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sábado, 14 de abril de 2018

PURIFICACIÓN DE NUESTRAS ALMAS


Tendremos el privilegio de exponer nuevamente la Biblia al Ministerio de Jóvenes, seguimos recorriendo el primer capítulo de I de Pedro, la primera carta de este apóstol dirigida a los cristianos del primer siglo después de Cristo, los expatriados que abandonar sus territorios de origen ante las persecuciones del Imperio Romano y tuvieron que refugiarse en las tierras altas de Asia Menor.

Revisemos el pasaje.

I DE PEDRO 1:17-23
“Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación; sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir (i), la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, (ii) como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros (iii), y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios. (iv) Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, (v) para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. (vi)

En la primera parte del versículo 17, Pedro expone uno de los roles más importantes de Dios, el de Juez, y su característica más hermosa, la imparcialidad.

Génesis 18:25
“Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío, y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?

Hebreos 12:22-23
“… sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos,”

Hechos de Los Apóstoles 10:34-35
“Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia.”

II de Crónicas 19:7
“Sea, pues, con vosotros el temor de Jehová; mirad lo que hacéis, porque con Jehová nuestro Dios no hay injusticia, ni acepción de personas, ni admisión de cohecho.

En la segunda parte del versículo 17, Pedro determina la forma correcta de vivir del creyente durante su paso temporal en la tierra.

Hebreos 13:14
porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir.

I de Pedro 2:11-12
“Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras.”
Proverbios 2:1-5
“Hijo mío, si recibieres mis palabras, (i)
Y mis mandamientos guardares dentro de ti, (ii)
Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; (iii)
Si inclinares tu corazón a la prudencia, (iv)
Si clamares a la inteligencia, (v)
Y a la prudencia dieres tu voz; (vi)
Si como a la plata la buscares, (vii)
Y la escudriñares como a tesoros, (vii)
Entonces entenderás el temor de Jehová,
Y hallarás el conocimiento de Dios.”

En los versículos 18 al 21 y el 23, Pedro da a conocer con certeza la purificación de las almas a través de nuestro Señor y Salvador Jesucristo a través de seis etapas.

El rescate

Mateo 20:28
como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.”

I de Timoteo 2:5-6
“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.”

El precio

Hechos de Los Apóstoles 20:28
“Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.”

Romanos 5:8-9
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.”

La razón

Juan 3:16
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”

Efesios 2:4-7
“Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.”

La fe

Juan 11:25-26
Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?

I de Corintios 15:13-14
Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe.”

El Purificador

Juan 6:63
El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.

Romanos 8:11
“Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.”

El renacimiento

Juan 1:12-13
“Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.”

I de Juan 5:1
Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él.

Finalmente, en el versículo 22, Pedro Pedro exhorta a amar teniendo en cuenta tres acciones concretas: Amar sin fingimiento, Amar entrañablemente, Amar con corazón puro.

Romanos 12:9-10
El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.”

I de Tesalonicenses 3:12
Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos, como también lo hacemos nosotros para con vosotros,”

Jóvenes, cuatro acciones que Pedro exige en nuestra vida:
1.    No hacer acepción de personas.
2.    Caminar por el sendero de la peregrinación en el temor de Dios.
3.    Entender la purificación de nuestras almas.
4.    Poner en práctica las consecuencias derivadas de la purificación de nuestras almas.

Nos vemos a las cinco de la tarde.

. M .

sábado, 18 de noviembre de 2017

HIJOS OBEDIENTES


Esta tarde expondremos la Palabra de Dios al Ministerio de Jóvenes, avanzamos en la tercera parte del primer capítulo de I de Pedro, una carta dirigida a los cristianos del primer siglo después de Cristo, quienes fueron forzados a abandonar sus territorios de origen ante las persecuciones del Imperio Romano y tuvieron que refugiarse en las tierras altas de Asia Menor.

Leamos el pasaje que enmarca el llamamiento de Pedro a los expatriados a vivir una vida en obediencia, renovando los deseos y en santidad.

I DE PEDRO 1:14-16
“… como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.”

Tres acciones concretas demanda Pedro a los expatriados, mismas que Dios exige también a nosotros.

OBEDECER SEGÚN NUESTRA CONDICIÓN

Esta esta acción está anclada a la calidad de hijos de Dios y se deriva de la profesión de fe en Jesucristo, no es otra cosa que cumplir la voluntad de nuestro Padre celestial.

