jueves, 19 de noviembre de 2009

DE LABIOS PARA AFUERA. Así no

Salmo 78: 34 - 37
“34 Si los hacía morir, entonces buscaban a Dios;
Entonces se volvían solícitos en busca suya,
35 Y se acordaban de que Dios era su refugio,
Y el Dios Altísimo su redentor.
36 Pero le lisonjeaban con su boca,
Y con su lengua le mentían;
37 Pues sus corazones no eran rectos con él,
Ni estuvieron firmes en su pacto.”

Con esta porción de la biblia Dios me enseñaba como el hombre se atreve a engañar a Dios muchas veces.

Muchas veces cuando sentimos la disciplina de Dios por cosas que sabemos que no están bien, nuestra actitud inmediata es buscarlo, pedirle perdón y comenzar a servirle buscando algo a favor de parte de él. (Lisonjear)

Desafortunadamente, esta actitud muchas veces no es correcta, se hace con fingimiento, sin un arrepentimiento genuino y movidos por un temor temporal de la disciplina de Dios.

De labios para afuera y con una muy buena actuación podemos engañar a los hombres, pero no olvidemos que Dios mira nuestro corazón y él nos pide que seamos rectos delante de él.

Jóvenes, cuando recibamos disciplina por parte de Dios, entendamos el privilegio de esto, entendiendo que es para nuestro bien y que los cambios se deben hacer de inmediato, sin fingir.

Nunca olvidemos que tenemos un Dios lleno de gracia y misericordia, y que es por esto que podemos ser instrumentos usados por él.


Lindo Día. =)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tienes razón. Siempre me humilla el hecho de saber que Dios tiene el poder para conocer lo más profundo de mi corazón, más que yo mismo. Qué bueno tener el corazón perfecto que tenía el salmista, para tener confianza, incluso cuando cometemos errores humanos o carnales, de que Dios conoce nuestro corazón. Lo importante es que este músculo de la vida este en sintonía con Dios.
Muchas gracias por el mensaje!
Sergio

Anónimo dijo...

=)

Anónimo dijo...

:$