sábado, 5 de abril de 2014

REYES Y SACERDOTES PARA DIOS


Esta semana comencé el libro de Apocalipsis, y aprovecho la entrada del día de hoy para escribir sobre el pasaje contenido en los versículos 5 y 6 del capítulo primero: “… y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.”

Los títulos de Jesús
El humilde carpintero rechazado por la nación judía es presentado por Juan con los siguientes títulos:

Testigo fiel
Esta condición la encontramos confirmada en diferentes partes de la Biblia, miremos algunos pasajes:
Isaías 55:4: “He aquí que yo lo di por testigo a los pueblos, por jefe y por maestro a las naciones.”
Juan 3:11/32:De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio. / “Y lo que vio y oyó, esto testifica; y nadie recibe su testimonio.
Juan 8:14: “8:14 Respondió Jesús y les dijo: Aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo, ni a dónde voy.
Juan 18:37: “Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz.

Primogénito de los muertos
Esta calidad se puede confirmar en versículos como los siguientes:
Hechos 2:24:al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella.”
Hechos 3:15: “y matasteis al Autor de la vida, a quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos.”
Romanos 1:4: ”que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos,
Romanos 14:9 ”Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven.”
Colosenses 1:18: “y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;”

Soberano de los reyes de la tierra
Característica que podemos corroborar en las siguientes porciones de la Biblia:
I de Timoteo 6:15: “la cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores,”
Apocalipsis 17:14: “17:14 Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles.”
Apocalipsis 19:16: “19:16 Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.

Los efectos de su preciosa sangre
Juan de igual forma nos recalca los efectos de la santa sangre de Cristo respecto de nuestros pecados. Aquí otros pasajes que nos muestran esa maravillosa verdad:
Hechos 20:28: “Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.
Romanos 5:9: “Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.”
I de Pedro 1:18-19: “sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,”

Reyes y sacerdotes para Dios
Finalmente Juan nos muestra nuestra condición real y sacerdotal que de igual forma se encuentra corroborada en los siguientes pasajes:
I de Pedro 2:5: “vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.”
Apocalipsis 5:10: “y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.
Apocalipsis 20:6: “Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.


Jóvenes nuestro Señor Jesucristo es el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra que nos amó a tal punto de lavar todos y cada uno de nuestros pecados con su preciosa sangre, y aún más nos hizo reyes y sacerdotes para Dios Padre glorifiquémosle con nuestra vida día a día.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ojalá lo sepamos valorar. Gracias