miércoles, 14 de octubre de 2009

VIVIR PARA DIOS, ESO ES VIVIR!

Hoy mi lectura de la Biblia me llevó por ese viaje de Génesis 46 en el que Jacob y su familia, setenta personas, van de Canaán (la tierra prometida) a Egipto, tipo del mundo. Allá los espera José, lleno de riqueza y señor de la tierra, quien les suministraría todo lo mejor para establecerse con sus familias y vivir el resto de sus vidas con todos los beneficios posibles.

Pero luego de 400 años esta misma familia con todos sus descendientes, más de 600.000personas, volvería a hacer el mismo trayecto pero al revés: De Egipto a Canaán. Ahora, al frente de esta singular multitud, conocida como la nación de Israel, ya no iría el patriarca Jacob sino el libertador Moisés.

Dios en muchas ocasiones nos permite ir al mundo con objetivos claros. Ir de Canaán a Egipto (el mundo) para:

1. Ser una influencia positiva para ellos sin proceder como ellos lo hacen.
2. Ganar su confianza y su amistad.
3. Proclamarles el evangelio del Señor Jesucristo.
4. Acompañarlos (a los que quieran) en su proceso de crecimiento y maduración en Cristo, es decir, llevarlos de nuevo a casa, a Dios.

Ir de Egipto a Canaán (la tierra prometida), que es la vida abundante que podemos tener hoy, en Cristo, nos hará cada vez más libres. En este viaje quien va siempre al frente es el Señor Jesucristo. Así fue en el antiguo Testamento y así es hoy.

Lo increíble de todo esto es que ÉL, ALTÍSIMO, TODOPODEROSO Y ETERNO, se vale de hombres como Jacob, Moisés, tú o yo para que la gente siga escuchando, creyendo y se siga salvando.

¿Quién de nosotros estaría dispuesto a ser el nuevo sub comandante (Jesús es el número 1) del Éxodo?, ¿Qué tal tú?, ¿Te da susto?, ¿No te crees capaz?, ¿Mejor que lo haga otro? No.

Dios tiene planes grandes para ti. La obra, los ministerios en la iglesia, las Regiones de Colombia y las naciones del mundo, demandan de un liderazgo renovado con jóvenes incondicionalmente entregados a la Causa del Rey. Estoy seguro que ahora me están leyendo los futuros líderes de jóvenes, niños, alabanza, evangelismo, discipulado, misiones… Nuestro futuro pastor. Nuestros futuros misioneros a las naciones del mundo. Es contigo!!!!

Óralo. Habla con tu maestro del Discipulado, con tu líder de ministerio, con nuestro pastor y ponte manos a la obra. Levanta tus manos al Cielo y tu corazón y dile a nuestro Dios: “ Aquí estoy yo”. Es el momento, tu momento. Hay una obra sobrenatural que Dios anhela hacer con Toda Su Fuerza, Su Amor y Su Gracia, en ti. Y todo empieza por ti. Tú decides.

2 comentarios:

MAC dijo...

Desde de mi salvación he estado dispuesto a tan alto honor y estoy formándome día a día para lograrlo y que mejor que en esta iglesia maravillosa.

Gracias por recordarnos nuestro verdadero papel como miembros activos de la iglesia y no como una especie de zombies.

Un abrazo a todos.

MAC

Anónimo dijo...

Un si es necesario...