sábado, 4 de mayo de 2013

¿ESTÁS CUMPLIENDO EL PACTO DE MEMBRESÍA?


Hoy el Señor puso en mi corazón escribir sobre el pacto de membresía y los aspectos más básicos de ese compromiso y las obligaciones que de él se desprenden.

Lo primero que debemos preguntarnos es: ¿somos miembros de la iglesia?

Si la respuesta es sí, de seguro y sin excepción suscribimos un documento denominado pacto de membrecía y más aún, asistimos a un curso donde nos explicaron en detalle todas y cada una de las implicaciones de la celebración de este pacto.

Este acuerdo se caracteriza porque para poder firmarlo teníamos la plena certeza de nuestra salvación y habíamos sido bautizados, por lo tanto, éramos completamente consientes de la responsabilidades que adquiríamos frente a la iglesia que es el mismo cuerpo de Cristo y ante nuestro Padre Celestial.

Las obligaciones más importantes pueden clasificarse en cuatro aspectos de nuestra vida cristiana.

1.     Nuestra relación con el espíritu santo.
2.     El cumplimiento de la gran comisión.
3.     El cumplimiento de las reglas de la iglesia, la relación con la familia espiritual y el amor fraternal.
4.     El cumplimiento de nuestros deberes en la familia humana y la relación con el mundo.

Entre los muchos deberes resalto los siguientes:

a.    Fruto espiritual.
b.    Velar por la sana doctrina.
c.    Vivir la misión y visión de la iglesia.
d.    Formar parte de un ministerio.
e.    Ejercicio de dones y talentos concedidos por el Espíritu Santo.
f.      Congregarnos y asistir a las diferentes actividades programadas.
g.    Diezmar y ofrendar.
h.    Estudio bíblico y oración.
i.      Dirección del hogar.
j.      Imitar a Cristo
k.    Cuidar de los hermanos en la fe.

Es importante observar lo que el Señor nos muestra en su palabra respecto de este tema:

Gálatas 3:15
3:15 Hermanos, hablo en términos humanos: Un pacto, aunque sea de hombre, una vez ratificado, nadie lo invalida, ni le añade.

Para concluir esta entrada recomiendo a cada uno de los lectores del blog:

·         Buscar ese documento.
·         Leerlo de nuevo y detenidamente.
·         Ratificarlo en la mente y en el corazón.

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