sábado, 19 de octubre de 2013

LA CONDENA DE UN INOCENTE


Esta semana finalicé el evangelio de San Lucas, tal vez el libro de la biblia escrito de la manera más sistemática y ordenada como se detalla perfectamente en la introducción establecida en los versículos 1 al 4 del capítulo primero, el día de hoy quiero escribir sobre la sentencia de muerte de Jesús  narrada en el capítulo 23 versículos 13 al 25.

La causa de Jesús vista desde el derecho romano

En el versículo 13 podemos ver que Poncio Pilato miembro del orden ecuestre romano, prefecto de la provincia de Judea, convocó a los principales sacerdotes, a los gobernantes, y al pueblo judío en el proceso adelantado contra Jesús.

Recordemos que Jesús fue procesado acorde con el derecho romano el que aún hoy es sinónimo del ordenamiento jurídico por excelencia a la luz de la sabiduría del mundo, un sistema jurídico político que rigió a los ciudadanos de Roma y posteriormente a los habitantes del Imperio, y cuyas instituciones subsisten hoy en día en la mayor parte de los estados occidentales y es materia de estudio en todas y cada una de las facultades de derecho en América y Europa sin excepción.

En los versículos 14 y 15 Pilato les dijo: “Me habéis presentado a éste como un hombre que perturba al pueblo; pero habiéndole interrogado yo delante de vosotros, no he hallado en este hombre delito alguno de aquellos de que le acusáis. Y ni aun Herodes, porque os remití a él; y he aquí, nada digno de muerte ha hecho este hombre.”

Pilato luego de practicar las pruebas correspondientes no encuentra a Jesús culpable de las acusaciones elevadas en su contra por el pueblo judío y sus representantes y en el versículo 16 concluye con esta contundente afirmación: “Le soltaré, pues, después de castigarle.”

Aún con la aplicación de las normas humanas la única sentencia a proferir en la causa de Jesús era indefectiblemente la siguiente: su inocencia.

La causa de Jesús vista desde la perspectiva judía

Vimos como el sistema jurídico del mundo conformado por seres humanos que no tenían sangre judía concluyó el proceso iniciado contra Jesús absolviéndolo de todos y cada uno de los cargos elevados en su contra como son los de perversión a la nación judía en contra de Roma, constreñimiento para el no pago de impuestos del imperio y sedición contra las autoridades romanas descritos en Lucas 23: 2-5; sin embargo la justicia aplicada por el pueblo judío fue sustancialmente diferente como se detalla en los versículos 18 al 25: “Más toda la multitud dio voces a una, diciendo: ¡Fuera con éste, y suéltanos a Barrabás! Este había sido echado en la cárcel por sedición en la ciudad, y por un homicidio. Les habló otra vez Pilato, queriendo soltar a Jesús; pero ellos volvieron a dar voces, diciendo: ¡Crucifícale, crucifícale! Él les dijo por tercera vez: ¿Pues qué mal ha hecho éste? Ningún delito digno de muerte he hallado en él; le castigaré, pues, y le soltaré. Más ellos instaban a grandes voces, pidiendo que fuese crucificado. Y las voces de ellos y de los principales sacerdotes prevalecieron.

Que equivocado estaba el pueblo judío en su veredicto en contra de Jesús al condenar al hijo de Dios a una sentencia tan tremenda como es la muerte en la cruz a sabiendas de su inocencia comprobada. 

La sentencia

Finalmente el prefecto romano procedió de conformidad con la voluntad judía como se describe en los versículos 24 y 25: “Entonces Pilato sentenció que se hiciese lo que ellos pedían; y les soltó a aquel que había sido echado en la cárcel por sedición y homicidio, a quien habían pedido; y entregó a Jesús a la voluntad de ellos.

La expresión del pueblo fue liberar a Barrabás, delincuente tipo de Satanás el querubín rebelde en contra del Reino de Dios y asesino espiritual.

Jóvenes, quiero concluir ésta estrada invitándonos a reflexionar respecto de los hombres y mujeres que queremos liberar en nuestra vida, tenemos dos opciones: Jesús, el legítimo heredero del trono de Dios y salvador de la humanidad y Satanás, usurpador de la autoridad celestial y destructor de la humanidad.

¿Cuál es tu elección?

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡¡¡ Que bonita reflexión !!! :)