domingo, 11 de septiembre de 2011

NUESTRO CENTRO DE ATENCIÓN

SALMOS 105:1-4
Alabad a Jehová, invocad su nombre; Dad a conocer sus obras en los pueblos. Cantadle, cantadle salmos; Hablad de todas sus maravillas. Gloriaos en su santo nombre; Alégrese el corazón de los que buscan a Jehová. Buscad a Jehová y su poder; Buscad siempre su rostro.



Hoy es domingo, día de ir a la Iglesia a glorificar a nuestro Dios congregándonos como un solo cuerpo para alabarlo, escuchar su palabra y pasar un tiempo con los hermanos que vemos solo en este día (la mayoría). Al leer estos primeros pasajes del salmo 105 en su palabra me recuerda que Dios quiere ser nuestro centro de atención, que lo alabemos, lo invoquemos, que lo demos a conocer, que le cantemos, que hablemos de Él, que nos alegremos en Él y que lo busquemos solo a Él.

El domingo es ese día en el que recargo mis baterías a través de su perdón, su palabra y por medio de la alabanza que le entonamos como Iglesia suya. Sin duda alguna el alabarlo es un mandamiento pero también una necesidad que tenemos para acercarnos y entrar en el amor de nuestro Dios. También estos versículos me recordaban el verdadero propósito de recargar esas baterías y es el de darlo a conocer en todos los pueblos, llevando el mensaje de salvación a todas las personas que Dios disponga en nuestro camino, hablando de las maravillas que ha hecho en nuestras vidas usando nuestro testimonio como herramienta para que más personas conozcan del poder restaurador de nuestro Dios.

También el gloriarnos, pero en su santo nombre y no en nosotros mismos o lo que creamos podemos llegar a hacer en nuestras fuerzas “para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor. I Corintios 1:31.

Debemos ser creyentes alegres, permitiendo que la luz de Cristo se vea en nuestras vidas y aquí algo bien importante, buscarlo a Él y a su poder, ya que de su poder es que dependemos, no de nuestros propios méritos, siempre pidiendo dirección y rogando que su gracia inmerecida se haga presente en nuestras vidas.

Siempre, siempre, buscar su rostro, el verlo aún en momentos de dificultad, en momentos de prueba, buscarlo a Él y no a los hombres. Buscar el rostro de el ser que más nos ha amado desde antes de nacer.

Buen domingo, feliz semana.

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