sábado, 28 de octubre de 2017

LA VERDADERA CAUSA DEL LAMENTO


Nos encontramos en la mitad del libro de las Lamentaciones de Jeremías, en esta etapa Dios nos enseña sobre el sentido de este texto y el verdadero significado de la acción de lamentar.

Revisemos el versículo.

Lamentaciones de Jeremías 3:39
¿Por qué se lamenta el hombre viviente?
Laméntese el hombre en su pecado.

Nuestro Creador cuestiona sobre las razones de Israel para expresar llanto, sollozos y otras demostraciones de dolor; y concluye que la verdadera causa del pueblo para sentir pena, contrariedad o arrepentimiento debería ser la transgresión consciente de su voluntad divina apartándose de lo recto y justo contenido en su Palabra.

La pregunta y la respuesta son más pertinentes hoy que nunca para la Iglesia, así como para la humanidad que desconoce de Jesús.

Es generalizado lamentarse de la adversidad causada por agentes exteriores a nosotros y poco común hacerlo cuando somos los generadores de las faltas en contra de Dios y los demás.

Permitir que el Espíritu Santo cumpla su función

El mismo Jesús lo expresó así:

Juan 16:8-9
“Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.
De pecado, por cuanto no creen en mí;”

Es el Espíritu Santo quien convence de pecado tanto al inconverso para traerle a la Salvación como al creyente para mantenerle limpio y conformarse a la imagen de Cristo.

Lamentablemente podemos opacar su accionar como nos lo indica Pablo.

Efesios 4:30
“Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.”

I de Tesalonicenses 5:19
“No apaguéis al Espíritu.”

Vivamos con convicción el siguiente pasaje.

II de Timoteo 1:6-7
“Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.”

Reconocer la condición de pecadores

No es otra cosa que vivir las palabras del salmista.

Salmos 51:3
“Porque yo reconozco mis rebeliones,
Y mi pecado está siempre delante de mí.”

Vivir la aflicción del pecado

El ejemplo de Pedro después de mentir y negar a Cristo.

Mateo 26:75
“Entonces Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le había dicho: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente.”

El ejemplo de Judas después de entregar a Cristo en manos de las corruptas autoridades judías.

Mateo 27:3-5
“Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú! Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó.”

La verdad descrita por Pablo.

Romanos 2:9
“… tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego,”

Jóvenes, más allá de las razones para llorar, sentir dolor y estar en aflicción por los agravios recibidos, sintamos que la real causa de nuestras lamentaciones debe ser la de pecar en contra de Dios.

¡Qué el pecado nos duela!

Aprovechemos bien esta tarde que no tenemos reunión como ministerio. Felicitaciones especiales en su cumpleaños a Christian Ibáñez líder del Ministerio de Niños.

Un abrazo a todos.

. M .

viernes, 27 de octubre de 2017

ORACIÓN por NUESTRO PAÍS y SUS GOBERNANTES


Nadie puede pasar por alto la nefasta situación que vive nuestro país debido al alto grado de CORRUPCIÓN en nuestros gobernantes y en todas las esferas. Necesitamos un CAMBIO de RAIZ, no podemos seguir en las mismas y con los mismos. Solamente Dios puede operar ese cambio. Dios a través de Pablo nos invita a que estemos orando permanentemente a nuestro Dios a través del único mediador que hay entre ÉL y los hombres (Jesucristo).

1Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; 2por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. 3Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, 4el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. 5Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, 6el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo. - I Timoteo  2:1-6

Dios nos recuerda que debemos orar por todos los hombres, porque Él quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad, no debemos olvidar a nuestros gobernantes, ellos, a pesar de sus errores, necesitan de Cristo, Él también murió por ellos.

Así que es necesario y bueno delante de Dios que estemos pidiendo fervorosamente a ÉL por medio del único mediador quien tiene el derecho de serlo porque entregó su vida por nosotros en obediencia absoluta a Dios. Debemos recurrir a Él usando rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias.

Hay muchas formas de dirigirnos a Dios y ante todo debemos hacerlo agradeciéndole por cada cosa que hace por nosotros, luego pidiendo y rogando por los demás y por último orando por nosotros y por nuestras necesidades. Es necesario entregarle todas nuestras peticiones directamente a Dios por medio de nuestro Amado Señor Jesucristo.   

Algo sencillo pero lleno de muchas enseñanzas prácticas:
  • Considerar todas las formas posibles de orar
  • Pedir por todos los hombres
  • Tener muy en cuenta en nuestras oraciones a nuestros gobernantes y superiores.
  • Tener claro que nuestras peticiones deben ser elevadas directamente a Dios
  • Dejar que sea el Espíritu Santo el que hable por nosotros
  • Pedir en el nombre del único mediador, nuestro Señor Jesucristo.


Dios nos recuerda que Cristo es el único mediador, y cómo debemos orar

1. No dejar de pedir, como sea, por nuestros gobernantes, por sabiduría y honestidad (Vs 1-2)
2. El deseo de Dios es que TODOS los hombres conozcan la verdad y sean salvos, no hay excepciones (Vs 3-4)
3. Siempre debemos pedir en el nombre de Jesucristo, nuestro único mediador ante Dios, quién entregó su vida por nosotros (Vs 5-6)

Dios nos recuerda las instrucciones sobre la oración a través de Cristo el ÚNICO Mediador. Son instrucciones dada por un Dios de ORDEN quién canaliza todas nuestras peticiones a través de Su amado Hijo, a fin de que seamos más conscientes de lo que pedimos.

Me sorprende ver la forma contundente como Dios nos dice que hay UN solo mediador entre Dios y los hombres, no necesitamos más intermediarios y punto.

Nuestro país anda en tinieblas, en sombra de muerte, vamos a aplicar esta enseñanza hablando permanentemente del tema, cada vez que sea necesario, cuando sea y donde sea. También, poniendo toda nuestra FE y mi ESPERANZA en ese ÚNICO mediador, nuestro amado Señor Jesucristo. Teniendo en cuenta en nuestras oraciones a todos los hombres y no dejando de orar por nuestros gobernantes y superiores, a fin de que cese la corrupción y que sea Dios quien opere el cambio que necesitamos todos los colombianos.  


Fabio