sábado, 10 de diciembre de 2016

MADRUGAR A BUSCARTE

Avanzando en el libro de Isaías Dios nos mostró el siguiente versículo:

Isaías 26:9
Con mi alma te he deseado en la noche, y en tanto que me dure el espíritu dentro de mí, madrugaré a buscarte; porque luego que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia.”

A comienzos del año, exactamente el 3 de enero escribimos sobre Salmos 4:4-5, esa porción de la Palabra de Dios, a través de la cual nos invita a no pasar una noche sin que antes de dormir, ahí en nuestro lecho, entremos en intimidad espiritual con él.  

Isaías en igual sentido nos invita a que en nuestro lecho antes de dormir anhelemos tener un encuentro cercano con nuestro Padre Creador y que muy temprano en la mañana concretemos ese deseo y tengamos nuestra cita diaria con el Rey de reyes y Señor de señores.

Todo nuestro ser esperando el encuentro con Dios

Salmos 63:1-2
“Dios, Dios mío eres tú;
De madrugada te buscaré;
Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela,
En tierra seca y árida donde no hay aguas,
Para ver tu poder y tu gloria,
Así como te he mirado en el santuario.”

Nuestro Señor espera por nosotros todos los días para que acudamos a su encuentro y saciemos nuestra necesidad de él.

El ejemplo de Jesús

Marcos 1:35
Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba”

Nuestro modelo perfecto de conducta, Dios encarnado en la forma de hombre nos enseñó de manera práctica cómo hacerlo.

Jóvenes, asumamos el reto de levantarnos antes de la salida del sol, acudamos a la cita diaria con Dios, hablemos con él y oigamos su voz a través de la Biblia.

Hoy es nuestra última reunión, llegan el fin de año y con ello el desenfreno decembrino, es una buena época para demostrar la calidad de nuestra fe y hacer resaltar nuestra santidad en medio de las filosofías, tradiciones e ideas insipientes sobre la espiritualidad del mundo combinadas con el consumismo material.

Esta tarde va ser especial, hasta entonces.


MAC

viernes, 9 de diciembre de 2016

PACIENCIA, EL SEÑOR VIENE PRONTO


Dios nos pone a reflexionar en esta época de navidad cuando celebramos el advenimiento del Mesías, a que seamos pacientes y a que oremos,  entendiendo que el señor ya viene

7Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. 8Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca. 9Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta. 10Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. 11He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo. Santiago 5:7-11

Realmente lo que vemos a nuestro alrededor día a día es lo que el Señor ha profetizado claramente en su Palabra. Todo se está dando, si realmente escudriñáramos a fondo cada profecía, nos daríamos cuenta que es como si estuviéramos viendo una película por segunda vez, donde estamos viendo lo que ya sabemos que va a pasar.

Realmente los tiempos del fin están MUY cerca y el Señor nos ha hecho todas las advertencias del caso, y ahora nos pide que tengamos PACIENCIA, que no nos angustiemos, que no nos desesperemos, que su venida está cerca. Y qué bonito, que para darnos consuelo y seguridad, el Señor nos pone el ejemplo del labrador que siembra la semilla y pacientemente espera recibir la lluvia que prospere su cosecha.

Dios nos pide hoy, que ASÍ como el labrador, debemos esperar pacientemente, afirmando nuestros corazones y esperando el FRUTO que Dios nos dará para presentarlo a sus pies. Es un hecho, todo lo que vemos y oímos es una clara manifestación del cumplimiento de la profecía. El Señor viene pronto, no nos angustiemos y esperémoslo pacientemente y debidamente preparados.  Debemos trabajar arduamente, sin quejarnos, siguiendo el ejemplo de los profetas, realmente somos bienaventurados cuando sufrimos por la causa de Cristo.

¿ Qué más ejemplos que el de Job y el de nuestro Amado Jesús ?       

Algunas RECOMENDACIONES importantes para tener muy en cuenta sobretodo en esta época:
           
  • Tener paciencia hasta la venida del Señor.
  • Sembrar y esperar pacientemente el fruto de la siembra de la Palabra
  • Hay que regar permanentemente la semilla sembrada, a fin de que florezca y de fruto.
  • Debemos afirmar nuestros corazones alimentándonos de Su Palabra
  • Tener plena confianza en que el día del Señor se acerca.
  • No quejarnos
  • Seguir el ejemplo de los profetas y el ejemplo de Jesús.


