viernes, 3 de mayo de 2013

AUN SOBREVIVIMOS POR LA MISERICORDIA DE DIOS



Hoy, Dios me recuerda algo bien importante en el libro de Lamentaciones de Jeremías, y  es que nunca debo olvidar los terribles padecimientos de Cristo en la cruz del calvario a fin de llevarme a la salvación. Te invito a meditar sobre Lam 3:19-27

19 Acuérdate de mi aflicción y de mi abatimiento, del ajenjo y de la hiel;
20 Lo tendré aún en memoria, porque mi alma está abatida dentro  de mí;
21 Esto recapacitaré en mi corazón, por lo tanto esperaré.
22 Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos,
porque nunca decayeron sus misericordias. 23 Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.
24 Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré. 25 Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca. 26 Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová.
27 Bueno le es al hombre llevar el yugo desde su juventud.
Es un pasaje que nos enseña muchísimas cosas. Lo que podamos padecer nosotros no tiene punto de comparación con sus sufrimientos, aunque nosotros si nos los mereceríamos.

Definitivamente el amor y la Misericordia de Dios son MUY GRANDES, por el pecado en que vive el mundo entero (Corrupción, homosexualismo, inmundicia y toda clase de aberraciones), siguiendo los consejos del enemigo, hace rato que hubiéramos de ser consumidos, pero Dios es muy, pero muy misericordioso, esperando pacientemente a que salgamos a predicar el Evangelio y que muchos, pero muchos seres humanos escuchen y entiendan para escapar del lazo del diablo en que están cautivos a la voluntad de él (2 Tim. 2:26).

Las misericordias de Dios nunca han decaído. ÉL sigue esperando pacientemente a que cada ser humano escuche el llamado de Cristo y abra las puertas de su corazón (Apo. 3:20), pero todo tiene su límite, y llegará el día en que el Señor vendrá por nosotros y ya de nada valdrán los lamentos por lo que dejamos de hacer.  Cada día Dios nos muestra su fidelidad, nos permite vivir un día más, y nos da las fuerzas para afrontar cada situación. En Él debo esperar todo el tiempo con la confianza de que como hijo suyo jamás me desamparará.

Hay tres cosas que Dios nos muestra que son BUENAS : Buscar a Dios y esperar en ÉL, esperar en silencio Su Salvación, y llevar el yugo, siguiendo sus pasos (Llevar el yugo de Cristo) desde la juventud.

«Llevar el yugo» significa ponerse bajo la disciplina de Dios voluntariamente y aprender lo que Él nos quiere enseñar. Esto involucra diversos factores importantes:

(1) Meditación en silencio sobre lo que Dios quiere,

(2) Arrepentimiento humilde,

(3) Dominio propio frente a las adversidades, y

(4) Paciencia confiada dependiendo del Maestro divino para que   nos dé lecciones de amor para la vida. Dios tiene diferentes lecciones tanto a corto como a largo plazo para ti ahora. ¿Cumples tú la tarea?

Hay varios Mandamientos que Dios nos quiere recordar hoy:

Ø  Entender que nuestros padecimientos no son ni medio parecidos a los de los profetas y menos a los del Señor Jesucristo 

Ø  Entender que estamos vivos y hemos sido salvos gracias a la Misericordia de Dios

Ø  Tener claro que la misericordia del Señor no decae y que ÉL espera pacientemente a que salgamos a Evangelizar.

Ø  Debemos sentir dolor por las almas que aún no han apreciado esa gran misericordia y pedirle a Dios para que escuchen.

Ø  Cada nuevo día que Dios demora en su venida es un día más de FIDELIDAD, de espera para que muchos conozcan el Evangelio y se arrepientan.

Ø  Debemos esperar en ÉL, buscarlo permanentemente  y confiar plenamente en sus promesas.

Ø  Esperar en silencio la salvación eterna

Ø  Llevar el yugo sobre nosotros, imitando cada uno de sus pasos, sin desentonar en nuestro caminar con ÉL.

¡¡¡ DISFRUTA este fin de semana compartiendo el EVANGELIO con los tuyos !!!

Mañana puede ser tarde…

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