Josué 24:23-24 y I de Pedro 1:1-2 nos enseñan qué es la consecuencia del cambio de naturaleza espiritual.

I de Samuel 15:22 señala qué es algo que agrada verdaderamente a Dios y sobrepasa otras manifestaciones de religiosidad.

Jeremías 42:6 establece qué es una obediencia incondicional y con buenos efectos.

Hechos 4:19 y Hechos 5:29 determinan qué es una obediencia que está por encima de la obediencia a los hombres.

CAMBIAR NUESTROS DESEOS

Esta acción corresponde a aspirar con vehemencia y anhelar sucesos acordes con lo consignado en la Biblia dejando de sentir apetencia por los asuntos mundanales.

En Deuteronomio 5:21 vemos como Dios incluyendo el territorio de nuestros deseos estableció límites claros.

Proverbios 1:22 confirma qué los deseos dan cuenta de la personalidad.

I de Samuel 20:4, II de Samuel 3:21 y I de Juan 2:16 hacen saber que varias son las fuentes del deseo, entre ellas encontramos: el alma, el corazón, la carne, los ojos y la vanagloria de la vida.

Al leer Juan 8:44 podemos comprender claramente qué los deseos anteriores, los que tuvimos antes de conocer a Cristo, ya no deben operar en nuestra vida.

Efesios 4:22-23 se constituye en una regla absoluta para que los malos deseos y los vicios en qué derivan sean transformados en virtudes.

En I de Juan 2:17 Dios nos muestra qué los anteriores deseos son pasajeros, y nos exhorta a pensar y satisfacer los eternos.

Veamos algunos deseos que debemos alimentar acorde con nuestra nueva naturaleza:

Salmos 19:9-10 y I de Pedro 2:1-2, desear la Palabra de Dios.

Salmos 84:1-2 y II de Corintios 5:1-2, desear el cielo.

Salmos 119:20, desear la justicia divina.

Proverbios 3:13-15, desear la sabiduría divina.

Proverbios 11:23, desear el bien.

Isaías 26:8-9, desear la cita diaria con el Creador.

Salmos 73:25 y Hageo 2:6-7, desear la Segunda Venida de Cristo y nuestro encuentro con el Salvador.

Daniel 7:19, desear la Profecía y su comprensión clara.

I de Tesalonicenses 3:6 y II de Timoteo 1:3-4, desear el compañerismo cristiano.

I de Timoteo 3:1, desear el liderazgo.

VIVIR EN SANTIDAD

Esta acción va más allá de la santificación que nos otorgó la profesión de fe en Jesucristo, e involucra avanzar en el proceso de conformación a su perfecta imagen.

Tito 1:8 nos muestra que es una cualidad que todos tenemos, no es un estado de perfección, sin pecado. Eso sería imposible en este estado actual en el cual estamos amarrados a la carne. Corresponde a un estilo de vida diario aceptable ante Dios con la conciencia tranquila por cumplir su voluntad.

En Salmos 139:23-24 vemos qué implica un acto de constante autoevaluación.

Romanos 12:1-2 y Efesios 4:20-24, nos permiten entender qué es entregar todo nuestro ser a Dios, ofrecernos a Él de manera sincera, sin tapujos, cambiando nuestra manera de pensar con la Biblia, teniendo un cambio real de vida.

Colosenses 1:21-23 y Colosenses 2:6-7, nos dan las pautas para vivir la santidad de una manera práctica.

Hebreos 7:26, es una característica de Cristo para replicar en nosotros.

En I de Tesalonicenses 2:10 y I de Corintios 11:1 encontramos el ejemplo de Pablo, quien espera que lo imitemos.

Jóvenes, el pasaje es claro, veremos tres formas de actuar según nuestra condición de cristianos, (i) obedecer consecuentemente como Hijos de Dios; (ii) cambiar nuestros deseos acorde con la voluntad de Dios; y (iii) ser santos como el Señor Jesús.

Abrazos todos. Los espero las cinco de la tarde sin falta.

. M .

sábado, 23 de septiembre de 2017

ESPERANZA ESPIRITUAL

Nuevamente y de manera inmerecida podemos exponer la Palabra de Dios al Ministerio de Jóvenes, hoy arrancamos la tercera parte del primer capítulo de la primera carta de Pedro, dirigida a los cristianos del primer siglo después de Cristo, quienes fueron forzados a abandonar sus territorios de origen ante las persecuciones del Imperio Romano y tuvieron que refugiarse en las tierras altas de Asia Menor. Leamos el pasaje que enmarca el llamamiento de Pedro a los expatriados a vivir una vida en santidad:

I DE PEDRO 1:13
“Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado;”

Son tres grandes temas que se desprenden de esta porción de la palabra de Dios: (i) el entendimiento, (ii) la sobriedad y (iii) la esperanza bíblica.

