sábado, 28 de septiembre de 2013

LA FE EN LA RESURRECCIÓN


Llegué al final del evangelio de San Marcos y en el Capítulo XVI versículos 9 al 14 leí sobre la resurrección de Cristo, en esos 5 pasajes podemos conocer sobre la actitud del corazón del creyente en torno al tema de la resurrección.

Los creyentes sin dudas

Vamos a ver dos ejemplos de creyentes que no dudaron jamás de la resurrección de Jesús

El caso de María Magdalena
En los versículo 9 se describe que: “Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena, de quien había echado siete demonios.”; la actitud de María Magdalena fue de plena credulidad con el afán de ir a revelar la verdad de lo acontecido como se muestra en el versículo 10: “Yendo ella, lo hizo saber a los que habían estado con él, que estaban tristes y llorando.”

El caso de los dos discípulos
En el versículo 12 se narra: “Pero después apareció en otra forma a dos de ellos que iban de camino, yendo al campo.”; así como en el caso de María Magdalena estos dos discípulos creyeron y buscaron a otros para contar la verdad como se establecer en el versículo 13a: “Ellos fueron y lo hicieron saber a los otros;…”.

Los creyentes con dudas

De forma antagónica vamos a ver como los que estaban con Cristo dudaron de su resurrección.

Cuando María Magdalena buscó a los que habían estado con Jesús para hacer saber sobre la resurrección y esta fue su reacción como se relata en el versículo 11: “Ellos, cuando oyeron que vivía, y que había sido visto por ella, no lo creyeron.”; aún después de haber estado con Cristo no creían en lo que ella les contaba. Idénticamente sucedió frente a la narración de los con los dos discípulos como se corrobora en el versículo 13: “Ellos fueron y lo hicieron saber a los otros; y ni aun a ellos creyeron.”, nuevamente una actitud de duda y vacilación.

El reproche de la incredulidad

Es Dios mismo quien después de haber resucitado se presenta a sus discípulos y sanciona la falta de fe de quienes dicen creerle y dudan de su palabra, de sus hechos y de su verdad como está escrito en el versículo 14 “Finalmente se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les reprochó su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado.”

Jóvenes jamás tengamos una actitud de incredulidad y dureza de corazón frente a las promesas de Dios y la verdad descrita en la Biblia, el mundo está lleno de escépticos y aún a nuestro lado podemos convivir con creyentes “no creyentes”, no nos desanimemos y sigamos adelante con nuestra misión y deber cristianos llevando la luz en medio de la oscuridad.

Finalmente recordemos algunos pasajes apropiados para concluir esta entrada en torno a la resurrección:

Tenemos la garantía de nuestra vida después de la muerte, Juan 11:25: “Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.”

Es pieza fundamental de nuestra fe I de Corintios 15:13-14: “Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe.”

Nuestro Padre Celestial actuará con nosotros como con nuestro Salvador, II de Corintios 4:14: “… sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros.”

Es nuestra confianza, I de Tesalonicenses 4:14: “Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.”

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡ Que binita reflexión !. Gracias :)