domingo, 23 de marzo de 2014

Un siervo Desinteresado y que busca la Excelencia.

"¿Quién de vosotros, teniendo un siervo que ara o apacienta ganado, al volver él del campo, luego le dice: Pasa, siéntate a la mesa?

¿No le dice más bien: Prepárame la cena, cíñete, y sírveme hasta que haya comido y bebido; y después de esto, come y bebe tú?

¿Acaso da gracias al siervo porque hizo lo que se le había mandado? Pienso que no.

Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos." San Lucas 17:7-10

Buenas noches, estas palabras de nuestro Señor Jesucristo nos motivan a que cada uno de nosotros esté dispuesto a servirle desinteresadamente y con excelencia como buenos siervos suyos.


Debemos servir desinteresadamente:

Cuando Dios nos da el privilegio de servir en cualquier frente, debemos recordar que como siervos suyos recibimos una responsabilidad inmensa, puede ser arar, remover la tierra para que la semilla de fruto, como lo hace la palabra de Dios o apacentar a una grey como lo hacen nuestros pastores y líderes o recibir a un invitado en la puerta de la Iglesia o participar en la alabanza, o visitar a los enfermos... Tantas cosas que Dios nos da en nuestras manos para que le sirvamos y nuestra actitud nunca debe ser la de esperar una felicitación de parte de Dios y de las personas, ya que es nuestra labor y debemos cuidarnos de la vanagloria.

No podemos dejar el servicio a medias es "hasta que el amo haya comido y bebido" que el siervo podrá recibir su porción.

Esto implica un esfuerzo mayor de parte de nosotros, ya que nos podemos conformar con cumplir nuestra parte, pero olvidar que debemos ser constantes y no vivir de glorias pasadas, si de gloria en gloria como un día nos enseñó nuestro amigo David Guadrón.

"¿Acaso da gracias al siervo porque hizo lo que se le había mandado? Pienso que no" Lucas 17:9


Debemos servir con excelencia:

Esto es un reto para mí, ya que el cumplir mi parte me puede llevar a pensar que era suficiente, pero siempre podremos servir al Señor con mayor excelencia, no conformarnos con cumplir un horario, preparar un discipulado, enseñar la Biblia, servir el domingo en la Iglesia y ya,  pare de contar. Acá es donde el servicio que realicemos para la gloria del Señor marcará la diferencia y motivará a nuestros hermanos a marchar una milla más, somos llamados a brillar aún dentro de la congregación y ser ejemplo.

"Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza." I Timoteo 4:12

Meditemos en qué nos estamos conformando al servir al Señor y pidamos que nos ayude a ser siervos útiles que le sirven desinteresadamente y con excelencia.

Un abrazo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Con mucho respeto... Este TIPO DE LETRA no me deja concentrar... No se que me pasa, me distraigo...Gracias