miércoles, 7 de diciembre de 2011

Dios estuvo al control....

Juan 3:16-21 es una porción de la biblia que nos habla del amor tan grande de Dios, de la luz de Cristo y de las tinieblas de la condenación, Juan 3 es un ofrecimiento al hombre perdido para que se ponga a paz con Dios y se convierta de las malas obras. Pensando en esto. Tuvimos a mitad de semana la oportunidad de compartir el evangelio de Jesucristo a toda una empresa. Alrededor de unas 50 personas estaban sentadas alrededor del equipo evangelista, con el permiso de gerencia repartimos unas gaseosas y nos tomamos unos 45 minutos de su tiempo para contarles acerca de lo mas importante en la vida: la salvación de un alma.
Al comienzo no fue fácil, todos estaban dispersos, poco interesados, la mayoría nos les habían visado de la actividad, era un grupo de hombres que en sus rostros reflejaban vidas difíciles y una necesidad grande de Jesús. Cuando llegamos al sitio de reunión, oramos suplicando la presencia de Dios y así nos contesto Dios, fue un tiempo muy bueno, todos, absolutamente todos estaban dispuestos, escuchaban con agrado, les compartimos un mensaje a través de cinco personas en cinco partes: 1) el vacio del hombre y el amor de Dios, 2) el pecado del hombre y la condenación de su alma 3) nuestro salvador Jesucristo, su muerte sepultura y resurrección 4) los medios para crecer: la biblia y la oración 5) la iglesia como una familia dispuesta a acogernos y ayudarnos en nuestro proceso de crecimiento.
Nosotros terminamos y estábamos agradecidos con Dios por permitirnos vivir momentos como estos que llenan de gozo nuestro corazón e iluminan docenas de hogares que estaban sin esperanza en esta vida.
La luz de Cristo iluminando vidas, salvando almas, animo embajador en nombre de Cristo, que este diciembre la voz de Dios retumbe con fuerza en cada corazón

martes, 6 de diciembre de 2011

SOBRENOMBRES…

Marcos 3:16-17 “a Simón, a quien puso por sobrenombre Pedro; 17a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan hermano de Jacobo, a quienes apellidó Boanerges, esto es, Hijos del trueno”.


En este pasaje de la Biblia Dios está llamando a los que Él quiso y mientras los llama a cada uno de los doce, destaca a dos de ellos con sobrenombres o apellidos puestos por el mismo Señor Jesús.

Meditaba en este aspecto y me llamaba mucho la atención que a nuestro Señor Jesús también se le ocurría poner sobrenombres, bueno, obviamente Dios no hace las cosas por el azar o pone palabras en la Biblia por casualidad, este aspecto muy seguramente tenía algo que ver con el trasfondo de la personalidad de esos dos discípulos y la trascendencia en la forma como Jesús al discipularlos, obraría en la transformación de su carácter y sus personalidades, para conformarlos a la imagen de Jesús.

Pienso en cómo Dios nos ha permitido sobrenombres (nombres sobre el nuestro), para llamarnos cristianos, hijos, santos, cantores, músicos, hermanos, amados, siervos, amigos, sacerdotes, entre otros. Estos sobrenombres, nombres sobre el nuestro, títulos que Dios nos otorga por su misericordia y sin merecerlos, denotan comportamientos, actitudes, roles y actividades a desempeñar a la manera de Dios, que nos revisten de su amor y su forma de trabajar en nosotros, transformando nuestra personalidad como sus discípulos conforme a su voluntad.

Hermanos pensemos en esos nombres que Dios nos otorga sobre nuestro nombre corriente que nos da identidad y evaluemos qué piensa el Señor Jesús sobre nosotros? ¿Qué sobre nombre podría Él pensar acerca de cada uno de nosotros que puede llegar a definir nuestra vida cristiana?

Que tengas un día lleno del Señor!!

lunes, 5 de diciembre de 2011

¿NUESTROS HÁBITOS AYUDAN O ESTORBAN?

Esta es la entrada del día Domingo, gracias a Dios por el viaje a Cúcuta y gracias a la Iglesia.


Jeremías 13:23 ¿Mudará el etíope su piel, y el leopardo sus manchas? Así también, ¿podréis vosotros hacer bien, estando habituados a hacer el mal?

En este capítulo Dios manifiesta que el pueblo de Judá va a ser llevado  en cautiverio debido a la enormidad de su maldad (vr 22b) y me impactaba estas dos preguntas que hace y en especial una palabra:  “habituados”.

Hay muchos estudios acerca de los hábitos y uno de ellos decía que para convertir una actividad normal en un hábito, se necesita aproximadamente tres semanas de práctica diaria y constante de dicha actividad para que haga parte activa en la vida de una persona.  Es increíble pensar que era tanta la maldad de este pueblo que día tras día, semana tras semana este pueblo tenía como constante, como hábito, como algo normal y natural el pecado, el mal.

Pensaba en la cantidad de hábitos que tengo y que no aportan en mi hogar, ministerio y al avance del reino de Dios, hábitos que han cobrado cada vez más fuerza y que con el pasar de las semanas van sepultando hábitos que tenía y que si aportaban positivamente  a la vida de las personas que me rodean.

Habituado a una muletilla, comentarios que no aportan, media hora más de sueño, comida no saludable, poco ejercicio, menos tiempo en la Biblia, menos tiempo en oración, menos preocupación por la necesidades de los hermanos, ya no me congrego,  mucha televisión, mucho internet, poco trabajo, habituado al chisme, al comentario de doble sentido, a mirar lo que no debo, a dejar que mi ser se vaya tras la imaginación de mi corazón, a responder, a no perdonar a no recibir la ofensa y pasarla por alto, estas son muchas que todavía me acompañan y que deben dejar de ser un hábito para ser un hermano ejemplar de nuestro Señor Jesucristo.

Lastimosamente el corazón de los hijos de los hombres está dispuesto para hacer el mal, (Eclesiastés 8:11) y por eso necesitamos la corrección de Dios. Él nos da una solución de muchas, que empieza por alimentar nuestra mente de lo único que puede ayudarnos a dejar esos malos hábitos, la palabra de Dios. Si cambiamos nuestra forma de pensar cambiaremos la de actuar.

"Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta". (Romanos 12:1-2)

"No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos". (Gálatas 6:9)
Para terminar estas dos preguntas ¿Qué hábitos negativos debemos dejar?, ¿Qué hábitos debemos retomar o crear?

Abrazos, buena semana para todos.