LA INCITACIÓN DEL ENEMIGO

1ª Crónicas 21:1 “Pero Satanás se levantó contra Israel, e incitó a David a que hiciese censo de Israel”.

En capítulos previos a este pasaje de Crónicas, Dios nos enseña cómo su pueblo obtuvo la victoria, porque Dios estaba con ellos. El pueblo de Dios bajo el reinado de David, derrotó a los Filisteos, derrotó a Moab, derrotó a Hadad-Ezer, a los gigantes, entre otros pueblos.

En este pasaje de 1ª de Crónicas aparece un enemigo particular, “satanás”. Un enemigo que no atacó con las armas que atacaban los otros enemigos… Dice la Palabra de Dios que satanás “INCITÓ” a David. El enemigo atacó a David con la INCITACIÓN. Incitar significa empujar, mover, estimular, animar, desafiar, inducir, invitar a alguien para que haga algo. Esta es una herramienta poderosa del enemigo.

Al igual que le ocurrió a David en este pasaje, algo que aprendemos es que el enemigo siempre nos incitará para que “hagamos” algo que desagrade a Dios. El enemigo nos ataca para afectar nuestros pensamientos, “HECHOS”, nuestras acciones, decisiones y comportamientos.

Como ocurrió a David, ceder ante la incitación del enemigo de hacer censo en Israel, conllevó las siguientes consecuencias:

- Ceder a la incitación del enemigo trajo consigo no solo problemas a David sino a todo su pueblo. La aplicación es que si como jóvenes cedemos ante el enemigo no solo nosotros vamos a ser los afectados, sino que colateralmente otras personas van a verse perjudicadas por los comportamientos producto de lo que Satanás logra influir en nuestras acciones.

- Ceder a la incitación del enemigo implica hacer algo que NO AGRADA A DIOS (1ª Crónicas 21:7).

- Ceder a la incitación del enemigo traerá consigo la disciplina de Dios para nuestras vidas (1ª Crónicas 21:11-12), porque Dios nos ama y no quiere que nos desviemos ni que le hagamos caso al enemigo o nos dejemos confundir de las mentiras de satanás.

- Ceder a la incitación del enemigo nos va a llevar no solo a momentos de angustia, sino a momentos de GRANDE ANGUSTIA (1ª Crónicas 21:13).


Finalmente David reconoce su error y acude a Dios en oración genuina para buscar su misericordia (1ª Crónicas 21:24). Dios finalmente tiene misericordia de David y su pueblo.
Que meditemos en esto jóvenes… ceder al enemigo tiene consecuencias… para nosotros, para quienes nos rodean y para el pueblo de Dios…
Que tengas un día lleno del SEÑOR!!