sábado, 20 de mayo de 2017

TODOS CONTRA EL SACERDOTE


Adentrándonos en el libro de Jeremías llegamos a este triste versículo.

Jeremías 18:18
“Y dijeron: Venid y maquinemos contra Jeremías; porque la ley no faltará al sacerdote, ni el consejo al sabio, ni la palabra al profeta. Venid e hirámoslo de lengua, y no atendamos a ninguna de sus palabras.”

Vemos los ataques por parte del pueblo de Dios al sacerdocio, una realidad que se vivió en el Antiguo Testamento contra los líderes espirituales de Israel y que se viven hoy al interior de la Iglesia. Dios tiene instituidos a sus colaboradores en la tierra y la Biblia nos narra la posibilidad que el pueblo o congregación se unan para levantarse en contra de ellos.

En el caso de Jeremías, un sacerdote bueno apegado a la Palabra de Dios, y un acto de rebeldía injusto en su contra que debe recordarnos nuestra humildad y sometimiento al liderazgo, un pasaje para meditar sobre abstenernos de herir a quienes nos pastorean y lideran.

No actuemos como las personas que describen los siguientes pasajes.

Proverbios 6:14
“Perversidades hay en su corazón; anda pensando el mal en todo tiempo;
Siembra las discordias.”

Proverbios 16:10
“Cierra sus ojos para pensar perversidades;
Mueve sus labios, efectúa el mal.”

Isaías 32:7
“Las armas del tramposo son malas; trama intrigas inicuas para enredar a los simples con palabras mentirosas, y para hablar en juicio contra el pobre.”

Ezequiel 11:2
“Y me dijo: Hijo de hombre, estos son los hombres que maquinan perversidad, y dan en esta ciudad mal consejo;”

Jóvenes, rodeemos a nuestros pastores y líderes de amor y apoyémosles, demos gracias a Dios por tener una iglesia de sana doctrina y nunca maquinemos el mal contra ellos.

Nos vemos esta tarde en la reunión.

MAC

viernes, 19 de mayo de 2017

LAS MISIONES, UN MANDATO de DIOS


Jóvenes, no podemos seguir siendo sordos ante el llamado de Dios. En el corazón de Dios siempre ha estado el SALIR a proclamar cada una de sus verdades y sus pensamientos son inmutables, no podemos oponernos a ellos.  

3Entonces vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo: 4¿Es para vosotros tiempo, para vosotros, de habitar en vuestras casas artesonadas, y esta casa está desierta? 5Pues así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad bien sobre vuestros caminos. 6Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os saciáis; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal  recibe su jornal en saco roto. 7Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos. 8Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho Jehová. 9Buscáis mucho, y halláis poco; y encerráis en casa, y yo lo disiparé en un soplo. ¿Por qué? dice Jehová de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de vosotros corre a su propia casa. 10Por eso se detuvo de los cielos sobre vosotros la lluvia, y la tierra detuvo sus frutos. 11Y llamé la sequía sobre esta tierra, y sobre los montes, sobre el trigo, sobre el vino, sobre el aceite, sobre todo lo que la tierra produce, sobre los hombres y sobre las bestias, y sobre todo trabajo de manos.- Hageo 1:3-11  

Dios, a través de Hageo, nos invita a que meditemos muy bien sobre lo que estamos haciendo con nuestras vidas, sobre nuestros caminos, sobre cada paso que damos. Dios nos conoce muy bien y por eso nos invita a meditar muy bien sobre lo que hacemos, mostrándonos las cosas mecánicas que hacemos día a día y en las cuales cometemos muchos errores, descuidando la parte espiritual, no cumpliendo con la Gran Comisión que el Señor nos ha dejado.

Tal vez sembramos mucho y recogemos poco, No nos saciamos de comida y de bebida, no estamos satisfechos con nada, siempre vivimos quejándonos de nuevas necesidades y aún cuando tenemos la provisión que es más que suficiente, estamos echando en saco roto nuestro jornal, no sabiendo aprovechar sabiamente los recursos que el Señor nos da.

Nos estamos olvidando de hacer lo que Dios nos manda hacer : Edificar la casa, hacer la Obra misionera como Dios nos lo ha ordenado. Pienso que estamos cómodos y nos estamos olvidando de las almas de los hombres.  Es importante MEDITAR muy bien sobre lo que estamos haciendo, analizar si realmente estamos o no enfocados en la gran comisión. Creo que estamos dormidos, el mundo se está muriendo de sed y no estamos haciendo nuestro trabajo. Dios espera mucho más de nosotros, nos lo ha demostrado de muchas maneras, pero nos dormimos sobre los laureles, pensando solo en nuestra comodidad.

Vale la pena MEDITAR en estas verdades :
  • No descuidar para nada la comisión que el Señor nos ha dado
  • Meditar muy bien sobre los caminos que estamos siguiendo.
  • Analizar el fruto de nuestra siembra, por qué no estará germinando
  • Tal vez, por hacer las cosas a las carreras y sin digerir suficientemente, no estamos satisfaciendo el hambre y la sed del mundo
  • Aprovechar sabiamente los recursos que Dios nos da
  • No echar en saco roto la provisión de Dios
  • Manejar sabia y equilibradamente los recursos que Dios nos da en la Iglesia y en el hogar
  • No olvidarnos jamás de las almas de los hombres, el mundo está yendo al infierno y nosotros no nos estamos incomodando.


Dios nos invita a SALIR y esa invitación la podemos resumir así:

1. Miremos hacia afuera (El mundo sin Cristo) antes que preocuparnos por la casa (Comodidad) (Vs 3-4)
2. Por no obedecer fielmente es que pasamos tiempos de angustia y escazes (Vs 5-6)
3. La invitación de Dios es a SALIR a edificar la Iglesia (Vs 7-8)
4. Si no hay obediencia, las consecuencias serán funestas (Vs 9-11)

Dios nos ha recordado hoy que debemos cuidar sabiamente nuestros recursos (Iglesia y hogar) entendiendo que tenemos una Misión muy clara y delicada que cumplir. Es una exhortación que viene de un Dios que espera mucho más de nosotros y que está siempre corrigiendo nuestros malos caminos a fin de que hagamos las cosas sabia y honestamente

Impacta ver que el momento que vive la humanidad entera nos lleva a meditar que es una realidad, estamos desperdiciando nuestros recursos enfocándonos en cosas que no son importantes y descuidando las almas de los hombres

Sencillo, apliquémoslo siendo más cuidadosos con los recursos de la casa y de la Iglesia, enfocándonos en lo que realmente vale la pena. Acordémonos permanentemente que el fin se acerca y que no debemos dejar para mañana lo que podamos hacer hoy. Es hora de salir,

¿ Por qué esperar más ?


Fabio