viernes, 3 de julio de 2009

Saliendo de la UCI para atender pacientes


Llevo varios días con un tema en la mente que es la santidad, pasé en mi lectura diaria por el libro de Romanos y encontré un pasaje que me cautivó, es Romanos 8:6 “porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del espíritu es vida y paz.”

Ahora estoy estudiando 1 Corintios y con el mismo tema en mi mente me encuentro con el capitulo 5 que me recordó dos cosas que te comparto a continuación.

A) vs. 1-6 Un creyente muy carnal involucrado sexualmente con su madrastra, una iglesia envanecida que no veía con los ojos de Dios las cosas. Tal vez no les importaba y pasaban por alto el pecado, entonces aparece en la escena el apóstol Pablo presente en espíritu quien reprende sus faltas y en el versículo 5 encontramos las siguientes palabras: “El tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne…” de seguro este fornicario murió físicamente para que no siguiera dando ese mal testimonio y para que la iglesia se despierte de su envanecimiento.

B) La segunda cosa que me impresionó en este capítulo está en el versículo 11 “Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis.”

Son dos temas fuertes de la disciplina de Dios, el uno lleva al creyente a morir físicamente y el otro es apartado de la comunión fraternal cristiana.

Dios es un Dios de amor y misericordia, la iglesia esta llena de pecadores pero el llamado a la santidad es claro, sed santos porque yo soy santo dice el Señor, entendamos que las consecuencias del pecado son mortales y que el leproso que llega a la iglesia debe limpiarse y sanarse cada día con la Palabra y el poder del Espíritu Santo. No es normal que los pacientes clínicos en la Iglesia permenzcan en la UCI (unidad de cuidados intensivos) toda su vida, ya que éstos se convierten en enfermos terminales que buscan enfermar a otros con su carnalidad, además desaniman con sus vidas a otros para que no se tomen sus medicinas que son el discipulado, y su alimentación especial que es la cita diaria con Dios.

Recordemos nuestra condición en Cristo: somos nuevas criaturas, santos y limpios del pecado. Te animo con esta entrada a llevar una vida santa en la llenura del Espíritu Santo, para que te levantes de la cama del hospital la Biblia Dice y ya no seas más paciente sino médico que ayuda a sanar a los enfermos que cada domingo llegan a la iglesia, así que por favor no ocupes más esa camilla que está reservada para un borracho o ladrón o fornicario que necesita conocer a Cristo para ser un hermano genuino de Cristo, tuyo y mío.

Recuerda, no ocupes la camilla en la iglesia que esta reservada para un pecador próximo a ser otro médico de la Iglesia la Biblia dice…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin duda los médicos están para atender a los enfermos y no a los sanos...pero recordemos siempre que si algo glorifica a Dios aquí en la tierra, es que el mundo reconozca y vea la sanidad y recuperación que Dios nos regaló un día a través de su Hijo Jesucristo. Necesitamos tener vidas recuperadas, rehabilitadas, transformadas!!

MAC dijo...

Cuando lo leí fue un poco duro procesarlo, cuando lo volví a leer entendí cada palabra, los enfermos están afuera en el mundo, tenemos que llevarlos a la clínica.
Buena columna la de hoy.
MAC