Sabemos
que la carta de Pablo a Filemón es una misiva privada mediante la
cual el autor habla en favor de Onésimo para librarlo del castigo
por parte de su amo pidiéndole que le perdone y vuelva a confiar en
el esclavo.
De
este versículo podemos extractar lo siguiente:
Dios
confía en nuestra obediencia
Así
como Pablo confiaba en la obediencia de Filemón respecto del
tratamiento del esclavo Onésimo, el Señor espera con seguridad que
cumplamos su voluntad como buenos siervos y soldados de su causa.
Veamos
algunas precisiones sobre la obediencia contenidas en la Biblia:
Es
la actitud que un padre espera de su hijo como en el caso de Jacob
descrito en Génesis
27:8:
“Ahora, pues, hijo
mío, obedece a mi voz en lo que te mando.”
Trae
bendiciones como se narra en “Deuteronomio 11:13-14: “Si
obedeciereis
cuidadosamente a mis mandamientos
que yo os prescribo hoy, amando a Jehová vuestro Dios, y sirviéndole
con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma, yo
daré la lluvia de vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la
tardía; y recogerás tu grano, tu vino y tu aceite.”
Es
agradable a Dios y preponderante sobre otras formas de actuar como
establece I
de Samuel 15:22:
“Y Samuel dijo: ¿Se
complace Jehová
tanto en los holocaustos y víctimas, como en
que se obedezca a las palabras de Jehová?
Ciertamente
el obedecer es mejor que los sacrificios,
y el prestar atención que la grosura de los carneros.”
El
ejemplo más importante, el de Jesucristo, según lo contenido en
Filipenses
2:8:
“… y estando en
la condición de hombre,
se humilló a sí mismo, haciéndose obediente
hasta la muerte,
y muerte de cruz.”
Fue
un momento transcendental en nuestra salvación como anota Pedro
1:22-23:
“Habiendo purificado vuestras almas por la
obediencia a la verdad,
mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos
a otros entrañablemente, de corazón puro; siendo renacidos, no de
simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios
que vive y permanece para siempre.”
Está
por encima de cualquier autoridad humana como se muestra en II
de Corintios 4:19-20:
“Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad
si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios;
porque no
Dios
sabe que podemos hacer más de lo que nos dice
De
igual forma y así como Pablo sabía que Filemón tenía la capacidad
de hacer más según su expectativa, Dios sabe que nosotros podemos
superar las expectativas para la sagrada causa de Jesucristo. Es
nuestro deber esforzarnos en el cumplimiento de nuestros deberes
superando nuestras metas en todos y cada uno de los aspectos de
nuestro andar cristiano, sin llegar a ser conformistas.
Observemos
algunos pasajes que nos hablan al respecto:
Es
un mandamiento como se ordena en Josúe
1:9:
“Mira que te
mando que te esfuerces
y seas valiente; no temas ni
desmayes,
porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.”
Es
un trabajo colectivo por la obra como nos indica II
de Samuel 10:12:
·”Esfuérzate,
y esforcémonos
por nuestro pueblo, y por las ciudades de nuestro Dios; y haga Jehová
lo que bien le pareciere.”
Significa
madurar y crecer hasta llegar a ser hombres y mujeres estructurados
como encontramos en I
de Reyes 2:1-2:
“Llegaron los días en que David había de morir, y ordenó a
Salomón su hijo, diciendo: Yo sigo el camino de todos en la tierra;
esfuérzate,
y sé hombre.”
y en I
de Corintios 16:13-14:
“Velad, estad firmes en la fe; portaos
varonilmente, y esforzaos.
Todas vuestras cosas sean hechas con amor.”
Implica
trabajar para la obra y el servicio como se narra en I
de Crónicas 28:20:
“Dijo además David a Salomón su hijo: Anímate
y esfuérzate,
y
manos a la obra;
no temas, ni desmayes, porque Jehová Dios, mi Dios, estará contigo;
él no te dejará ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra
para el servicio de la casa de Jehová.”
Es
una norma dirigida a todos los creyentes como se canta en Salmos
31:24:
“Esforzaos
todos vosotros los que esperáis en Jehová,
Y tome aliento vuestro corazón.”
Es
un trabajo de la mano de Dios como nos muestra en
Hageo 2:4:
“Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate,
dice Jehová; esfuérzate también,
Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote; y cobrad ánimo, pueblo todo
de la tierra, dice Jehová, y trabajad; porque yo estoy con vosotros,
dice Jehová de los ejércitos.” y en II
de Timoteo 2:1:
“Tú, pues, hijo mío, esfuérzate
en la gracia que es en Cristo Jesús.”
Jóvenes,
Dios confía en nuestra obediencia la cual debe ser sincera y traerá
su debida recompensa y es una remembranza de la actitud de
sometimiento que tuvo nuestro Salvador Jesucristo frente al Padre,
asimismo Dios espera que demos cada vez más y nos esforcemos y
seamos esos hombres y mujeres conformes a la imagen de su Hijo;
entendiendo que cada cosa que hagamos demás jamás será en vano y
contribuirá en nuestro caso a lograr Colombia para Cristo,
entendiendo que el 2014 debe ser un año sustancialmente diferente
donde entendamos que debemos hacer más para la obra del Señor.
2 comentarios:
Gracias... Esta es mi conclusión : Tenemos 3 alternativas : Obedecer u obedecer u obedecer... Buen día
:)
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