Resumiéndolo en tres puntos:

1. La PACIENCIA es imprescindible en la Obra del Señor (Vs 7-8)
2. La MISERICORDIA con los demás también es muy necesaria, dejar todo en manos de Dios (Vs 9)
3. La Biblia está llena de ejemplos de hombres PACIENTES y misericordiosos, Jesús y Job entre otros (Vs 10-11)

Jovencitos, Paciencia, paciencia, paciencia, el Señor viene pronto, no nos quejemos, es el consejo de un  Dios que siempre ha sido FIEL y seguirá siendo fiel a sus promesas y que vendrá MUY PRONTO por nosotros, por tanto no debemos desesperarnos ni quejarnos, ÉL siempre nos dejó ejemplo, no tenemos que inventarnos nada.

Realmente impacta ver la comparación que Dios hace de las labores del campo con la paciencia que debemos tener preparándonos, sembrando y esperando la venida gloriosa de nuestro amado Señor.

Vamos a aplicarlo, especialmente en esta época, no desfalleciendo ante ninguna circunstancia por difícil que parezca y animando a mis hermanos a no desfallecer sino esperar pacientemente la venida de nuestro Amado Señor, sin quejarme absolutamente por NADA.

Disfrutemos, gocémonos viendo la claridad con que se cumplen las profecías,


Fabio

martes, 6 de diciembre de 2016

¿QUÉ VOY A ESCOGER?

David tenía un amor puro y sincero por la ley de Dios, por sus mandamientos, no había nada de hipocresía, de mentira, nada semejante, un corazón verdaderamente entregado a Dios, inclinado a cumplir los mandamientos de Dios los cuales eran su delicia, su meditación y es lo que Dios NOS quiere llevar esta mañana, a que inclinemos el corazón a su palabra, que la pongamos por encima de todas las cosas y Dios estará con nosotros.

Salmo 119: 166-167 “Tu salvación he esperado, oh Jehová, y tus mandamientos he puesto por obra.
Mi alma ha guardado tus testimonios, y los he amado en gran manera.”

Si amo en gran manera la palabra de Dios se verá reflejado en obediencia y por ende en amor a Dios y lo que él ama y él me salvará de toda obra mala, de cada situación, puedo esperar y confiar en su salvación, porque sus mandamientos he puesto delante de mí y todos mis caminos están delante de él, no hay nada que le pueda ocultar, todo se lo he manifestado. Una verdadera relación con nuestro Señor es lo nos muestra David y es lo que necesitamos, no aguas tibias para calmar el momento y luego seguimos con nuestra vida como si nada.

(161, 163, 165) “Príncipes me han perseguido sin causa, pero mi corazón tuvo temor de tus palabras.
La mentira aborrezco y abomino; tu ley amo.
Mucha paz tienen los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo.”

Dios quiere una vida recta, irreprensible, en santidad y su palabra respalda esta decisión que debo tomar si en verdad quiero seguir, cumplir los mandamientos de Dios, sus caminos.
Su palabra causa temor en mí antes de los que persiguen mi vida, un amor tan profundo que no importa lo que hagan yo le temo es a mi Señor, a su palabra antes que a los hombres. La biblia nos hace aborrecer la mentira, abominarla y por ende crece nuestro amor por ella; nos da mucha paz y no hay para nosotros tropiezo. Dios nos da todas las razones por las cuales debemos amar su palabra, confiar en lo que ella nos dice, es para nuestro bien, para que él haga resplandecer su rostro sobre nosotros y conozcan de él, de su amor, de eso se trata, es lo que Dios quiere causar a través de sus hijos y David lo entendió y por esto pudo escribir este salmo que es lleno de amor por su palabra, por sus mandamientos, eran su regocijo, su amor más grande, su alabanza, su delicia, su porción.

(169, 176) “Llegue mi clamor delante de ti, oh Jehová; dame entendimiento conforme a tu palabra.
Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, porque no me he olvidado de tus mandamientos.”

Dos cosas Dios nos dice para terminar, primeramente que le clamemos para que nos de entendimiento en su palabra, en sus mandamientos, que lo podamos comprender, digerir, disfrutar, amar con todo el corazón, es un clamor verdadero y lo segundo que no nos olvidemos de sus mandamientos, que no nos permita andar como ovejas descarriadas es lo peor que podríamos hacer.

Dios quiere una decisión y es que escojamos sus mandamientos como lo dice el Salmo 119: 173 esa firme decisión y no la mentira, la hipocresía. ¿QUÉ VAMOS A ESCOGER?

Un abrazo.

Jorge L.