sábado, 4 de octubre de 2014

BUENOS JUECES



En el capítulo 18 de Éxodo versículos 13 al 27 encontramos descrito por Dios como Moisés efectuó el nombramiento de jueces.

La necesidad de juicio de Dios
En los versículos 13 al 16 podemos ver  que: “Aconteció que al día siguiente se sentó Moisés a juzgar al pueblo; y el pueblo estuvo delante de Moisés desde la mañana hasta la tarde. Viendo el suegro de Moisés todo lo que él hacía con el pueblo, dijo: ¿Qué es esto que haces tú con el pueblo? ¿Por qué te sientas tú solo, y todo el pueblo está delante de ti desde la mañana hasta la tarde? Y Moisés respondió a su suegro: Porque el pueblo viene a mí para consultar a Dios. Cuando tienen asuntos, vienen a mí; y yo juzgo entre el uno y el otro, y declaro las ordenanzas de Dios y sus leyes.”, podemos ver que el pueblo necesitaba de la capacidad divina para distinguir el bien del mal y lo verdadero de lo falso a través del accionar de Moisés.

El trabajo de Moisés era arduo
En los versículos 17 y 18, el señor nos muestra que: “Entonces el suegro de Moisés le dijo: No está bien lo que haces. Desfallecerás del todo, tú, y también este pueblo que está contigo; porque el trabajo es demasiado pesado para ti; no podrás hacerlo tú solo.”, el suegro de Moisés le advierte que él no puede satisfacer la demanda de juicio por parte del pueblo y necesita apoyo.

Dos soluciones

El suegro da dos sabios consejos a Moisés que se establecen como soluciones a la necesidad de la Palabra por parte de Israel, veámoslas:

La primera: instruir al pueblo
En los versículos 19 y 20 se describe lo siguiente: “Oye ahora mi voz; yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Está tú por el pueblo delante de Dios, y somete tú los asuntos a Dios. Y enseña a ellos las ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino por donde deben andar, y lo que han de hacer.”, se torna imprescindible transmitir el conocimiento de la Palabra de Dios para que el pueblo conozca las normas, se conduzca de buena manera y sepa como actuar en una determinada situación.

La segunda: delegar
En los versículos 21 y 22 se establece que: “Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez. Ellos juzgarán al pueblo en todo tiempo; y todo asunto grave lo traerán a ti, y ellos juzgarán todo asunto pequeño. Así aliviarás la carga de sobre ti, y la llevarán ellos contigo.”, es igualmente importante que hombres de Dios colaboren con los asuntos propios del liderazgo de Moisés y tengan una responsabilidad clara frente a este encargo.

Actuar conforme a la voz de Dios
Los versículos 23 al 27 concluyen que: “Si esto hicieres, y Dios te lo mandare, tú podrás sostenerte, y también todo este pueblo irá en paz a su lugar. Y oyó Moisés la voz de su suegro, e hizo todo lo que dijo. Escogió Moisés varones de virtud de entre todo Israel, y los puso por jefes sobre el pueblo, sobre mil, sobre ciento, sobre cincuenta, y sobre diez. Y juzgaban al pueblo en todo tiempo; el asunto difícil lo traían a Moisés, y ellos juzgaban todo asunto pequeño. Y despidió Moisés a su suegro, y éste se fue a su tierra.”, Moisés acató el sabio consejo y estableció hombres buenos para juzgar.


Jóvenes, la obra del Señor requiere cada día de siervos aptos y aprobados, es nuestro deber cada día conformarnos más a la imagen de nuestro Salvador y ser cristianos y cristianas de virtud, temerosos de Dios, hombres y mujeres de verdad, que aborrezcan la avaricia; aptos para enseñar y servir en todos los frentes.

jueves, 2 de octubre de 2014

ES DIGNO… NO SOY DIGNO

En Lucas 7:1-10, vemos una lección impresionante en cuanto al entender cuál es nuestra posición delante del Señor.

Jesús entra en Capernaum y en este territorio se encuentra un centurión quien tiene a uno de  sus siervos (a quien quería mucho) enfermo y a punto de morir.

Unos ancianos de entre los judíos van a donde el Señor Jesús y le dicen en el vs. 4:

“Es digno (hablando del centurión) que le concedas esto”. Y seguido dan sus argumentos. El ama a nuestra nación y nos ha edificado una sinagoga. Jesús los escucha y va a donde este hombre quien al saber que viene le envía a un amigo diciéndole:

“Señor, no te molestes, pues no soy digno de que entres bajo mi techo”

Que impresionante. Que actitud. Que entendimiento. La gente decía de este centurión que era digno de…

El centurión decía de si mismo: No soy digno ni aun de que entres bajo mi techo. Que lección en cuanto a entender nuestra posición delante del Señor.

