sábado, 27 de junio de 2015

ALTAS LAS DEFENSAS

Nehemías contra muchos adversarios y formas de oposición finalmente pudo terminar la obra para la que fue encargado por Dios, veamos Nehemías 6:15-16: Fue terminado, pues, el muro, el veinticinco del mes de Elul, en cincuenta y dos días. Y cuando lo oyeron todos nuestros enemigos, temieron todas las naciones que estaban alrededor de nosotros, y se sintieron humillados, y conocieron que por nuestro Dios había sido hecha esta obra.

Jerusalén ya no estaba desolada y levantó sus defensas para protegerse de los pueblos invasores, sus muros habían sido reconstruidos en un tiempo record por un hombre aferrado a Dios.

Trabajar de la mano de Dios
Debió ser un orgullo inmenso para Nehemías poder finalizar esa obra imponente, una demostración que una empresa que parezca imposible para el hombre de la mano del Señor es completamente viable.

Miremos algunos versículos que nos hablan de trabajar de la mano de nuestro Padre Celestial.

Hageo 2:4
“Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate, dice Jehová; esfuérzate también, Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote; y cobrad ánimo, pueblo todo de la tierra, dice Jehová, y trabajad; porque yo estoy con vosotros, dice Jehová de los ejércitos.”

Marcos 16:20
“Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén.”

I de Corintios 3:9
“Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.”

II de Corintios 6:1
“Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios.”

El tiempo se torna relativo
Para los estándares de construcción, la meta alcanzada por Nehemías debió rayar con lo increíble, menos de dos meses fueron suficientes para hacer esa obra apoteósica, teniendo claro que de la mano de Dios el tiempo deja de ser entendido con la lógica humana.

Recordemos que el tiempo es muy importante para Dios y el mismo nos ha dado instrucciones claras sobre ese aspecto tan importante de nuestra vida mostrándonos que es un recurso escaso que debemos aprovechar al máximo.

Eclesiastés 3:1-8
Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.”

I de Corintios 7:29.31
“Pero esto digo, hermanos: que el tiempo es corto; resta, pues, que los que tienen esposa sean como si no la tuviesen; y los que lloran, como si no llorasen; y los que se alegran, como si no se alegrasen; y los que compran, como si no poseyesen; y los que disfrutan de este mundo, como si no lo disfrutasen; porque la apariencia de este mundo se pasa.

Efesios 5:15-17
“Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.”

Colosenses 4:5
“Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo.”

Defensas altas garantizan protección
Después de reedificar el muro nuevamente Jerusalén era una ciudad protegida, así debe ser nuestra vida cristiana con defensas altas que brinden protección a la iglesia y cada uno de sus integrantes frente al mundo, la tentación y Satanás y sus sirvientes.

Como acotación algunas referencias bíblicas.

Salmos 51:18
“Haz bien con tu benevolencia a Sion; Edifica los muros de Jerusalén.”

Salmos 122:7
“Sea la paz dentro de tus muros, Y el descanso dentro de tus palacios.”

Isaías 26:1
“En aquel día cantarán este cántico en tierra de Judá: Fuerte ciudad tenemos; salvación puso Dios por muros y antemuro.”


Jóvenes, terminemos toda obra que el Señor nos demande en el tiempo justo aprovechando cada momento para trabajar en su santa obra, solo así el mundo conocerá al Dios vivo y verdadero, si nuestras murallas están débiles o derribadas de su poderosa mano reconstruyámoslas para nunca más dejarlas caer.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

=) =) =)

Anónimo dijo...

Buena exhortación,Gracias