lunes, 9 de noviembre de 2009

¿COMO OIRÁN SIN HABER QUIEN LES PREDIQUE?


Jóvenes hoy quiero compartirles algo muy bonito que paso el viernes, y es que Dios me permitió compartirle el evangelio en uno de los cursos a los que le dicto clase. Y la verdad ha sido un proceso especial por que desde que acepte ese trabajo, aún conciente de las consecuencias que podría traer para mi vida, sabía que Dios lo estaba poniendo ahí para que los 40 estudiantes a los que les dicto clase escuchen el evangelio de Salvación. Y ha sido una oración constante desde el 11 de Agosto que comenzaron las clases, y bueno, ya Dios me respondió con el primer salón.

Ahora en estos últimos días mi oración había sido más intensa por que llevaba semanas en que no le compartía a nadie y la verdad ya tenía una carga grande en mi corazón.

Y les cuento que no fue nada fácil, por que es claro que al diablo no le gusta que estas cosas sucedan. Tenía planeado compartirles 8 días atrás y “curiosamente” llegaron solo 2 estudiantes a clase. Pero sin duda alguna siempre será más fuerte el poder de Dios, y el viernes anterior asistieron todos y la verdad fue un tiempo bien especial, aunque no faltaron los obstáculos, como el estudiante que se durmió, hubo otro que se puso bravo y no quiso recibir el tratado, pero la mayoría recibió el mensaje con una muy bonita actitud y ahora a orar para que Dios continúe la obra en esos corazones.

Jóvenes, en alguna predica comentaba como nosotros tenemos como costumbre medir nuestros éxito por los logros que obtenemos en los lugares por donde pasamos. Pensamos que en el colegio o la universidad fuimos exitosos por que nunca perdí materias o me gradúe con honores. En una empresa donde trabaje me fue bien por que implemente X o Y proceso o di X o E idea. Pero Dios me ha enseñado que la única manera de medir nuestros éxitos en la vida es por la cantidad de almas que ganamos para El.

Tu paso por la universidad o el colegio es exitoso, si le hablaste de Cristo a tus compañeros. Tu paso por una empresa será exitoso si le hablas de Cristo a tus compañeros. Todo lo demás que hagas o intentes hacer se quemara.

El desafío jóvenes, es a que nos entrenemos, por que cada día mas y mas gente se va para el infierno, por que a nosotros nos da pena, o tal vez pereza hablar del señor Jesucristo. La gente quiere escuchar, pero no hay quien les predique, pero de cada uno de nosotros y de la intimidad que tengamos con Dios, depende que esto cambie y al final de este año tengamos en nuestro balance muchas almas en nuestro haber.

(Romanos 10:11-12) Dice “porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?”.

2 comentarios:

MAC dijo...

Gracias por recordarme esa verdadera misión y testimonio de llevar el evangelio a las personas más cercanas, familia, amigos, compañeros de la oficina, donde practicamos nuestro pasatiempo o deporte.

Solo cuentan las almas, lo demás se quemará !

Gracias por esta columna y a engrosar nuestro haber de almas.

Un abrazo a todos.

MAC

Anónimo dijo...

=)