sábado, 9 de abril de 2016

UN NUEVO NACIMIENTO

Esta tarde tendré nuevamente el privilegio de exponer la sagrada Palabra de Dios al Ministerio de Jóvenes, es la segunda sobre el estudio de la primera epístola universal de Pedro.

El pasaje será el siguiente:

I de Pedro 1:3
“Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,”

De este versículo de la Biblia vamos a tratar los siguientes temas.

Dios es santo
Bendecir: es hablar bien de alguien. Implica un deseo de beneficio o prosperidad. También es una acción de gracias por las bondades que Dios nos concede. En este pasaje Pedro va más allá de los anteriores significados y relaciona este concepto con una característica de Dios: la santidad, esa condición de perfección de Dios y elemento de su naturaleza intrínseca, la calidad de digno de veneración, relacionada con su condición de sagrado, su majestad y justicia. Es la oposición a todo pecado y todo lo que Dios hace contiene esta propiedad. Un proceso que también debe operar diariamente en nuestras vidas en nuestro camino de conformación a la imagen de nuestro Señor Jesucristo.

Isaías 35:8
“Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará.”

I de Tesalonicenses 4:3
“… pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación;”

La paternidad espiritual
Pedro se refiere en principio a la paternidad de Dios sobre Jesús. Jesús la reconoció públicamente. Este calificativo abarca la paternidad sobre la creación y los seres humanos que aceptamos a Cristo en nuestro corazón.

Juan 1:12-13
“Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.”

Jesús: nuestro Señor y hermano mayor
Pedro se refiere a Jesús como el Señor. El Señor Jesucristo, Dios mismo, se refiere a los que le conocen como sus hermanos. Es un privilegio hermoso formar parte de la familia de Dios y ser hermanos de Cristo. Jesucristo es nuestro único Dios y Señor. Él debe gobernar nuestras vidas y solo a él debemos servir.

Romanos 8:29
“Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.”

Mateo 25:40
“Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.

El nuevo nacimiento
Pedro menciona el indulto de nuestros pecados a través de la obra de Jesucristo en la cruz. Ese perdón de nuestras transgresiones derivó en nuevo nacimiento. Que hermoso privilegio formar parte de la familia de Dios y ser hermanos de Cristo. El nacimiento espiritual nos puso en la familia de Dios y somos hijos legítimos de él, este nuevo nacimiento es una nueva esperanza para nuestras vidas.

Juan 3:1-7
“Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.

La resurrección
Pedro concluye este pasaje reconociendo que el fundamento de la fe es el triunfo sobre la muerte de nuestro Señor Jesucristo. Cada familia tiene su resurrección. La resurrección de Cristo garantiza la nuestra y debemos vivirla hoy con un propósito claro .

Juan 11:25
“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.

I de Corintios 15:13-14
“Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe.

Romanos 7:4-6
“Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios. Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte. Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra.”

Jóvenes,  la santidad es una cualidad intrínseca de Dios y debe ser nuestra cualidad, Dios es el Padre de la creación y nuestro padre espiritual, Jesús es nuestro Señor y hermano mayor, a través del nuevo nacimiento espiritual formamos parte de la familia de Dios y el fundamento de nuestra fe es la resurrección de Cristo que también será nuestra resurrección, la que desde ya debe tener un efecto verdadero en nuestras vidas.

Nos encontramos esta tarde, un fuerte apretón a todos.

MAC

viernes, 8 de abril de 2016

Una REFLEXIÓN sobre la SABIDURÍA y la INSENSATEZ


El ser hombres llenos de maldad puede llevar fácilmente hasta la misma muerte. El temor de Dios vale más que todo el oro del mundo, la sabiduría divina fortalece más que cualquier otra cosa que haya sobre la faz de la tierra. Es necesario confiar plenamente en TODO el consejo de Dios para no desfallecer en nuestro trasegar en medio de este mundo pecador.

