sábado, 15 de octubre de 2016

TODA OBRA A JUICIO


Esta semana acabamos el libro de Eclesiastés, una porción de la Palabra de Dios llena de reflexiones sobre la existencia humana y nuestro paso por la tierra.

La conclusión del libro se encuentra contenida en el siguiente par de versículos.

Eclesiastés 12:13-14
"El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala."

Sobre el temor de Dios y el cumplimiento de sus mandamientos hace varias semanas tratamos en detalle este tema de vital importancia en la vida cristiana en la entrada correspondiente al pasaje contenido en Proverbios 2:1-5.

Vamos a hacer una revisión somera de lo referente al juicio de nuestras obras después de conocer de Jesús. Dios es un juez justo y juzgará a todo ser humano que haya vivido. En nuestro caso juzgó nuestro pecado en el calvario, sin embargo, el servicio de todos y cada uno de los creyentes será objeto de su justicia.

Recordemos que, como siervos de Jesucristo, estamos obligados a servirle demostrando nuestra humildad y obediencia.

Así las cosas, y en referencia a los versículos estudiados, el buen servicio tendrá como recompensas:

a) La Corona de Justicia para quienes amaron la segunda venida de Cristo y pelearon bien la batalla espiritual.
b) La Corona de la Vida para los que resistieron la tentación o padecieron como mártires por la causa de Jesús.
c) La Corona Incorruptible para quienes fueron sobrios en todo y tuvieron buen testimonio ante el mundo.
d) La Corona de Gozo para quienes ganaron almas.
e) La Corona de Gloria para quienes ejercieron un buen pastoreo de la grey y ministraron correctamente la Palabra de Dios.

De otra parte, el mal servicio tendrá consecuencias negativas como la sufrida de pérdidas de las coronas celestiales, así como, ser avergonzados ante el Rey de reyes y Señor de señores.

II de Corintios 5:8-10
“… pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor. Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables. Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.”

I de Juan 2:28
“Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados.”

Lucas 16:16
“Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación.”

Jóvenes, después de Cristo nuestra alma tiene garantizada la permanencia en el cielo, pero no estamos exentos de responder por nuestro servicio ante Cristo en su corte celestial. Conocemos a la perfección las consecuencias de las buenas o malas acciones relacionadas con la obra del Señor, en perfecta comunión con Dios seamos instrumentos útiles y optemos por los galardones eternos.

Esta tarde no podremos asistir a la reunión, nos vemos el domingo.

MAC

viernes, 14 de octubre de 2016

FUERA LOS AFANES

                                                               
Dios nos invita de muchas maneras a no estar AFANADOS por nada, y en el libro de Filipenses vuelve y nos lo recuerda de una manera muy clara, veamos;

4Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! 5Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. 6Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7Y la  paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. 8Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. 9Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros. Filipenses  4:4-9

Dios a través de Pablo nos da siempre instrucciones muy claras sobre nuestro comportamiento como cristianos, lamentablemente muchos de esos detalles se nos olvidan, especialmente esta primera: REGOCIJAOS en el Señor siiiiiempre y también que nuestra gentileza sea conocida de TODOS los hombres, sea donde sea que vayamos, nuestra gentileza debe deslumbrar.

Muchas veces perdemos el gozo por los AFANES de querer hacer las cosas ya, casi siempre en la carne, sin hacer las cosas debidamente, es decir, poniéndolas en manos de Dios, agradeciéndole de antemano por lo que haga. Solamente, cuando aprendamos a CONFIAR en ÉL y a entregarle todas nuestras cargas, haciendo nuestro trabajo de acuerdo a los planes y a la Voluntad de Dios, tendremos esa PAZ que sobrepasa todo entendimiento.

Yo mismo, creo que soy el que más necesito recordar y vivir este pasaje, para esperar en Dios, para no perder el gozo y la gentileza y para entender que la Obra es de Dios y no mía…

La invitación de Pablo es hacia una santidad genuina, apoyados en la verdad, la honestidad, la justicia, la pureza, la amabilidad, lo bueno, en lo que es digno de alabanza, en TODO esto es en lo que debo pensar, imitando a los hombres de Dios (Como Pablo) que nos han dado el ejemplo.      

Dios a través de Pablo nos deja recomendaciones FUNDAMENTALES para nuestro comportamiento cristiano en el diario vivir:
  • Debemos REGOCIJARNOS en el Señor siempre, siempre, siempre.
  • Nuestra gentileza debe ser vista por TODOS los hombres
  • No AFANARNOS por nada sino poner todo en manos de Dios a través de la Oración
  • Agradecer a Dios de antemano por TODO lo que ÉL hará, tener fe absoluta en que así será
  • Disfrutar de la PAZ que Dios nos dará y la cual tal vez no entenderemos
  • Entender que será una paz que guardará  nuestros corazones y nuestros pensamientos.
  • Pensar y actuar siempre en la verdad, la honestidad, la justicia, la pureza, la amabilidad y todo lo que es de buen nombre.
  • Que TODO lo que haga en mi vida sea digno de alabanza.
  • Seguir el ejemplo de los hombres de Dios que siguieron el ejemplo de Jesús y que ahora tenemos como modelos.


Para que sea más fácil recordarlo, resumámoslo en TRES puntos:

1. Nuestra actitud de gentileza debe reflejarse en nuestro regocijo (Vs 4-5)
2. Debemos dejar a un lado el afán y la ansiedad, descansando en la paz de Dios y en sus promesas (Vs 6-7)
3. Enfocar mis pensamientos y actitudes en lo puro, lo que agrada a Dios… Ojoooo (Vs 8-9)

Hoy Dios nos ha recordado acerca del  AFAN y la ansiedad, de la confianza en Dios y la PUREZA en todo, entendiendo que tenemos un Dios PACIENTE que quiere trasmitirnos esa paciencia a nosotros y que exige de nosotros SANTIDAD en todo.

Me llama la atención ver la forma en que Dios nos invita a vivir sus enseñanzas SIEEEEMPRE, la forma en que nos da voces de aliento para depositar en ÉL toda nuestra confianza, y la forma en que detalla cada una de las virtudes que deben sobresalir en la vida del creyente.

Es clave que apliquemos YA esta enseñanza reflexionando en cada instante de nuestra vida para dejar el AFÁN y la ANSIEDAD y meditando a fondo en este pasaje cada vez que tratemos de salirnos de casillas, siendo GENTILES con todo el mundo, especialmente con los más cercanos, y apoyándonos en esas virtudes que deben RESPLANDECER en nuestra vida: La verdad, la honestidad, la justicia, la pureza, la amabilidad y todo lo que es de buen nombre. Igualmente, Pensando siempre en si lo que hacemos, es digno de alabanza, y teniendo en mi mente el ejemplo de los hombres de Dios.

Nos vemos nuevamente en nuestra Iglesia el fin de semana,


Fabio