domingo, 1 de noviembre de 2009

LA RUTINA

En estos días he meditado en unas frases que escuché hace algunos años de un muy buen expositor de la Biblia y que en su momento causaron grandes cambios en mi vida como creyente.

Tristemente tengo que confesar que fueron cambios causados en su momento, porque el avance del tiempo y las muchas o pocas responsabilidades que fueron llegando a través de los años; me fueron llevando de nuevo a lo que este hombre nos persuadía de manera insistente a salir corriendo. La Rutina.

El nos decía algo como lo siguiente…

Todos los días nos levantamos de la misma vieja cama, nos miramos en el mismo viejo espejo, nos cepillamos con el mismo viejo cepillo, nos bañamos en el mismo viejo baño, nos ponemos la misma vieja ropa, salimos en el mismo viejo carro, tomamos las mismas viejas vías para llegar al mismo viejo trabajo. Entramos a la misma vieja oficina, nos sentamos en el mismo viejo escritorio, salimos a la misma vieja hora, para tomar el mismo viejo almuerzo, para… para… para… llegar a la misma vieja cama, para levantarnos al siguiente día… de la misma vieja cama, para mirarnos en el mismo viejo espejo… para…

Creo que ya sabes lo que sigue.

Desafortunadamente, la mayoría de nosotros vivimos en la rutina; cosa que de alguna manera le da un sabor aburrido e insípido a nuestra vida, estado del que por supuesto debemos huir de manera continua.

Hoy tan solo te desafiamos a hacer lo posible por salir de la rutina de tu vida. Con el tiempo experimentarás que hay formas diferentes y aún mucho más llamativas y divertidas de hacer las cosas.

La Biblia nos enseña en el libro de los salmos que nuevas son cada mañana y que debemos gozarnos en cada día que Dios mismo ha creado para nosotros. Este fin de semana si que lo he sentido así.

Gracias Señor por la vida abundante que YA tenemos en ti, y enséñanos a disfrutarla de manera plena cada vez que abramos nuestros ojos; y porque no, aún cuando estemos durmiendo.

Un abrazo y nos vemos mañana,

1 comentario:

MAC dijo...

Quiero contarles que antes de tener a Dios en mi corazón mi vida era así como la describe el autor, en una etapa tan metido en el mundo y con los "triunfos que traía" pero poco a poco acabándose la energía y cayendo en un un tedio constante, sin nada que hacer más que vivir como un zombie, sin un norte y guiado por el mismísimo Satanás.

Que diferente es mi vida ahora, mi "rutina" es la más hermosa, orar individualmente a Dios, leer su palabra, orar con la congregación, reunirme con mis amigos en torno a la Biblia, discipularme, tocar guitarra para alabar al Señor y cientos de cosas más.

Un abrazo a todos.

MAC