AJUSTANDO EL ENTENDIMIENTO

Pedro de una manera metafórica invita a los expatriados a rodear, ajustar y poner en cintura su capacidad de concebir las cosas, de comparar, de juzgar, de inducir y de deducir, todo ello de una manera bíblica. Esta capacidad es una característica de Dios como se establece en Salmos 136:5 y Salmos 147:5. El mundo no lo tiene como podemos ver en Deuteronomio 32:28 -29 y Oseas 13:1-2. Su ausencia caracteriza al reino animal como se describe en Salmos 32:9. Su ausencia caracteriza a la juventud acorde con Proverbios 7:7.

Contrario a lo anterior, el entendimiento es una característica de los hijos de Dios instituida en Salmos 111:10 y I de Corintios 2:16. Implica la transformación de nuestra mente y un verdadero estado de conciencia como se afirma en Romanos 12:2 y I de Corintios 14:15-16, y tiene una íntima relación con la comprensión de la Biblia como lo estructuró Jesús después de su resurrección en Lucas 24:44-45, exigiendo un trabajo constante de nuestra parte como se nos demanda en II de Pedro 3:1 y Colosenses 2:2

ESTANDO EN SOBRIEDAD

El sentido de esta palabra en el pasaje no es de ser abstemio de sustancias alcohólicas u otras que puedan afectar nuestra capacidad mental. Pedro exhorta a los expatriados a estar alerta en sus vidas, defendiendo la causa del Señor.

Esta condición se exige a todo cristiano acorde con I Timoteo 3:2, I Timoteo 3:11 y Tito 1:8. Implica ir en contra del mundo, los deseos y la corriente de actitudes generalizada como asevera Tito 2:11-12, involucra velar cuidadosamente, hay una correspondencia estrecha entre estar velando y el ser sobrios, significa permanecer en control de todo nuestro ser (mente, cuerpo y espíritu), de los sentidos, las actitudes y acciones, Dios lo consigna claramente en su Palabra en I de Pedro 5:8.

La sobriedad se relaciona con la segunda venida de Cristo, como cristianos nos encontramos en esa actitud vigilante para el encuentro con nuestro amado el Señor Jesús, vivamos I de Tesalonicenses 5:6, Marcos 13:31-37 y I de Pedro 4:7.

ESPERANDO EN LA GRACIA

Pedro motiva a los expatriados a que crean con plena convicción en lo que ha de suceder cuando tengan su encuentro con Jesús. La esperanza es una característica de Dios que vemos en Romanos 15:13. Esta esperanza no la tienen los inconversos como se prueba en I de Tesalonicenses 4:13. Una esperanza fundamentada en Jesucristo como se puede leer en I de Pedro 1:3. Una esperanza para los hijos de Dios concretada en Proverbios 14:32, Efesios 2:12 y II de Tesalonicenses 2:16-17.

Una esperanza que se concretará en la resurrección y el arrebatamiento y que podemos divisar en Hechos 24:15, Tito 1:1-2, y I de Tesalonicenses 4:14-18.

Jóvenes, tres formas de actuar que Pedro nos exige, (i) ajustemos nuestra capacidad de concebir las cosas, de comparar, de juzgar, de inducir y de deducir, de una manera bíblica; (ii) estemos alerta en nuestras vidas, defendiendo la causa del Señor, permaneciendo en control de todo nuestro ser (mente, cuerpo y espíritu), de los sentidos, las actitudes y acciones; y (iii) en medio de la corriente de este mundo y este tiempo creamos con plena convicción en lo que ha de suceder en nuestro pronto encuentro con el Señor Jesús.

Abrazos a cada uno de ustedes.

Los espero a las cinco de la tarde, no falten.

. M .

sábado, 29 de julio de 2017

DE LOS PROFETAS A LA IGLESIA

Hoy volvemos a exponer la Palabra de Dios al Ministerio de Jóvenes, continuamos en nuestro andar a través de la primera epístola de Pedro, dirigida a los cristianos del primer siglo después de Cristo, quienes fueron forzados a abandonar sus territorios de origen ante las persecuciones del Imperio Romano y tuvieron que refugiarse en las tierras altas de Asia Menor.

