sábado, 12 de diciembre de 2015

UN PACTO COHERENTE CON NUESTRA CONDICIÓN

Vamos a leer detenidamente el siguiente pasaje contenido en el capítulo 31 del libro de Job que trata sobre la integridad de un varón de Dios.

Job 31:1
“Hice pacto con mis ojos;
¿Cómo, pues, había yo de mirar a una virgen?”

Job narra un hermoso compromiso hecho con una de las fuentes del pecado: sus propios ojos y relaciona un acuerdo de voluntad con el respeto que merecen todas las mujeres por parte de los hombres.

Durante tres semanas estuvimos estudiando el noviazgo en nuestras reuniones del ministerio y entre la temática tratada se hizo referencia a la sexualidad, entendiendo claramente cuáles son los límites y condiciones que fija Dios en su Palabra para este aspecto de la vida de los creyentes.

Los Diez Mandamientos
La frase de Job nos lleva directamente las reglas de conducta establecidas por Dios en el decálogo base de todas legislaciones civiles del mundo.

Éxodo 20:14
“No cometerás adulterio.”

Deuteronomio 18:22
“No cometerás adulterio.”

Éxodo 20:17
“No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.”

Deuteronomio 5:21
No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni desearás la casa de tu prójimo, ni su tierra, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.”

La rigurosidad de Cristo
Jesús fue más allá del hecho consumado, complementó el compromiso de Job y lo relacionó directamente con lo que se encuentra en nuestro corazón y el área de nuestros pensamientos.

Mateo 5:27-28
“Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.”

El ideal cristiano
Pablo enseñó cual es el deber ser y el común denominador en el marco de la vida cristiana.

I de Tesalonicenses 4:2-4
“Porque ya sabéis qué instrucciones os dimos por el Señor Jesús; pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor;

Jóvenes, especialmente los hombres, meditemos en las palabras de Job, hagámonos esa misma pregunta qué el mismo se hizo teniendo en cuenta la integridad de un hombre de fe, analicemos nuestras respuestas y concluyamos cómo estamos mirando a las mujeres de la iglesia y también a las mujeres del mundo, es nuestro deber guardar el debido respeto a las vírgenes y a las desposadas.

Si no tenemos una compañera ideal durante nuestro camino pasajero por esta tierra que ello no sea impedimento para seguir aferrados a Cristo. Que sea Dios directamente el que conceda esta compañía ideal.

Nos vemos esta tarde. 


MAC 

viernes, 11 de diciembre de 2015

FIELES ADMINISTRADORES DE LA GRACIA DE DIOS


Hemos recibido toda la Gracia de Dios, ¡Que privilegio!, somos salvos por GRACIA, porque a Dios así le plació hacerlo, ahora, como buenos administradores de esa gracia, debemos seguir las pisadas de Aquel que nos amó y entregó su vida por nosotros, quiero que hoy analicemos lo que nos enseña el apóstol Pedro sobre el tema:

1Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado, 2para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios. 3Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías. 4A éstos les parece cosa extraña que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y os ultrajan; 5pero ellos darán cuenta al que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos. 6Porque por esto también ha sido predicado el evangelio a los muertos, para que sean juzgados en carne según los hombres, pero vivan en espíritu según Dios. 7Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración. 8Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados. 9Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones. 10Cada uno  según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. 11Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén. - I Pedro  4:1-11

El apóstol Pedro nos recuerda que debemos armarnos de sus pensamientos, de su ejemplo, de sus virtudes, de sus hábitos y terminar con esa vida de pecado que habita en nosotros y dejar ya mismo atrás todo indicio de concupiscencia, luchando a brazo partido, en intima oración y comunión con Dios contra aquellas cosas que estorban nuestra íntima relación con Dios y que afectan nuestro testimonio ante el mundo.

Es necesario dejar ya mismo las lascivias (Deleites carnales), las concupiscencias (Deseo de bienes terrenales), las embriagueces, las orgías, la disipación (Malgastar las cosas-Regalos de navidad inútiles) y las abominables idolatrías. Todas estas cosas ya deben pertenecer al pasado, el mundo debe darse cuenta de que ya no andamos en ellas, y seguramente nos ultrajarán por ello y si así lo hacen, dejémoslo en manos de Dios, es a ÉL a quien han de rendir cuenta por sus actos.

Nuestro deber con ellos es predicarles el Evangelio con toda claridad, y dejar que sea Dios a través del Espíritu Santo el que actúe en ellos. Dios a través de Pedro nos sigue hablando de la importancia de vivir santamente, siendo buenos administradores de la Gracia que Dios nos ha dado. Él nos advierte acerca de la cercanía de los tiempos del fin y nos invita a ser sobrios y a velar en oración, pero ENFATIZA en este pasaje sobre la importancia del AMOR, diciéndonos que ante todo debemos tener entre nosotros FERVIENTE AMOR y nos muestra que es el AMOR el que cubrirá multitud de pecados.

Es importante entender que sólo amando al prójimo estaremos dispuestos a llevar el EVANGELIO a toda criatura, cumpliendo la Gran Comisión y dejando así que Dios obre en los corazones de MUCHA gente permitiendo que germine la palabra que Dios nos permita plantar.

