sábado, 19 de enero de 2013

DIEZMAR


Hoy queremos revisar el siguiente versículo.

Malaquías 3:10
Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.”

El Señor quiere poner a prueba la disposición de nuestros bienes para su obra, haciéndonos ver esta sencilla práctica traerá bendiciones a nuestras vidas.

Dios es el dueño de absolutamente todo lo que existe.

Éxodo 19:5
“Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.”

Salmos 24:1
De Jehová es la tierra y su plenitud;
El mundo, y los que en él habitan.”

Dios es el dueño del dinero

Hageo 2:8
Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos.”

I de Crónicas 29:14
“Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos.”

Somos propiedad de Dios, Él nos compró por el precio de su sangre.

I de Corintios 6:19-20
“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.”

Demostremos con sinceridad el amor por Jesús.

II de Corintios 8:8
“No hablo como quien manda, sino para poner a prueba, por medio de la diligencia de otros, también la sinceridad del amor vuestro.”

Demos a Dios la prioridad y seamos bendecidos.

Éxodo 13:12-13
“… dedicarás a Jehová todo aquel que abriere matriz, y asimismo todo primer nacido de tus animales; los machos serán de Jehová. Mas todo primogénito de asno redimirás con un cordero; y si no lo redimieres, quebrarás su cerviz. También redimirás al primogénito de tus hijos.”

Proverbios 3:9-10
“Honra a Jehová con tus bienes,
Y con las primicias de todos tus frutos;
Y serán llenos tus graneros con abundancia,
Y tus lagares rebosarán de mosto.”

Jóvenes tengamos claro que nuestros recursos sirven para mantener a la iglesia, sus líderes y la obra misionera. Disciplinémonos en el dar y que ellos sea un reflejo de nuestro crecimiento espiritual, permitiendo que Jesucristo controle por completo nuestras vidas y recursos.

miércoles, 16 de enero de 2013

UNA MUTUA DECLARACIÓN



Alguna vez te le has declarado a alguien….. Esa palabra se usaba mucho (la verdad no sé si los jóvenes de hoy la siguen usando) cuando un joven le confesaba su amor a una jovencita y le pedía que fueran novios, se le declaraba, entonces en algunos casos la jovencita también se declaraba con un si, unido a una declaración de amor.
En la biblia encontramos una declaración de parte del pueblo de Israel a Dios y de parte de Dios a su pueblo, devocionalmente podríamos ver un cuadro del creyente con su Padre celestial en una mutua declaración de amor.

Deuteronomio 26:17-19

Has declarado solemnemente hoy que Jehová es tu Dios, y que andarás en sus caminos, y guardarás sus estatutos, sus mandamientos y sus decretos, y que escucharás su voz.
Y Jehová ha declarado hoy que tú eres pueblo suyo, de su exclusiva posesión, como te lo ha prometido, para que guardes todos sus mandamientos; a fin de exaltarte sobre todas las naciones que hizo, para loor y fama y gloria, y para que seas un pueblo santo a Jehová tu Dios, como él ha dicho.



 Es importante resaltar que el creyente declara solemnemente, no es algo a la ligera, por ver si funciona, es algo consiente y sincero que JEHOVA es su Dios, en otras palabras está diciendo que no va a seguir otros dioses, se compromete a seguirle, guardar sus mandamientos y escucharle.
Por otra parte sin merecerlo Dios nos declara su amor, afirmado en que le pertenecemos a Él, me sorprenden estas palabras porque me encanta pertenecerle a quien es el creador de todo y quien tiene TODO el poder. No hay mejor protección y bendición que estar en sus manos, confiar en sus promesas y guardar sus mandatos.
El fin de esta relación es la fama, gloria y loor de Dios, la cual se muestra siendo santos y brillando en el lugar donde nos ponga.