Leamos el pasaje:


I DE PEDRO 1:10-12
Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos. A éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles.”

EL PAPEL DE LOS PROFETAS

En el Antiguo Testamento los profetas eran personas que recibían una revelación de Dios y la transmitían a los hombres, versaba sobre diversidad de temas y no exclusivamente sobre el porvenir. Esta condición de profeta se derivaba de un llamamiento directo de Jehová. Dependiendo de la extensión de los textos y no con el contenido de los mensajes se habla de profetas mayores y menores, entre los mayores encontramos a cuatro: Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel, y entre los menores a doce: Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahúm, Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías Y Malaquías.

Amos 3:7
“Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas.”

Debemos entender que la profecía corresponde a un don espiritual y tiene que ver con la proclamación de la palabra divina inspirada por Dios. Tiene un aspecto temporal relacionado con la revelación, como en el caso de los profetas del Antiguo Testamento anteriormente enunciados, y un aspecto permanente relacionado con la predicación de la palabra de Dios. Una persona con este don, tiene la capacidad de tomar la palabra de Dios revelada y aplicarla a las vidas de otras personas para su edificación, exhortación y consolación.

EL TRABAJO ARDUO DE LOS PROFETAS

Pedro deja bien claro a los exiliados que estos hombres trabajaron arduamente compenetrados con la Palabra de Dios averiguando y examinando cuidadosamente sobre la llegada de la salvación al mundo un estudio cuidadoso, exacto y activo sobre Jesucristo y su papel como redentor de la humanidad.

Proverbios 2:2-4
“Hijo mío, si recibieres mis palabras,
Y mis mandamientos guardares dentro de ti,
Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría;
Si inclinares tu corazón a la prudencia,
Si clamares a la inteligencia,
Y a la prudencia dieres tu voz;
Si como a la plata la buscares,
Y la escudriñares como a tesoros,
Entonces entenderás el temor de Jehová,
Y hallarás el conocimiento de Dios.”

Juan 5:39
Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;”

Hoy gozamos de la Palabra de Dios completa, los recursos tradicionales como los libros y de última tecnología como las plataformas de lectura virtual literalmente nos permiten tenerla al alcance de la mano en todo tiempo y en todo lugar, es nuestro deber esforzarnos en el estudio de las Escrituras, de manera individual en nuestros devocionales diarios, así como de la mano de la estructura de la iglesia en su corazón mismo que es el proceso de discipulado.

¿Cuántos minutos u horas dedicamos al estudio serio y profundo de la Palabra de Dios?

Alejémonos de lectura superficial de la Biblia emprendamos un estudio consiente y sistemático de ella según nuestra capacidad y recursos. En la Palabra de Dios más allá de cuestiones netamente morales encontramos infinidad de temas que la hacen verdaderamente interesante, podemos aprender de historia, geografía, ciencias naturales, física, moda, prosa, poesía, música, estrategia militar, etc., a partir de hoy mirémosla con otros ojos.

CRISTO PROFETIZADO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

Pedro señala que la gracia que hoy disfrutamos en la salvación de nuestras almas gracias a la obra redentora de nuestro Señor Jesucristo fue extensamente descrita en el Antiguo Testamento. Pedro nos enseña claramente que el Espíritu Santo es la fuente de esa revelación y le describe como “El Espíritu de Cristo que estaba en ellos”, dándoles la información sobre el Mesías.

Vamos a citar algunos pasajes que describen claramente a Cristo en el Antiguo Testamento y el cumplimiento de dichas profecías en el Nuevo Testamento.

Nacimiento de la simiente de la mujer en Genesis 3:15 cumplido en Gálatas 4:4, Lucas 2:7 y Apocalipsis 12:5.

Descendiente de Abraham en Genesis 18:18 y Genesis 22:18 cumplido en Hechos 3:25, Mateo 1:1 y Lucas 3:34.

Descendiente de Isaac en Genesis 11:19 y Genesis 22:18 cumplido en Mateo 1:2 y Lucas 3:34.

Descendiente de Jacob en Números 24:17 cumplido en Lucas 3:34.

Perteneciente a la tribu de Judá en Génesis 49:10 cumplido en Lucas 3:33.

Miembro de la familia de Isaí en Isaías 11:1 cumplido en Lucas 3:32.

Heredero del trono de David en Isaías 9:7 y Jeremías 23:5 cumplido en Mateo 1:1.

