domingo, 7 de junio de 2009

TRES IMPLICACIONES DE NUESTROS PECADOS


Hebreos 10:26-29 - Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, 27sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios. 28El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente. 29¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?

La anterior es una porción de lo que estudiaremos mañana en nuestra clase de Hebreos, en la EEL. Un pasaje, a decir verdad sorprendente y escalofriante. Dios lo ha usado en mi vida de una manera particular, y es de estos pasajes que de forma directa nos desafían a vivir en el Espíritu; dejando a un lado el desierto de la carnalidad.

Te invito a reflexionar en lo que este pasaje enseña. Tres cosas que hacemos de manera directa cada vez que cometemos algún pecado de cualquier denominación.

En primer lugar, estamos pisoteando al Hijo de Dios.

Podemos ver el pecado como una debilidad o como algo que hay que corregir en nuestra vida. Podemos llegar a pensar aún que existen pecados inevitables, pero a decir verdad no existe pecado de tal clase delante del Señor. A Dios le duele tu pecado y el mío. El lo ve como si pisotéaramos a su amado hijo. Cuidemonos de llegar a hacer semejante cosa.

En segundo lugar, estamos teniendo por inmunda la sangre del pacto con la cual fuimos santificados.

Al pecar; estamos declarando abiertamente que la sangre de Jesucristo no tiene poder alguno en nosotros para santificarnos. Esta, es una declaración que no tiene cabida en la vida del creyente, sin embargo con nuestras actuaciones (en algunos momentos de la vida) parecemos afirmarla.

Finalmente, estamos haciendo afrenta al Espíritu de gracia.

Estamos contristando al Espíritu Santo de Dios que mora dentro de nosotros, y como consecuencia de esto estamos viviendo vidas totalmente desperdiciadas.

La próxima vez que decidas pecar (porque es una decisión), piensalo dos veces.

Gálatas 5:16 - Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.

Nos vemos mañana,

1 comentario:

MAC dijo...

Aún sigo cometiendo esos "pecadillos" inevitables, mentiras piadosas, malos pensamientos, etc, con oración y apoyo del espíritu los estoy venciendo.
MAC