jueves, 22 de septiembre de 2011

VENEZUELA PARA CRISTO III PARTE

Esta mañana queremos compartirte en forma breve (bueno eso espero), lo que vivimos como Iglesia en la ciudad de Caracas.

Salimos el viernes en la mañana a la amada república de Venezuela. Una nación que ha sufrido de manera brusca todas las consecuencias del gobierno de turno, y que por lo mismo; estoy seguro se encuentra ahora más que nunca en el Corazón de Dios.

El Señor me dio la oportunidad de estar en esta tierra hace unos años (en circunstancias totalmente diferentes y con motivos nada similares a los de este viaje); y ver la Venezuela de hoy en día frente a la Venezuela de años atrás, nos muestra a gritos la necesidad tan grande que tienen estas millones de almas del Señor Jesucristo.

Si lees los informes publicados la semana pasada te vas a enterar un poco más de la PROBLEMATICA que ellos están viviendo como nación.

Aterrizamos el viernes a mediodía. Un hombre muy amable me ofreció el servicio de transporte desde el aeropuerto de Maiquetía hasta la ciudad de Caracas. Su nombre es Edgar Salas, pensionado de profesión y dedicado a manejar su taxi camioneta para ejecutivos de la ciudad en este mismo trayecto. Edgar nos preguntó cuál era el motivo de nuestra visita y ese fue el momento para entrar y compartir el porque estamos llegando a esta tierra.

Hablamos de la inclinación “religiosa” del venezolano, me compartió de la realidad de la santería en este país y del ídolo latente en el corazón de miles de venezolanos, María Lionza. Luego compartimos lo que hacemos en Caracas y de inmediato puso una barrera debido a la cantidad de iglesias “cristianas” y de otras denominaciones que hay en esta nación. Al parecer ha vivido experiencias no muy buenas con hombres llamados “cristianos” que lo hacen reaccionar de esta forma. Le compartimos el evangelio (esa es nuestra parte) y quedo en meditar en cada cosa que había escuchado. Espero que lo volvamos a encontrar en Caracas. De no ser posible; que lo encontremos pronto en el cielo.

Edgar nos dejó en el hotel donde inicialmente teníamos la reserva (Chacao Cumberland). Por llegar cerca de 30 minutos tarde (por causa del vuelo), la reserva fue cancelada y nos recomendaron ir al hotel Caracas Cumberland ubicado a tres cuadras del hotel inicial. Tomamos nuestro equipaje y empezamos a dar nuestros primeros pasos por esta ciudad. El recibimiento no pudo ser mejor. Estando a una cuadra del hotel, tres jóvenes (niños) armados con pistolas salieron de la nada para atracar a los carros que estaban a no más de 30 metros de donde nosotros nos encontrábamos. El “susto” fue tenaz pero Dios nos protegió. Por esto mismo decimos que esta bienvenida no pudo ser mejor. El Señor de entrada nos mostró que Él mismo iba a cuidar de nosotros en medio de cualquier situación.

Este día estuvimos dando una vuelta por el sector y “preparándonos” para lo que sería este viaje.

El sábado fue un día único y especial. Era el día para estar literalmente con nuestra familia en Venezuela. El hombre de esta casa es primo de mi abuelo materno. Un hombre de 68 años pero con un cuerpo y un espíritu de alguien de 50 o menos. El junto con su esposa, hijos, yernos, nuera, y nietos se portaron divinamente con nosotros. Nos dieron una bienvenida sin igual. Almorzamos juntos y pasamos toda la tarde del sábado hablando de la familia y actualizando la agenda de casi 10 años. Que delicia sentir el amor y la cercanía con aquellos a quienes hace años no teníamos la oportunidad de ver.

Desde el saludo inicial hasta la despedida final fue incomparable. Te pido que ores por esta amada familia. Sus nombres son Armando (Papá – Abuelo), Judith (Esposa), Armandito (Hijo), Sebastián (Yerno), Julita (Hija), Luis Carlos (Hijo), Oscar (Nieto), Marbellís (Novia Oscar), y las niñas de la familia.

