La morada terrestre
En la primera parte del versículo 1 Dios hace una
perfecta comparación de nuestra habitación terrestre con una tienda portátil y
provisional que puede ser
destruida fácilmente, miremos la descripción de la destrucción que nuestro
planeta sufrirá y se encuentra descrita en II de Pedro 3:10: “Pero el
día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con
grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán
quemadas.”, verdad que en el antiguo testamento se encontraba narrada claramente
como lo relata Isaías 51:6: “Alzad a los cielos vuestros ojos, y mirad abajo a la tierra; porque los
cielos serán deshechos como humo, y la
tierra se envejecerá como ropa de vestir, y de la misma manera perecerán sus
moradores; pero mi salvación será para siempre, mi justicia no perecerá.”
La casa eterna
Sin embargo el Señor creará un
nuevo cielo donde tendremos nuestra morada eterna, como lo determina Apocalipsis
20:11: “Vi un cielo nuevo y una
tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya
no existía más.”, veamos dicha verdad confirmada en los siguientes versículos
así:
Isaías 65:17: “Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva
tierra; y de lo primero no habrá
memoria, ni más vendrá al pensamiento.”
Isaías 66:22: “Porque como los cielos nuevos y la
nueva tierra que yo hago permanecerán delante de mí, dice Jehová, así
permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre.”
II de Pedro
3:13: “Pero
nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra
nueva, en los cuales mora la justicia.”
El deseo de habitar nuestra
habitación en los cielos
Finalmente el versículo 2 nos enseña sobre las ganas
de ocupar el lugar que Jesús nos tiene dispuesto como lo enseña Juan 14:2: “En la casa de mi Padre muchas moradas hay;
si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy,
pues, a preparar lugar para vosotros.”
Jóvenes,
la gente del mundo desea cosas terrenales, como cristianos debemos anhelar y buscar
las cosas celestiales y en especial enfocarnos en la salvación de más y más
almas que tengan el privilegio de ocupar una habitación celestial destinada
para la vida eterna en comunión con Dios, no olvidemos que esta época del año
es importante para hablar del verdadero nacimiento de nuestro salvador y es en
el pesebre de los corazones que no le conocen.
2 comentarios:
Gracias por esa BONITA exhortación, muy Bíblica, Dios la usará en mi vida... Que bonito escuchar la voz de Dios en boca de hombres jóvenes y sobretodo fieles.
Adelante... No desfallezcan, los necesitamos
Publicar un comentario