17No hagas mucho mal, ni seas insensato; ¿por qué habrás de morir antes de tu tiempo?  18Bueno es que tomes esto, y también de aquello no apartes tu mano; porque aquel que a Dios teme, saldrá bien en todo.19La sabiduría fortalece al sabio más que diez poderosos que haya en una ciudad. 20Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque. 21Tampoco apliques tu corazón a todas las cosas que se hablan, para que no oigas a tu siervo cuando dice mal de ti; 22porque tu corazón sabe que tú también dijiste mal de otros muchas veces. 23Todas estas cosas probé con sabiduría, diciendo: Seré sabio; pero la sabiduría se alejó de mí. 24Lejos está lo que fue; y lo muy profundo, ¿quién lo hallará? - Eclesiastés 7:17-24

Realmente es triste que no haya un ser sobre la faz de la tierra que sea justo, que siempre haga el bien y que no peque. Es algo tan evidente que Dios casi tuvo que destruir la raza humana con el diluvio y luego borrar del mapa a Sodoma y Gomorra, y hoy en día sigue haciéndolo de muchas maneras : Terremotos, inundaciones, incendios, desastres naturales, pero el hombre sigue siendo necio, no quiere escuchar la voz de Dios. 

Es realmente lamentable la situación que vive el mundo, los escándalos de todo tipo sacuden al mundo, especialmente por CORRUPCIÓN y pecados sexuales.

Ni siquiera quieren escuchar esa voz que dice : He sido misericordioso y los quiero salvar de una hecatombe eterna. Gracias a Dios porque ablandó nuestros corazones y nos permitió reconocer nuestra triste situación, entregándonos en sus brazos para ser perdonados y redimidos por una eternidad.

Cuando tratamos de hablar muchos se burlan, pero no debemos angustiarnos ni desfallecer por las cosas que hablan en contra de nosotros, es la voz del enemigo puesta en boca de sus hijos, tratando de hacernos desanimar y desfallecer. Muchas de esas cosas que dicen de nosotros son el resultado de las cosas malas que también nosotros hablamos de otros.

La venganza no debe tener cabida en nuestro corazón, todo debemos entregarlo en manos de Dios, y confiar plenamente en que ÉL nos dará la victoria. Mi corazón debe estar siempre inclinado a la sabiduría, sin descuidar un momento mi relación con Dios, lo cual me puede llevar nuevamente a la mediocridad y al enfriamiento, terminando en una vida de ayes y lamentos. Mi vida debe ser siempre Santa, Justa e irreprensible.


TRES cosas importantes para recordar y VIVIR :

1. Debo alejarme del mal y ser sabio en mi actuar temiendo a Dios (Vs 17-18)
2. Recordar que la sabiduría es la más poderosa herramienta para andar rectamente (Vs 19-20)
3. Ser sabio olvidando por completo los rencores y la venganza, apoyarme siempre en la sabiduría de Dios (Vs 21-24)

Dios nos recuerda hoy esa  lucha contra el pecado que mora en nosotros, afianzándonos a la Sabiduría de Dios, un Dios Sabio y Justo que nunca se equivoca y que nos da TODO el consejo para llevar una vida SABIA, Justa, Santa e irreprensible, a través de obedecerle a TODOS sus mandamientos.

Realmente sorprende entender que si nuestra relación con Dios no es PERMANENTE, su Sabiduría puede alejarse de nosotros y llevarnos a un estado lamentable, es más, hasta la misma muerte.

Jóvenes, apliquemos esta enseñanza haciéndonos el  propósito de alejarnos por completo de toda forma de maldad. Actuando sabiamente en cada instante de nuestra vida a fin de que no tenga que lamentarme de las situaciones adversas que podrán venir por nuestro pecado. Quitemos de nosotros la costumbre de hablar de los demás, dejando de responder mal por mal.

Nos vemos el fin de semana

Fabio