domingo, 12 de julio de 2009

¡AY DE MI!


Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio! 1 Corintios 9:16

Ayer tuvimos una noche especial. Simple, pero para mi gusto demasiado especial. A veces no entiendo porque nos complicamos tanto para cumplir con la tarea tan directa que el Señor nos encomendó.

Pensamos y aún nos convencemos que para predicar el evangelio necesitamos de una o varias señales divinas. Justificamos nuestro silencio de alguna manera y buscamos la forma perfecta para llenarnos de "paz" por habernos callado lo que el Señor mismo nos ha mandado a publicar a viva voz. SU EVANGELIO.

Esta tarde te animo y me animo, a buscar formas simples pero efectivas para llegar a los jóvenes de nuestra ciudad. Anoche necesitamos de algunas mesas, un lugar llamativo, unas bandejas con jamones y unos buenos actores para finalmente predicar el evangelio a estos jóvenes (bastante singulares) que el Señor nos regaló.

Probablemente lo anterior te lleva a pensar en una gran cena o en el gran evento, pero creéme que no fue así. Dios nos permitió planearlo en cerca de 20 minutos, cada uno luego cumplió su parte y el evangelio finalmente fue predicado.

Gracias Señor por hacernos parte activa de Tu Ministerio. No olvidemos nunca que el evangelio es PODER DE DIOS PARA SALVACIÓN.

Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras... 1 Corintios 15:1-4.

Nos vemos mañana...

1 comentario:

MAC dijo...

Hola a todos, comparto en algunos aspectos la opinión del escritor y en especial lo referente a las excusas y supuestas complicaciones que buscamos para no predicar el evangelio, voy ser juicioso con eso y no callar más.
Gracias por este espacio nuevamente.
M