miércoles, 25 de noviembre de 2009

HOMBRES Y MUJERES DE BIEN

El salmo 112, es el salmo del hombre (o mujer) de bien y nos proporciona un patrón posible para vivir una vida de éxito según el modelo de Dios.

Lo primero es que es un hombre que teme a Jehová, es decir que lo conoce y se lo toma en serio, disfruta obedeciendo a Su Padre y se humilla cuando cae.

Este hombre se deleita en los mandamientos de Dios en gran manera. Pensé en la final de ese deporte que me encanta, en el momento del programa favorito, en una ida a cine con mi amor, en la hora del postre que me derrite, en una buena conversación entre amigos, en ganar plata trabajando… Y leer la Biblia, darle color con mis lápices y vida con mis acciones. Qué bueno que dijéramos hoy mismo que esto último es lo que realmente disfrutamos más que cualquier cosa, situación, lugar o persona. Y que lo buscamos de día y de noche y que vivimos “encarretados” EN GRAN MANERA con los mandamientos de nuestro Dios (vs. 1).

Según este salmo, a alguien así le irá bien, asegurará el bienestar de sus hijos y su generación será bendita (vs. 2). Tendrá sustento más allá de sus necesidades, dice literalmente que “Bienes y riqueza hay en su casa”. Un hombre así es como Cristo porque Él es el único cuya justicia permanece para siempre (vs. 3). Sólo ÉL es quien resplandece con su Luz en medio de las tinieblas para alumbrar a los rectos. ÉL es clemente misericordioso y justo (vs.4).

Y mientras leo todo esto quisiera pasar más tiempo con Dios, ver mi agenda de hoy y apartar una hora especial para que ÉL me siga formando como un hombre de bien. El salmo continúa diciendo que alguien así tiene misericordia y presta, da la mano, ayuda sin contraprestaciones y gobierna sus asuntos con juicio: Administra bien su tiempo y sus recursos. (vs.5)

Alguien así no resbalará jamás y siempre será recordado (vs. 6). Alguien así no busca las cosas para sí mismo y Dios puede usarlo para bendecir a través de él a los demás. Un hombre (O MUJER) así no le teme a las malas noticias porque confía en su Dios. Aún en los tiempos difíciles sabe que no está solo y camina hacía adelante confiado (vs. 7).

Su corazón no teme aunque tiene enemigos (alguien que quiere vivir para Dios los tendrá), pero un creyente que se deleita en su Dios los verá derrotados, en muchos casos rendidos, pidiendo perdón y rescatados por El Señor (vs.8). Alguien así no se cansa de repartir y su vida es una fuente de agua dulce y de provisión física y espiritual (vs.9).

Una vida así irritará al impío, al duro de corazón (vs.10). Y una vida así confortará a los hijos de Dios y a las almas necesitadas. Una vida así siempre llevará las de ganar.

Una vida así empieza apartando esa hora en la agenda, alistando los lápices para sacarle jugo a la Biblia y saliendo al mundo a mostrar El Libro con sus acciones.

Una vida así, como hombres y mujeres de bien.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por el mensaje...

Un Feliz Dia

MAC dijo...

Esta etapa de "Navidad" es tan dual y tan ambigua, el trabajo, las tradiciones paganas, las vacaciones nos alejan de la Palabra.

Personalmente este fin de año esta lleno de trabajo y caí en las últimas semanas en un círculo vicioso donde no estaba haciendo nada más que cumplir con los "hombres", quiero decirles que una cosas son las que llamamos URGENTES y otras las IMPORTANTES.

Lo único verdaderamente importante es el Señor y su palabra. Gracias por esta columna, realmente me hizo reflexionar y hacer una parada en el camino para corregir esos yerros que estaba cometiendo.

Un abrazo a todos.

MAC