No somos dignos. Nuestra dignidad la encontramos en la cruz del calvario, y el en Hijo de Dios derramando hasta su última gota de sangre por amor a cada uno de nosotros. Hombres perversos y malos. Llenos de pecado.

Dice el vs. 9 que Jesús se maravilló de él y dijo: Ni aun en Israel, he hallado tanta fe. Y el siervo amado de su centurión fue hallado sano.

ES DIGNO… NO SOY DIGNO --- Déjame masticarlo…

Un abrazo y nos vemos mañana, 

martes, 30 de septiembre de 2014

ABRAMOS LOS OJOS

Hay una historia que realmente me impactó porque me pasa y nos pasa, que no vemos más allá, que realmente ciegos y ajenos de lo que Dios si ve y necesitamos orar los unos por los otros para que veamos como Dios ve.

2 Reyes 6: 16-17 "El le dijo: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.
17. Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo."

Contextualizando, el ejercito Sirio va en busca de Eliseo para prenderlo y su criado Giezi se altera y se asusta, pero Eliseo está confiado en su Dios y sabe y puede ver y sentir su protección y ora Eliseo para que su criado pueda ver.

Como hijos de Dios, él nos promete su protección, su cuidado, estar a nuestro lado pero lastimosamente las circunstancias en ocasiones nos enceguecen y solo podemos  ver los problemas pero no a Dios con su ejercito respaldándonos en cualquiera que sea nuestra situación por difícil que parezca.

Luego de esto Eliseo para que Dios castigue con ceguera a los sirios y así pasa (ver.18). Es evidente que este mundo está ciego y es algo que Dios permite por un motivo muy grande que a veces no entendemos y es que ellos puedan ver también como un día nosotros.

(Ver. 19-23) "Después les dijo Eliseo: No es este el camino, ni es esta la ciudad; seguidme, y yo os guiaré al hombre que buscáis. Y los guió a Samaria.
20. Y cuando llegaron a Samaria, dijo Eliseo: Jehová, abre los ojos de éstos, para que vean. Y Jehová abrió sus ojos, y miraron, y se hallaban en medio de Samaria.
21. Cuando el rey de Israel los hubo visto, dijo a Eliseo: ¿Los mataré, padre mío?
22. El le respondió: No los mates. ¿Matarías tú a los que tomaste cautivos con tu espada y con tu arco? Pon delante de ellos pan y agua, para que coman y beban, y vuelvan a sus señores.
23. Entonces se les preparó una gran comida; y cuando habían comido y bebido, los envió, y ellos se volvieron a su seÑor. Y nunca más vinieron bandas armadas de Siria a la tierra de Israel."

Eliseo los condujo al rey para que les diera pan y agua y es justo lo que la gente sin Jesús necesita, primeramente que los llevemos ante el Rey de Reyes y Señor de Señores para que él les de ese pan de vida y esa agua con la cual no tendrán sed jamas, que cuadro más precioso!!!

La invitación que Dios nos hace es primeramente a que oremos a él que abra nuestros ojos espirituales y en la adversidad podamos ver su protección, su cuidado, que está con nosotros con el motivo de mostrarnos sus propósitos eternos y es que a este mundo que está ciego y muerto en sus propios pecados puedan ver al Rey, puedan ver a Jesús el pan de vida y el agua que puede quitar su sed para siempre.

Sigamos el ejemplo de Eliseo, varón de Dios que usa bien la palabra de verdad y guiar al perdido hacia el Rey. !!ABRAMOS LOS OJOS!! 


Un abrazo.

lunes, 29 de septiembre de 2014

INSISTIR CON FIRMEZA


Tito 3:8
“8Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres.
Al leer este versículo las palabras en las que Pablo le dice a Tito (y en estas cosas quiero que insistas con firmeza”, quise devolverme a los primeros versículos de este capítulo para tener aun más claras estas cosas.

Miremos Tito 3:1-2
1Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos a toda buena obra.
2Que a nadie difamen, que no sean pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres.
Hoy Dios nos insiste que tengamos estas cosas presentes en nuestro día a día con el fin de ser el mejor testimonio y brillar. Quiero hoy insistirles de nuevo con la biblia a en cada uno de estos mandamientos.

-      Sujetarse a los gobernantes y autoridades.
Romanos 13:1-2
Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.
De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos.

-      Dispuestos a toda buena obra.
Efesios 2:10
10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
-      Que a nadie difamen.
1 Pedro 2:1
1Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones,
-      Que no sean pendencieros.
1 Timoteo 3:3
3no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro;
-      Amables.
Efesios 4:32
32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
-      Mansos con todos los hombres
Mateo 5:5
   Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.



Lindo dia.