02 Marzo de 2011
En días pasados nuestro Señor Jesucristo nos llevó una vez más a la ciudad de Caracas, Venezuela. No deja de sorprendernos el hecho de saber que Dios nos está llevando a otra nación. La gente como desde el primer viaje se mostró muy receptiva. En esta ocasión buscamos la guía de Dios para contactar algunos que conocimos anteriormente para presentarles formalmente lo que hacemos como iglesia misionera. Nuestro corazón se llena de alegría al saber que las puertas están abiertas para llevar el evangelio de salvación.
Es interesante ver como Dios ha bendecido a la nación de Colombia, su mano está sobre este país y ahora permite que seamos bendición a otras naciones, llevando las buenas nuevas que un día recibimos. La devaluación y el control cambiario en Venezuela hacen que nuestra moneda sea fuerte frente al bolívar lo cual permite que tengamos un mayor poder adquisitivo lo cual presenta ciertos beneficios a la hora de hacer la obra del Señor.
El jueves pasado, Armando y Judith Herrera quienes son familiares de Fabio y Martha Reyes hicieron su profesión de fe. Manifestaron un anhelo grande por conocer más al Señor Jesucristo. Nos recibieron con mucho cariño y aprecio. El testimonio de la familia Reyes fue escencial para que ellos llegaran a los pies del Señor.
Nuestro reencuentro con Leonardo y Leidy fue muy emotivo. Ellos son una pareja jóven que llevan un año de casados. Leonardo es caraqueño y Leidy Colombiana. Tienen una influencia por el trabajo que realizan, en la Universidad Central, específicamente en la facultad de Odontología. Se mostraron muy interesados en iniciar con nosotros los estudios de la Biblia, manifestaron que realizarían los ajustes necesarios para ello.
Son una pareja muy especial, llenos de sueños y de ilusiones en su vida, saben y reconocen que sin Dios nada es posible. Leonardo es técnico dental, el día viernes fuimos a visitarles en su negocio, Dios nos estaba guiando a pasar por allí. Conocimos a un buen amigo de ellos el sr. Omar, un hombre muy especial quien nos mostró la gentileza y amabilidad del caraqueño. El nos contó que ha estudiado unas 119 religiones y que jamás había encontrado propósito solo hasta ahora cuando le presentamos el plan de Dios para su vida. Fue impactante oírlo pasamos unas dos horas compartiendo y al final agradeció mucho la visita quedamos atentos a otra entrevista con él. Tan solo es una muestra de como la gente está sedienta por las cosas de Dios. Hay una necesidad impresionante de Dios en esta ciudad.
Sobre el medio día almorzamos con Luis Fernando, un joven de 27 años y que es ingeniero civil. Él hizo su profesión de fe en nuestro primer viaje. Cuando nos abrazamos fue algo especial, se sentía a Cristo en medio. No cabe duda que ya hay un vínculo especial tanto con él como con su mami Teresa. Igualmente se mostró dispuesto a recibirnos. La noche anterior él nos había buscado en el Hotel pero no nos vimos, lo cual nos demostró su verdadero interés.
En la noche fuimos a cenar con la familia Sanabria. Francisco e Isabel fueron los que perdieron a su hijo de 7 años y aunque la primera vez fue un poco tensionante cuando compartimos con ellos, en esta ocasión se mostraron muy receptivos.
Damos muchas gracias a Dios por las oraciones, generalmente las personas eran las que iniciaban con el tema y muy pronto les estábamos hablando del evangelio y de lo que hacíamos.
Con Francisco no fue la excepción. A penas nos sentamos a cenar preguntó sobre los 7 sellos del Apocalisis, mencionado que un vecino le había dicho que quedaba un sello por abrirse y que debía estar listo, él no entendía nada de lo que le había dicho y por eso nos preguntó. Dios guió a Edgar Toquica para que le respondiera a su nivel con sabiduría y llevarlo de nuevo al evangelio y a la única esperanza que tenemos. Fue una noche muy especial ganamos mucho terreno con ellos y manifestaron su necesidad espiritual.
Francisco es un hombre de influencia en la ciudad. Se muestran receptivos al compartir de Jesús.
El día sábado desayunamos con Manuel y con Oswaldo ellos son hermanos de Zenith de LBD Bogotá. Muy temprano compartimos con ellos y de nuevo sin muchos rodeos empezamos a hablar de lo eterno. Manuel conoció a Jesucristo en un viaje a Bogotá con su hermana. Una vez más el Señor nos confirmaba la necesidad de la gente en este país. Tanto ellos como sus esposas están más que interesados en iniciar con los estudios. Manuel nos dio un recorrido increíble toda la mañana por la ciudad. Junto con los demás quedaron a la espera de nuestro regreso.
Luego del medio día y ya para concluir nuestro viaje a esta maravillosa ciudad, fuimos a Petare, el barrio más grande de Latinoamérica. Después de orar Dios nos dio la paz de ir a este lugar. Al llegar a la estación del metro teníamos que comunicarnos con una persona que nos recogería para subir al barrio y visitar otra familia. Nunca pudimos comunicarnos. Pero pudimos compartir el evangelio con un hombre llamado Daniel, quien nos prestara el servicio de llamadas a celular. Al principio no fue fácil ya que había algo de oposición alrededor pero luego el Señor ganó la batalla y Daniel escuchó las buenas nuevas. Al preguntarle sobre su condición espiritual él manifestó que sin duda se iba para el infierno por todas las cosas malas que había hecho. Al hablar de la gracia de Dios y de como él podía tener el perdón de pecados, una vida transformada y la salvación en Cristo, sus ojos se le aguaron. Al finalizar Daniel nos dio las gracias y mencionó que en la noche arreglaría las cosas con Dios. Que quería hacerlo a solas.
En horas de la tarde y muy cerca de allí compartimos de nuevo con Don Aurelio, Doña Aura y su hijo Carlos. Don Aurelio es portugués, tiene un problema renal que lo está acabando muy rápido, a pesar de ello su corazón sigue duro para las cosas de Dios. Caso contrario con doña Aura y su hijo quienes siempre manifiestan interés.
Dios ha sido bueno con nosotros y vemos como desea que nuestra iglesia sea parte de lo que quiere lograr en las naciones y en este país. Su protección, provisión y ánimo siempre están presentes.
Los venezolanos necesitan oír urgentemente de Cristo. ¿Quién irá? Nosotros tenemos las palabras de vida eterna.
“Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.” Mateo 9:37-38
Peticiones de oración:
Le damos gracias a nuestro Dios por llevarnos a pisar otra nación.
Por el fruto que ya nos ha dado con la gente Venezolana y para que Dios les cuide.
Para que Dios nos guíe y nos de la sabiduría en cuanto a los próximos pasos que debemos dar.
Por un equipo de creyentes que Dios despierte para que vivan en Caracas.
Si Dios lo permite, mañana saldremos de nuevo temprano en la mañana a pisar la nación de Venezuela. ¿Quieres ser parte de esta bendición? Que ores para que el Señor nos abra puerta para La Palabra.
Nos Vemos Mañana,
No hay comentarios:
Publicar un comentario