBORRABLE:
  • Permanecer en el amor para con mis hermanos
  • Ser buenos hospedadores
  • Acordarme de los presos y de los maltratados
  • Darle todo el honor y pureza a nuestro matrimonio
  • Entender la justicia de Dios contra los fornicarios y adúlteros
  • La avaricia no debe formar parte de nuestra vida
  • Debemos estar contentos con lo que tenemos
  • Debemos confiar ciegamente, con mucha FE, en que el Señor no nos desamparará, ni nos dejará
  • Es necesario DAR GRACIAS a Dios por el privilegio de tener una vida, una familia y una Iglesia como la que tenemos.
  • Confiar plenamente en Dios que es mi Ayudador
  • No temer a lo que puedan hacernos los hombres, tenemos la PLENA protección de Dios.


Dios nos recuerda nuestros deberes cristianos:

1. El AMOR FRATERNAL debe ser permanente, siendo buenos hospedadores (Vs 1-2)
2. En nuestras peticiones deben estar siempre los PRESOS por el pecado y los maltratados (Vs 3)
3. Nuestro matrimonio debe resplandecer en TODO  (Vs 4)
4. Nuestras COSTUMBRES deben estar de acuerdo a lo que Dios quiere, confiando en su fiel provisión, esperando en ÉL (Vs 5)

Es muy importante entender nuestros deberes básicos como cristianos y estar contentos con lo que Dios nos da día a día. Son consejos que vienen de un Dios SABIO y paciente, muy buen CONSEJERO, CUIDADOR que día a día nos da muchísimo más de lo que necesitamos y nos merecemos.

Dios me impacta con la forma como ÉL nos invita a cumplir con los deberes básicos de un cristiano y a no comulgar nunca con la avaricia, sino que disfrutemos de lo que tenemos AHORA con la plena certeza que ÉL nunca nos va a desamparar.

Tenemos MUCHO para aplicar en el día a día, siendo más misericordiosos con los demás, entregándonos más y más, pensando más en los presos y de los maltratados, predicando y luchando contra el adulterio y la fornicación, quitando de nuestra mente y de nuestro corazón toda intención de tener abundancia, y disfrutando el día a día con lo que Dios nos da. Nuestra fe no debe desfallecer y debemos confiar plenamente en que Dios nunca nos dejará ni nos desamparará.


Fabio