Finalizando nuestra visita ya llegada la noche, Julita nos preguntó por la razón de nuestro viaje a Venezuela. Fue el momento para compartir con ellos lo que ha pasado en nuestra vida desde el año 1995. Un testimonio familiar para llegar a explicar el porqué estábamos esa tarde ahí sentados con ellos. Todos muy atentos y dispuestos. Por favor que oremos por esta familia. Familias así son las que necesitamos para los inicios de la obra. Pido a Dios que los salve y los llame al conocimiento de su Hijo. Sueño con verlos ser parte de la obra en Venezuela, pero sabemos y confiamos en que esto será en SU tiempo (Tiempo de Dios). Este fue el acercamiento inicial.

A las 7 de la noche salimos con Oscar, Marbellís y Armandito (Solo el nombre, es un joven inmenso) a dar una vuelta por la ciudad. Fuimos a la zona de la gente adinerada de Caracas. Unos barrios increíblemente lindos. Casas y apartamentos con una vista sin igual. Así como se ve pobreza en abundancia en la ciudad, este sector muestra el contraste entre las clases sociales. Opulencia en abundancia. De ahí fuimos a caminar una zona cercana a la plaza de Altamira. Caracas estaba celebrando un “festival” llamado “En Medio De La Calle”. Estimo que cerca de 100.000. Jóvenes estaban presentes en esas manzanas a la redonda. Tarimas con conciertos de Jazz, rock y reggae entre otros estaban en vivo a través de las diferentes calles, al igual que eventos circenses y artistas exponiendo sus diferentes obras de arte. Fue un tiempo muy bueno conociendo o más bien mirando el comportamiento de estos miles de jóvenes caraqueños.

Una vez terminada la jornada fuimos a un café con nuestros primos. Fue un tiempo precioso. Compartimos de Jesús y otras cosas más. Oscar, su novia y Armandito expresaron su deseo de empezar a estudiar la Biblia con nosotros. Doy gracias a Dios por la disposición en el corazón de ellos.

El domingo en la mañana tuvimos nuestros tres estudios de la Biblia. Por cierto que ESTUDIOS. Es gratificante ver la actitud con la que estas personas reciben la enseñanza de la Palabra de Dios. Son esponjas vivientes y literalmente pagan cada viaje que hacemos a este país. Que ores también por ellos. Sus nombres son Leonardo y Leydi. Ellos son familiares de uno de nuestros hermanos en LBD de Cúcuta. Son esposos y comerciantes de insumos odontológicos en la ciudad de Caracas.

El otro estudio es con Jhony. Este joven tiene 28 años y es economista de profesión. Trabaja actualmente como analista económico en una entidad Venezolana. Un corazón también sediento por aprender la Biblia. Muy inquieto con su forma de preguntar pero un corazón tierno para recibir cada respuesta por parte de la Biblia. Entre los dos estudios pasamos un tiempo excelente con ellos tres. Ellos son amigos. De hecho Jhony es fruto de Leonardo y Leydi. Compartieron de sus vidas seculares y de la situación actual que se está viviendo en Venezuela. Que tiempo tan valioso el que nos regalo El Señor.

El otro estudio es con Luis Fernando. Un joven de 28 años, ingeniero civil de profesión. Como los anteriores un corazón totalmente dispuesto. Un joven bien inquieto por la enseñanza de la Biblia y con una excelente actitud frente a la misma. Damos gracias a Dios por estos tres estudios y rogamos a Él para que cuide de ellos y les permita ser fieles y constantes en todo este proceso.

Agradecemos por sus oraciones. Sin lugar a duda Dios estuvo presente en cada situación y nos permitió ver de una forma más latente la necesidad que tienen los venezolanos de nuestro Amado Señor Jesucristo.

Uno de estos creyentes dijo literalmente: “No se en que parte de la Biblia dice que Dios es quien pone a los gobernantes. Dios puso a nuestro presidente y lo hizo con un propósito. Quizá el corazón duro y prepotente del Venezolano necesitaba ser humillado hasta el extremo, y Dios está usando la situación del país para hacerlo”. Que palabras! Los que estábamos alrededor nos quedamos como… Déjame masticarlo!

Que el Señor de la Mies nos siga abriendo puertas en esta amada Nación.

Abajo te dejo un Mini – Video de unos jóvenes Caraqueños.

Nos vemos mañana,

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