Originario de Belén en Miqueas 5:2 cumplido en Mateo 2:1.

El tiempo de su nacimiento en Daniel 9:25 cumplido en Lucas 2:1.

Nacimiento de una virgen en Isaías. 7:14 cumplido en Mateo 1:18.

Su ministerio en Galilea en Isaías 9:1 cumplido en Mateo 4:12-16.
Como profeta en Deuteronomio 18:15 cumplido en Juan 6:14.

Como sacerdote en Salmos 110:4 cumplido en Hebreos 6:20.

Rechazo por los judíos en Isaías 53:3 cumplido en Juan: 1:11.

Traicionado por un amigo en Salmos 41:9 cumplido en Mateo 14:10, Mateo 26:49-50 y Juan 13:21.

Vendido por treinta piezas de plata en Zacarías 11:12 cumplido en Mateo 26:15.

El destino del dinero maldito en Zacarías 11:13 cumplido en Mateo 27:5-7.

Acusado por falsos testigos en Salmos 27:12 y Salmos 35:11 cumplido en Mateo 26:59-61

Enmudecido delante de sus acusadores en Isaías 53:7 cumplido en Mateo 26:62-63 y Mateo 27:12-14.

Su oración por los pecadores en Salmos 109:4 cumplida en Lucas 23:34.

Sus huesos no quebrantados en Salmos 34:20 cumplida en Juan 19:33.

EL ESPÍRITU SANTO INSPIRÓ LA REDACCIÓN DE LA BIBLIA

Pedro deja claro que el Espíritu de Cristo estaba con los profetas que hablaban de su papel como el Mesías de Israel y Salvador de la humanidad. La redacción de la Palabra se materializó por el poder divino manifestado en ellos.

II de Pedro 1:19-21
Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.”

II de Timoteo 3:16-17
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”

EL SUFRIMIENTO DE CRISTO PROFETIZADO Y CUMPLIDO

Pedro hace saber a los expatriados en el ponto que los profetas describieron claramente el maltrato que Cristo sufriría para darnos la Salvación.

El maltratado en extremo que sufrió en Isaías 53:5 cumplido en Mateo 27:26.

Los golpes y escupitajos en su rostro en Isaías 50:6 cumplidos en Marcos 14:65 y Mateo 26:67.

Objeto de burla en Salmos 22:6-8 cumplido en Mateo 27:31-44.

Aborrecido sin causa alguna en Salmos 69:4 cumplido en Juan 15:23-25.

La perforación de sus manos y pies en Salmos 22:16 y Zacarías 12:10 cumplida en Lucas 23:33.

Su ropa repartida en Salmos 22:18 cumplida en Juan 19:23-24.

Su sed calmada con hiel y vinagre en Salmos 69:21 cumplida en Juan 19:28-29.

Su costado traspasado en Zacarías 12:10 cumplida en Juan 19:34.

EL EVANGELIO DE LA SALVACIÓN PROFETIZADO Y CUMPLIDO

Pedro también establece que los profetas dieron fe del evangelio Completo descrito en I de Corintios 15:1-4 y su cumplimiento así:

Su muerte por crucifixión en medio de pecadores en Isaías 53:12 cumplida en Mateo 27:38 y Marcos 15:27-28.

Su sepultura en Isaías 53:9 cumplida en Mateo 27:57-60.

Su resurrección en Salmos 16:10 cumplida en Lucas 24:36-48.

Su ascensión al cielo en Salmos 68:18 cumplida en Lucas 24:50-51.

EL PRIVILEGIO DE NUESTRA CONDICIÓN

Finalmente Pedro resalta a los cristianos que somos privilegiados por ser los destinatarios de estas profecías y destaca que los ángeles están expectantes ante la materialización de la Palabra de Dios y el cumplimiento del plan de redención de la humanidad relacionado directamente con la iglesia.

Efesios 3:8-11
“A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo, y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas; para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor,”

Jóvenes, Pedro nos habla de los profetas que establecieron nuestra Salvación a través de la obra redentora de Jesús y sus efectos durante más de veinte siglos, la cual es observada por los ángeles, estos hombres hablaron inspirados por Dios. Entendamos nuestro privilegio de tener la Escritura completa de la Biblia, gocémonos en ella e inquirámosla y diligentemente indaguemos a día, pasando tiempo de calidad con nuestro Creador.

Los espero hoy a las cinco de la tarde sin falta.

. M .