lunes, 27 de julio de 2015

DIOS BUENO Y MISERICORDIOSO

Salmo 51

"51:1 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia;
Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.
51:2 Lávame más y más de mi maldad,
Y límpiame de mi pecado.
51:3 Porque yo reconozco mis rebeliones,
Y mi pecado está siempre delante de mí.
51:4 Contra ti, contra ti solo he pecado,
Y he hecho lo malo delante de tus ojos;
Para que seas reconocido justo en tu palabra,
Y tenido por puro en tu juicio.
51:5 He aquí, en maldad he sido formado,
Y en pecado me concibió mi madre.


51:6 He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo,
Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.
51:7 Purifícame con hisopo, y seré limpio;
Lávame, y seré más blanco que la nieve.
51:8 Hazme oír gozo y alegría,
Y se recrearán los huesos que has abatido.
51:9 Esconde tu rostro de mis pecados,
Y borra todas mis maldades.
51:10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
51:11 No me eches de delante de ti,
Y no quites de mí tu santo Espíritu.
51:12 Vuélveme el gozo de tu salvación,
Y espíritu noble me sustente.


51:13 Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos,
Y los pecadores se convertirán a ti.
51:14 Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación;
Cantará mi lengua tu justicia.
51:15 Señor, abre mis labios,
Y publicará mi boca tu alabanza.
51:16 Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría;
No quieres holocausto.


51:17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado;
Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
51:18 Haz bien con tu benevolencia a Sion;
Edifica los muros de Jerusalén.
51:19 Entonces te agradarán los sacrificios de justicia,
el holocausto u ofrenda del todo quemada;
Entonces ofrecerán becerros sobre tu altar."


Esta semana tuve la oportunidad de leer este salmo. Sin duda es una porción de la Biblia que siempre nos va a enseñar mucho de la misericordia y el perdón de Dios cuando ve un corazón arrepentido que quiere darle la gloria a Él.

Los versículos 1 al 5 nos muestran un corazón que reconoce sus fallas, un corazón que acepta su pecado, un corazón arrepentido por fallarle a Dios. Un corazón que Dios nos anima a tener el día de hoy, lleno de humildad y capaz de aceptar el pecado que cometemos día a día, arrepentirnos y probar de su gracia y misericordia.

Los versículos 6 al 12 nos presentan ahora a Dios. Dios grande en misericordia, lleno de perdón y restauración para cada uno de nosotros que día a día le fallamos y nos alejamos de su voluntad. Qué bueno, que alegría ser merecedores de algo tan inmerecido. Ser llenos de tanto amor.

Por último, los versículos 13 al 16 nos enseñan el resultado del arrepentimiento y el perdón. Mostrar la gloria de Dios, alabarlo y darle toda la honra con nuestras vidas es el proceso natural de ese momento tan especial que vivimos con Dios cuando sentimos tanto perdón de su parte.

Gracias Dios por tu Amor.


Lindo Día

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