lunes, 6 de julio de 2009



Desde el miércoles pasado me quedo dando vueltas en la cabeza algo que recordé en el discipulado, y son las dos motivaciones que un Cristiano debe tener para servir en la obra de Dios.

La primera motivación debe ser el tribunal de Cristo, (2 Corintios 5:10) “Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo”. Todos debemos entender y tener muy presente, que un día vamos a estar rindiendo cuentas a Dios, por nuestras obras desde el día en que fuimos salvos.

Y la segunda motivación, debe ser el amor de Cristo, (2 Corintos 5:14-15) “Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos”. Cristo al morir en la cruz por nuestros pecados, demostró de una manera increíble su amor para con nosotros. Ahora es nuestro deber, vivir para El, y mostrarle nuestra gratitud trabajando para El.

Reflexionando sobre esto, entiendo ahora por que muchos que sirvieron algún tiempo en la iglesia, ya no se congregan. También entiendo por que otros que sirvieron, aún están en la iglesia, pero ya no sirven, y también entiendo por que algunos se congregan, pero nunca han servido. La razón es muy sencilla, por que tienen motivos equivocados para participar en la obra de Dios.

Si el tribunal de Cristo y el amor de Dios, no son tus dos únicas motivaciones, con toda seguridad el “servicio” que estas haciendo para Dios, se quemara. Un creyente que no entiende esto, sencillamente esta desenfocado, pensando tal vez en agradar a algún familiar, a los lideres, o cualquier otra razón menos agradar a Dios.

Hoy los desafío jóvenes a que cada uno evalúe sus motivaciones para servir a Dios, y ante todo a que seas sincero contigo mismo y con Dios y si encuentras que hay algo que no esta bien, lo ajustes inmediatamente, por que muy claro dice la Biblia que a Dios no hay manera de engañarlo (2 Corintios 5:11) “Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres; pero a Dios le es manifiesto lo que somos; y espero que también lo sea a vuestras conciencias”.

Hasta la proxima…….

2 comentarios:

MAC dijo...

Hola a todos, mis motivaciones fueron otras al principio, sentía dolor y buscaba a Dios para que me curara mi enfermedad y muchas veces para que me solucionara problemas económicos, gracias a los discipulados y el estudio de la Biblia he entendido y entiendo cada vez más el "servicio" a Dios y no sólo lo entiendo sino que lo practico, y quiero hacer cada vez más.

Gracias por esta columna.

MAC

Anónimo dijo...

Muy bueno esto!!!