viernes, 21 de abril de 2017

DE DIOS TENEMOS LA MEJOR AYUDA EN TODO MOMENTO


Hoy, Dios nos muestra uno de los pasajes MAS ALENTADORES de su palabra a través del profeta Isaías, acá Dios nos ofrece siempre SU AYUDA. Veamos:

10No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. 11He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo. 12Buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra. 13Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.  14No temas, gusano de Jacob, oh vosotros los pocos de Israel; yo soy tu socorro, dice Jehová; el Santo de Israel es tu Redentor. 15He aquí que yo te he puesto por trillo, trillo nuevo, lleno de dientes; trillarás montes y los molerás, y collados reducirás a tamo. 16Los aventarás, y los llevará el viento, y los esparcirá el torbellino; pero tú te regocijarás en Jehová, te gloriarás en el Santo de Israel. - Isaías 41:10-16

A veces nos llenamos de temores por el futuro de nuestra salud, de nuestras finanzas, de nuestro hogar, de nuestra Iglesia, y se nos olvida con facilidad quién es nuestro Padre y nuestro Protector.

El enemigo desgraciadamente no descansa y siempre está buscando la forma de debilitarnos, de dividirnos, de atormentarnos, pero gracias a DIOS, lo tenemos a ÉL quien siempre nos da voces de ALIENTO a través de Su Palabra, diciéndonos que NO temamos, porque ÉL está con nosotros. ÉL nos invita a NO desmayar porque es ÉL quien nos dará nuevas fuerzas, sabiduría, paz, integridad.

Es indudable, Dios siempre nos ofrece su AYUDA incondicional y está ahí, dispuesto a sustentarnos con su preciosa mano que es JUSTA y que nunca se equivoca de rumbo. Nuestros deber como creyentes, y sobre todo como líderes es entregarle a ÉL todas nuestras cargas, jamás actuar  a la ligera, esperar a que sea ÉL quien guie nuestros pasos y nos de la paz necesaria para hablar y actuar.

Jamás debemos enojarnos con Dios, ÉL no tiene la culpa de nuestros errores, cada uno de nosotros, y solamente nosotros, somos los culpables de todo lo malo que nos pueda pasar, debido a nuestro pecado y a nuestra irresponsabilidad. Nada vamos a lograr enojándonos con nuestro Dios, solamente nuestra destrucción. Dios nos promete la victoria para que siempre lo glorifique con nuestras vidas.

Muchas enseñanzas bien lindas para poner en práctica YA mismo:
  • No temer ante ninguna circunstancia, entendiendo que Dios está conmigo
  • No desmayar, tengo a mi lado a mi Padre que me da nuevas fuerzas
  • Confiar en la promesa de Dios de que SIEMPRE me ayudará
  • Esperar en la promesa de Dios de que ÉL me sustentará con la diestra de Su Justicia
  • Descargar en las manos de Dios todos mis problemas, angustias y temores y esperar CONFIADAMENTE en ÉL 
  • Jamás pensar en enojarme con Dios
  • Reconocer mis faltas, aceptarlas y arrepentirme
  • Confiar plenamente en la victoria que viene de Dios.


De Dios tenemos la MEJOR ayuda en todo momento, Él nos lo resume así:

1. La ayuda que Dios ofrece es para SIEMPRE (Vs 10)
2. Él se encargará de los que contienden contra nosotros (Vs 11-12)
3. De la mano de Dios tendremos VICTORIA tras victoria (Vs 13-16)

De Dios debemos esperar siempre lo mejor en todo momento. No debemos atemorizarnos ni aún en las circunstancias más difíciles y nunca pensar en que Dios es el culpable de ellas. Esta es una enseñanza que viene de un Dios que no miente y quien  a pesar de nuestra mediocridad no nos abandonará, Dios siempre estará ahí, su amor nunca cambia, y siempre está esperando para tendernos su mano. Simplemente debemos santificarnos y acudir a Él en cualquier circunstancia, por elemental que sea.

Es clave entender que nada sacamos con enojarnos con Dios, que debemos entender que Él es Dios, y que no se equivoca y en Él debemos depositar toda nuestra confianza.

Apliquémoslo, purificándonos, abandonando nuestra vida de pecado, guardando y haciendo sus mandamientos, a fin de que nuestras vidas sean un reflejo de la luz de cristo y así poder esperar que todo nos salga bien. No angustiarnos por las cosas difíciles que nos pasan, no desesperarnos, sino entregar cada situación en sus manos y esperar en él.

Descansa en ÉL, Dios todo lo puede

Si Dios lo permite, nos vemos esta noche en la celebración de la Santa Cena… 6:45 pm


Fabio