domingo, 19 de enero de 2014

Atalaya.


Buenas noches, nuevamente es un privilegio poder compartir algo de nuestro devocional.
Recuerdo cuando me fui a presentar al batallón para cumplir la citación que hace el ejercito nacional para presentar el servicio militar. Cuando estaba entrando al batallón (con mucho susto por cierto) un hombre sobresalía desde lo alto de una torre al lado de un muro alto, este hombre era un centinela que estaba en una atalaya, la cual es una torre alta, fuerte puesta para vigilar, espiar u observar y dar aviso de algún tipo de ataque o anomalía.

Dios puso a Ezequiel como atalaya a la casa de Israel, con el propósito de observar y amonestar al pueblo cuando fuera necesario, pero siempre y cuando fuera un mensaje proveniente de Dios:

"Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte" Ezequiel 3:17


Somos puestos para alumbrar al mundo perdido.
Dios  puso a Ezequiel para que amonestara y hablara a esas personas que Dios había juzgado debido a su camino con el propósito de alumbrar su vida y se dieran cuenta de su mal camino y así cambiaran.
 
"Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano.
Pero si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad y de su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma." Ezequiel 3:18-19

Nosotros somos la luz del mundo y debemos alumbrar las vidas de las personas para que lleguen a un arrepeentimiento y a una salvación. Al igual que Ezequiel es una responsabilidad enorme, ya que esa sangre puede ser demandada a nosotros si nos callamos. Nuestra labor es predicar el evangelio, siendo alumbrados por Dios para llevar su luz.

"Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder".Mateo 5:14


Somos puestos para alumbrar a nuestros hermanos.
Dios puso como Atalaya para que amonestara al "justo" a esas personas que conocían a Dios, en este caso creyentes, para que los amonestara y no se desviaran del camino de justicia para hacer el mal. La función es vigilar, observar y Dios le da la facultad de amonestar, haciéndolo un instrumento de Dios. 

"Si el justo se apartare de su justicia e hiciere maldad, y pusiere yo tropiezo delante de él, él morirá, porque tú no le amonestaste; en su pecado morirá, y sus justicias que había hecho no vendrán en memoria; pero su sangre demandaré de tu mano.
Pero si al justo amonestares para que no peque, y no pecare, de cierto vivirá, porque fue amonestado; y tú habrás librado tu alma." Ezequiel 3:20-21

Solo esa autoridad podía provenir de Dios, acompañado de un testimonio irreprensible. Igualmente la responsabilidad es enorme ya que la labor era amonestar igualmente pero en este caso aun a personas cercanas. La labor era edificar, exhortar y amonestar cuidadosamente para evitar pérdidas.

"Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver,
sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados" Santiago 5:19-20

Muchas veces nos amonestarán nuestros pastores y líderes, cuando eso suceda qué bendición, nos están cuidando de una desgracia segura, apartarnos de Dios.

Un abrazo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por recordarlo con tanta claridad