martes, 25 de marzo de 2014

RECORDEMOS A NUESTRO AMADO SEÑOR

En la vida de un verdadero hijo de Dios es necesario siempre considerar a aquel que lo tomó por soldado y hoy un joven de 17 años nos permitirá meditar en algunas de las cosas que nuestro salvador tuvo que vivir por amor a nosotros. Este joven es José que es un tipo de nuestro Señor Jesucristo que en nuestro pasaje de hoy nos va a tipificar sus sufrimientos los cuales fueron por amor a nosotros.

GENESIS 37: 3-5 "Y amaba Israel a José más que a todos sus hijos, porque lo había tenido en su vejez; y le hizo una túnica de diversos colores.
4. Y viendo sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos, le aborrecían, y no podían hablarle pacíficamente.
5. Y soñó José un sueño, y lo contó a sus hermanos; y ellos llegaron a aborrecerle más todavía."
 
En primera medida así como los hermanos de José le llegarón a tener envidia y aún más allá le aborrecían a nuestro Jesús le tenían está clase de sentimientos y aún más peores. La biblia dice: "A lo suyo vino y los suyos no le recibieron". Empezó esto por que Jesús decía ser el Hijo de Dios, el Rey de los judios, el sueño de José mostraba a sus hermanos inclinandose ante él y esto hacía que le aborrecieran más y ya querían causarle la muerte.
Luego Jacob mandó a José a buscar a sus hermanos que salieron a apacentar las ovejas (18-20) "Cuando ellos lo vieron de lejos, antes que llegara cerca de ellos, conspiraron contra él para matarle.
19. Y dijeron el uno al otro: He aquí viene el soñador.
20. Ahora pues, venid, y matémosle y echémosle en una cisterna, y diremos: Alguna mala bestia lo devoró; y veremos qué será de sus sueños."
 
Me recuerda la manera tan descarada como conspiraban contra Jesús, buscando falsos testigos, buscando cogerse de cualquier cosa que Jesús hacía para prenderlo y poder matarle. Así los hermanos de José convinieron en hacerle a su hermano y armaban toda una historia llena de mentiras, "una bestia lo devoró", otro de sus hermanos queriendo limpiarse de la sangre de su hermano (no se les hace conocido al que se lavó las manos en el caso contra Jesús) propuso el echarlo en una cisterna.
 
Le injuriaban "y veremos que será de sus sueños, He aquí viene el soñador". A Jesús le meneaban la cabeza y le decían que si era el Hijo de Dios que decendiera ahora de la cruz, le clavaron una corona de espínas para burlarse de él, lo escupían, lo aborrecían, los suyos, su pueblo, lo matarón, ¡QUE TREMENDO!!!
 
Algo que me impactó es que Jacob, su padre, envía a su hijo, a quién más amaba a la muerte, esto me conmovió grandemente porque el Padre celestial envió a su Hijo unigenito, lo que más amaba a la muerte y muerte de cruz para que todo aquel que en el cree no se pierda mas tenga vida eterna.
 
Un detalle más sus hermanos lo vendieron por unas piezas de plata a los madianitas así como Judas vendió a Jesús por unas cuantas piezas de plata.
 
Consideremos hoy lo mucho que tuvo que sufrir nuestro salvador por amor a nosotros, para que nosotros tuvieramos vida permanentemente en él, para trasladarnos de las tinieblas a la luz, al reino de su amado Padre y teniendo esto como yelmo lo demos todo por su causa, las almas de los hombres, somos sus embajadores y tenemos bajo nuestra responsabilidad el ministerio de la reconciliación.
 
Un abrazo.

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