Salmos 100:1-2 - “Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la
tierra. Servid a Jehová Con alegría; Venid ante su presencia con regocijo.
Este pasaje me llevaba a meditar en la forma como normalmente estoy
sirviendo al Señor. Algo que captaba mi atención y que pocas veces había
analizado, es el mandato de Servir a Dios con Alegría.
El ministerio no es tarea fácil, de hecho creo que es de los trabajos más
complejos que podremos desempeñar como hijos de Dios. Esto de tratar con seres
humanos como tú y como yo, no es cualquier cosa. Demanda de la sabiduría de
Dios fluyendo en nuestras vidas y de nuestra sumisión absoluta al plan
establecido por Él; para de esta manera
obrar siempre bajo el “marco” de su voluntad.
En ocasiones el “estrés” ministerial nos impide servir con alegría. Por
esto Dios mismo usaba este pasaje en mi vida, recordándome cual debe ser mi
actitud al momento de servir en su obra y de hecho en cada área de mi vida.
Sirves con Alegría? Disfrutas de tu labor en el ministerio? Te gozas cada
vez que tienes la oportunidad de “hacer algo” para el Rey? La gente a tu
alrededor ve el gozo en ti, que proviene de la convicción interna de que no hay
mejor trabajo que pudieras estar desempeñando que este de servir al Señor?
Cada vez que predicas, que enseñas la Biblia, que vas a misiones, que tocas
un instrumento, que lavas un baño, que organizas las sillas, que etc… Lo haces
con alegría?
El gozo es algo evidente en tu servicio? No permitas que la amargura, la
pereza, la mediocridad y la falta de diligencia; destruya el gozo que Dios anhela tengas en tu
corazón al momento de servirle a Él.
Nos vemos mañana,
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