“1:11 Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros,
para que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamamiento, y cumpla todo
propósito de bondad y toda obra de fe con su poder,
1:12 para que el nombre de nuestro Señor Jesucristo sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.”
Con estos dos versículos Dios me enseñaba la
importancia de orar por nuestros hermanos y más importante aún, orar por
nuestros hermanos para que por medio de esto Dios se lleve la gloria.1:12 para que el nombre de nuestro Señor Jesucristo sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.”
Qué bueno es entender que podemos glorificar el nombre de Dios orando por nuestros hermanos. Muy rara vez en nuestras oraciones diarias van los nombres de nuestros hermanos, líderes y misioneros pidiendo por sus vidas, y que ellas se conformen todo los días a la imagen de nuestro Señor Jesucristo con el fin de que en el servicio en el ministerio y en su vida secular, la luz de Cristo se refleje en ellos y el testimonio al mundo y a los hermanos sea una clara evidencia del poder de Dios.
Hoy te animo a llenar tu mente de nombres que
normalmente no están en tus oraciones. Ora por la vida de otros y así vas a
hacer parte de las bendiciones que Dios tiene para sus hijos. Piensa en los
ministerios de tu iglesia, en las personas que lo conforman. Piensa en las
personas que se sientan al lado tuyo los sábados, domingos y aun en los
discipulados.
Permite y ten la disciplina para que todos los días estos
nombres hagan parte de tus conversaciones con Dios cada día y así vas a aportar un gran grano de arena a
el avance del reino de Dios.
Lindo día.
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