sábado, 31 de diciembre de 2016

SEIS BUENOS PROPÓSITOS

Llegó el fin de año 2016 y en medio de las tradiciones humanas aparecen esos objetivos que se pretenden conseguir durante el 2017, podemos citar algunos tales como: ahorrar dinero, viajar, adquirir una nuevo bien, hacer ejercicio, dejar un vicio.

Durante esta semana pensábamos y cuáles serían los objetivos que tendría Dios para nosotros, en medio del desarrollo de nuestro devocional, Él constestó esa pregunta y pudimos leer el siguiente pasaje:

Isaías 33:15-16
“El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos para no recibir cohecho, el que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala; éste habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de refugio; se le dará su pan, y sus aguas serán seguras.”


Una porción de la palabra de Dios en la que podemos ver el destino final de los escogidos por Dios, la que establece seis modelos de conducta que perfectamente pueden constituirse en objetivos claros y medibles para mejorar y evaluar nuestro proceso de conformación a la imagen de Jesús, durante el año que comienza.

1. Caminar en justicia

I de Juan 3:7
“Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como él es justo.”

2. Hablar lo recto

Efesios 4:29
Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.”

3. Aborrecer las ganancias de violencias

Génesis 6:11-13
“Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra.”

Salmos 119:134
Líbrame de la violencia de los hombres,
Y guardaré tus mandamientos.”

4. Sacudir las manos para no recibir cohecho

II de Crónicas 19:7
“Sea, pues, con vosotros el temor de Jehová; mirad lo que hacéis, porque con Jehová nuestro Dios no hay injusticia, ni acepción de personas, ni admisión de cohecho.”

Salmos
“Quien su dinero no dio a usura,
Ni contra el inocente admitió cohecho.
El que hace estas cosas, no resbalará jamás”

Proverbios 16:8
Mejor es lo poco con justicia
Que la muchedumbre de frutos sin derecho.”

5. Tapar los oídos para no oír propuestas sanguinarias

Éxodo 19:5
“Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.”

Proverbios 15:31
“El oído que escucha las amonestaciones de la vida,
Entre los sabios morará.”

Lucas 11:28
“Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.”

6. Cerrar los ojos para no ver cosa mala

Mateo 6:22-23
La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?”

I de Tesalonicenses 5:2

“Examinadlo todo; retened lo bueno.”

Jóvenes, en lo personal estos son algunas de las metas que de la mano de Cristo queremos conseguir, trabajando constantemente en el proceso de limpieza de la escoria del viejo hombre que aún subsiste, oremos con nuestro Creador para que actué en nosotros durante todo el 2017.

Un abrazo fuerte, feliz, feliz año. 

MAC

viernes, 30 de diciembre de 2016

LA PACIENCIA DEL SEÑOR


Jóvenes, ya terminando el año 2016 e importante que tengamos muy claro que debemos estar PREPARADOS para SU VENIDA. Viendo todo lo que sucede en el mundo, podemos asegurar que está MUY CERCA

8Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.9El Señor no retarda su    promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. 10Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. 11Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, 12esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! 13Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. 14Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz. - II Pedro 3:8-14

Es innegable la veracidad de las Escrituras, son perfectas, cabales, sin ninguna sombra de mentira, y en ellas el Señor nos hace hermosas promesas de lo que nos espera y nos exhorta a no callarnos, a hablar del Evangelio, a proclamar su verdad.

El Señor ha sido, y está siendo muy paciente, esperando a que salgamos a proclamar Su Evangelio a toda Criatura, porque su anhelo es que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Por esta razón, es necesario que aprovechemos muy bien nuestro tiempo, hablando del Evangelio siempre que sea posible, con mucha sabiduría y humildad, dependiendo siempre del Señor.

El día del arrebatamiento, y desde luego, su segunda venida están muy cerca y lo que Dios nos muestra que pasará con quienes queden será realmente terrorífico, así que no podemos desperdiciar ni un solo minuto, es necesario salir a hablar de Cristo a toda criatura. Es necesaria la santidad en nuestras vidas para que verdaderamente haya credibilidad y glorifiquemos a Dios.

Nosotros tenemos una esperanza gloriosa porque esperamos cielos nuevos y tierra nueva en los cuales mora la justicia, pero los demás, deben dolernos, y es por eso que tenemos que ser irreprensibles ante nuestro Dios y ante a ellos, a fin de ganarlos para Cristo y poder llevar buen fruto.  

Muchas cosas para RECORDAR y VIVIR terminando el año: 
  • No ignorar que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día
  • Entender que el Señor no está demorado, sino que es paciente
  • Tener claro que el Señor está esperando a que hagamos honestamente la tarea de predicar el Evangelio a toda criatura
  • Debemos hacer nuestro papel de predicar el Evangelio entendiendo que la FE es por el OIR, y el oír por la Palabra de Dios
  • Ser conscientes de que el día del Señor está muy pero muy cercano y que después que ÉL venga ya la salvación no será nada fácil.
  • Sentir dolor por las almas que se quedarán sufriendo las atrocidades de la gran tribulación
  • Y aún sentir más dolor por las que irán definitivamente a un infierno eterno
  • Habla y no calles, no te avergüences, no dejes para mañana… HOY es día de Salvación
  • Debemos andar en Santa y piadosa manera de vivir esperando la venida de nuestro Señor
  • Procurar con diligencia ser hallados sin mancha e irreprensibles, en paz.


Un hermoso pasaje que podemos resumir en cuatro puntos:

1. Dios conoce todo lo que pasó, lo que pasa y lo que pasará, y espera pacientemente que hagamos la tarea (Vs 8-9)
2. Lo que viene para la humanidad que ignora a Dios es indescriptible  (Vs 10)
3. Todo va a ser chamuscado, aferrémonos a lo que realmente vale la pena, la Salvación de las almas  (Vs 11-12)
4. Limpiémonos de toda mancha de contaminación  y esperemos pacientemente SUS PROMESAS (Vs 13.14)

Dios nos ha recordado hoy la Paciencia del Señor y nuestra tarea como testigos suyos, y ojalá lo entendamos sabiendo que viene de un Dios PACIENTE y muyyyy misericordioso con los salvos y con los perdidos. ÉL espera pacientemente que hagamos la tarea, y quiere que todos escuchen y sean salvos.

Impresiona ver las advertencias tan claras que Dios nos hace de la venida de Cristo y de las consecuencias para aquellos que ignoraron Sus Palabras, así como nuestra responsabilidad de mantener un testimonio intachable. 

Terminemos bien el año, predicando y predicando, sin avergonzarnos para nada. Es nuestro deber, el tiempo se acaba. Ante todo manteniendo un testimonio intachable delante de todos los hombres.

Dios me da la alegría de completar 200 semanas ininterrumpidas escribiendo algo de lo que ÉL me regala en mis devocionales diarios. Les deseo a todos que Dios esté en control absoluto de sus vidas en el nuevo año, pensando siempre en glorificarlo a ÉL en cada cosa que hagamos.


Fabio