miércoles, 3 de abril de 2013

CANTARÉ SALMOS MIENTRAS VIVA

Los 150 Salmos que encontramos en la biblia son en su mayoría cánticos y poemas espirituales inspirados por Dios, usados por la iglesia a lo largo de la historia. En la gran mayoría de estos salmos encontramos la oración y la alabanza como temas predominantes, incluidas varias experiencias vividas por sus escritores. Muchos de los Salmos son atribuidos al rey David.

Estudiando un poco sobre el tema de la adoración a Dios, llamó mi atención los 6 últimos Salmos que muestran una profunda alabanza y adoración a Dios, quisiera aprovechar estas líneas para escribir algunos versos que nos animan a tener una mejor actitud a la hora de Cantar  al creador del universo y de adorarle en nuestra vida. Veamos 3 preguntas y tres respuestas dadas por los 3 primeros versos de los Salmos 145 y 146.

1. ¿A quién alabamos? Salmos 146:1 Alaba alma mía a Jehová. Salmos 145:1 te exaltaré, mi Dios, mi Rey.

2. ¿Cuándo le alabamos? Salmos 145:2 cada día y eternamente y para siempre. Salmos 146:2 cantaré salmos mientras viva.

3. ¿Por qué le alabamos? Salmos 145:3 Porque grande es Jehová y digno de suprema alabanza, su grandeza es inescrutable. Salmos 146:3 porque no podemos confiar en los hombres, ellos no pueden salvarnos. Nuestra confianza esta puesta en Dios nuestro salvador.

Es muy triste que una enseñanza tan básica, pueda ser tan despreciada aún por el mismo pueblo de Dios: 3 preguntas tan básicas, con 3 errores muy comunes en el pueblo cristiano:

1. En ocasiones olvidamos fácilmente quien debe ser el centro de nuestra adoración y lo que hacemos es adorar a hombres, idolatrándolos, poniéndoles en puestos más altos que al mismo Dios. ¿Es Dios tu prioridad diaria? ¿A quién alabas HOY?

2. Muchas veces pensamos que solo alabamos a Dios los domingos en el servicio o cuando tenemos una reunión en la iglesia y olvidamos que nuestra adoración es diaria, es cada día, es con nuestro andar, es nuestra vida siendo un testimonio de adoración a Dios. Ahora que bueno es saber que esa alabanza es eternamente y para siempre.

3.  Si entendiéramos realmente quien es nuestro Padre celestial nuestra vida de alabanza cambiaría sustancialmente, tal vez no le alabamos genuinamente porque no le conocemos o porque no queremos poner nuestra confianza en Él.

Tres preguntas sencillas sobre la alabanza y tres respuestas que no podemos tomar a la ligera.

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