Es necesario sentir DOLOR por las almas de los hombres. Nuestros comportamientos deben cambiar YA mismo en muchos aspectos, en el hospedarnos unos a otros sin murmurar nada, en ministrar sabiamente esos dones que Dios nos ha dado, en hablar conforme a las palabras de Dios, en ministrar conforme al poder que Dios nos da, a fin de que en TODO, en TODO, Dios sea glorificado por Jesucristo a quien pertenece la gloria y el imperio por la eternidad.

Entendamos que tenemos un Dios OMNIPRESENTE para quien 1000 años son como un día y que solo ÉL conoce cuándo vendrá, pero nos advierte que es YA muy pronto y nos invita a ser sobrios y velar en oración, amando las almas de los hombres y contándoles de Cristo. 

Es impresionante ver la forma como Dios nos advierte acerca de los tiempos del Fin y las tres cosas que hay que hacer: Sobriedad, SANTIDAD, Oración y AMOR por las almas, testimonio intachable, servicio eficaz, buscando siempre GLORIFICARLO a ÉL.

Ojalá vivamos esta enseñanza cumpliendo con la obligación de predicar el Evangelio, cada vez con más claridad, a fin de que Dios quite el velo de aquellos que han de ser salvos. Pero para eso, debo despojarnos de TODO peso de pecado y VESTIRNOS de todas la VIRTUDES y HABITOS de Jesús a fin de que nuestras vidas sean un reflejo de la LUZ DE CRISTO, teniendo siempre en mente que todo lo que hagamos  debe ser fruto de la Palabra de Dios obrando en nuestras vidas como resultado de una buena oración y con el único anhelo de GLORIFICARLO a ÉL. 

¿Ya estás orando por tus invitados a la cena del 19 de Diciembre?

Fabio

            

jueves, 10 de diciembre de 2015

LA BREVEDAD DE LA VIDA

La vida es corta, ¡punto!       

Los días de nuestra edad son setenta años; Y si en los más robustos son ochenta años, Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, Porque pronto pasan, y volamos.” – Salmo 90:10.

Cómo jóvenes podemos pensar que nos resta una “eternidad” acá en la tierra, pero que equivocados estamos. Si Dios nos da vida, dice la Biblia que los días de nuestra edad son 70 años y en los más robustos 80. En mi caso si nos vamos con la primera cifra, ya estoy en la mitad de mis días; y esto suponiendo que el Señor no regrese de acá a 35 años lo cual dudo firmemente.

La vida se pasa volando. ¿Que hace que celebraba mis 10, 15, 20, 25 y 30 años? Hoy a puertas de los 35 puedo confirmar que los años se pasan volando.

¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello” – Santiago 4:13-15.

Analizando este pasaje debemos considerar algo más. La vida es como neblina. Aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece. Accidentes, enfermedades y otros factores más pueden llegar a acortar los días de nuestra vida. Hoy estamos, mañana quien sabe. Es por esto que creo en parte el predicador escribió las siguientes palabras…

Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento;” - Eclesiastés 12:1.

Aprovechemos la juventud. Amemos al Señor cada día de nuestras vidas, manifestándolo en una obediencia plena a Él. Sirvámosle con todo nuestro ser, empleemos nuestras fuerzas las cuales en la juventud son multiplicadas para desgastarnos del todo por amor a las almas.

Que Él y solo Él sea la pasión de nuestras vidas desde nuestra juventud, y que el día que partamos (ya sea arrebatados o por el desgaste de nuestro cuerpo terrenal) en pocos o en muchos años; seamos hallados fieles delante de aquel que nos amó.

¡Acordémonos de nuestro Creador en los días de nuestra Juventud! Y porque no recordar las consecuencias de no hacerlo…

antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento;

Un abrazo y nos leemos mañana,

Javier.

lunes, 7 de diciembre de 2015

PERFECCIONANDONOS EN CRISTO.

La iglesia de Dios es la familia  espiritual que el mismo nos ha dado para crecer dentro de un ambiente adecuado y donde tenemos el mejor ejemplo de nuestro señor Jesucristo como hermano mayor.

El propósito de la iglesia en nuestra vida es el de perfeccionarnos y para esto la Biblia nos enseña con dos pasajes como lo hace.

“4:11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, 4:12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, 4:13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; 4:14 para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, 4:15 sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, 4:16 de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.Efesios 4:11-16

Dios mismo se encargó de constituir a nuestros pastores y maestros, personas de carne y hueso que guiadas por la Biblia se encargan de llevarnos por la voluntad de Dios que es conformarnos a la imagen y semejanza de nuestro señor Jesús.

“3:16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 3:17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” 2 Timoteo 3:16-17

Este versículo nos muestra la necesidad de la Biblia para poder ser enseñados, pero también para ser redargüidos y exhortados.

Nuestros pastores y maestros aman a sus ovejas y siempre van a querer lo mejor para ellas aunque esto implique tener que ser fuertes pero respaldados por la palabra de Dios. Los mejores concejos y aun la mejor disciplina la vamos a recibir de hombres de Dios que usan la Biblia y con amor nos corrigen e instruyen.

Hoy los invito a que en nuestro proceso de perfeccionamiento le pidamos a  Dios un corazón humilde y sumiso ante nuestros pastores y maestros para poder recibir cada concejo que venga de ellos. Sin duda es el mismo Dios el que los está usando como instrumento para que tu vida brille más cada Día.

Gracias a Dios por nuestra familia espiritual y ese ambiente adecuado que nos da para crecer.

Lindo Día.

Nos vemos mañana


Juanga.