sábado, 26 de abril de 2014

EL MENSAJE PARA LA IGLESIA DE ÉFESO TAMBIÉN ES PARA MÍ


En la primera parte del capítulo segundo del libro de Apocalipsis en los versículos 1 al 7 encontramos contenido el mensaje dirigido a la iglesia de Efeso: “Escribe al ángel de la iglesia en Éfeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto: Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido. Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.”

Ese mensaje lo podemos adaptar a nuestras vidas así:

Dios conoce nuestras obras
El Señor conoce perfectamente nuestro obrar, el trabajo, dedicación, sacrificio continuo y servicio por amor de su nombre y poniendo todo nuestro empeño en ello y nos invita a seguir adelante sin desfallecer. Recordemos algunos pasajes que hablan sobre ese arduo trabajo:

Josúe 1:9: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.”
I de Crónicas 28:20: “Dijo además David a Salomón su hijo: Anímate y esfuérzate, y manos a la obra; no temas, ni desmayes, porque Jehová Dios, mi Dios, estará contigo; él no te dejará ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra para el servicio de la casa de Jehová.”
I de Corintios 15:58: “Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.”

Dejar el primer amor
Dios en su extrema sabiduría pronostica que podemos dejar el primer amor que sentimos cuando fuimos salvos, podemos caer en la rutina y la costumbre en las actividades que realizamos y aún en dejar de practicar la lectura de la Biblia.

Arrepentimiento
El Señor nos invita a recordar el primer estado de enamoramiento y nos pide que nos arrepintamos del desamor y volvamos a esa primera etapa, viene a mi mente I de Juan 1:9: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.”, un buen abrebocas para hacer una oración honesta y regresar a Dios.

La recompensa
Finalmente tengamos presente que tenemos una recompensa eterna como nos muestran los siguientes pasajes:

II de Pedro 3:13: “Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.”
Juan 14:2: En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.

Jóvenes nuestro Señor nos conoce mejor que lo que nosotros mismos pretendamos hacerlo, es factible que dejemos el primer amor, para lo cual el único camino es hacer cuentas con Él y retomar el verdadero sentido de nuestra fe y servicio teniendo la mirada puesta en las cosas eternas.

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