JESUCRISTO

El Nombre de alguien resalta su esencia y su apariencia. Nombrar a una persona trae a la mente de quienes lo conocen rasgos de su personalidad, detalles de su apariencia física, recuerdos de horas compartidas. Decir un Nombre es resumir una vida. El amor, la amistad, la iglesia, el trabajo, los sueños, lo difícil y lo más bonito, se podría resumir en una lista de nombres que cada quien escribiría a su manera.

En esa lista hoy te propongo al que es primero en la mía: JESUCRISTO. Antes de conocerlo, Su Nombre era religión, distancia, rito y otras cosas abstractas y aburridas. Pero desde que lo conocí personalmente ese Nombre me eriza la piel, me pone a mil por hora el corazón, me estremece hasta las lágrimas, me alivia, me levanta, me limpia, me encamina. Por ese Nombre respiro y suspiro y vivo.

Quiero que me acompañes con tu corazón y lo escuches como un grito desde la cima de una montaña, debajo del Cielo azul, acariciado por el viento, inundado de Amor y tocado por la felicidad, aquí va el Nombre del Amor de mi vida: ¡JESUCRISTO!

JESUCRISTO ES DIOS. Es mi héroe, me siento más que diminuto ante ÉL y me acomodo adentro de la palma de su mano y desde ahí lo miro a los ojos y me callo de Amor, lo contemplo y abrazo su dedo meñique, más grande que mi cuerpo completo y me aferro a ÉL y me hago uno con ÉL.

Luego ÉL se hace como yo, de mi mismo tamaño para poderme abrazar y su Abrazo me sana, me salva, me abruma, no me lo merezco pero no quiero soltarlo. Nadie puede Amar tanto como ÉL nos Amó. Esta mañana lloro por los que viven sin el Amor de mi Amado, me aterra pensar lo que sería mi vida sin ÉL. Y esta mañana canto con los que lo conocen y lo disfrutan. Nuestro amigo JESÚS, nada se compara con ÉL. Cierra los ojos y abrázalo, contémplalo, ES PRECIOSO. Hoy beso sus pies con todo mi Amor.

JESUCRISTO: TE AMO MÁS ALLÁ DE ESAS DOS PALABRAS!